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Cada día nacen en el mercado nuevas empresas y se emprenden nuevos proyectos más innovadores que hacen la competencia a los que ya existen. Nada garantiza ni el éxito ni la vida de un negocio si no se trabaja en él constantemente, desde la mejora del producto hasta la imagen de marca, pasando por la gestión de la reputación. En este post nos centraremos en las ventajas que conlleva trabajar concienzudamente la reputación de una empresa y de las nuevas tendencias que siguen las corporaciones para ser más transparentes y amigables a ojos de los consumidores.
¿Qué es la gestión de la reputación corporativa y por qué es esencial hoy en día para cualquier tipo de corporación?
La reputación de una entidad es la idea generalizada que los consumidores tiene de ella. A diferencia de la imagen de marca, en la que la propia empresa, puede influir, la reputación solo puede variar según las valoraciones de los clientes o potenciales clientes, por eso es tan importante trabajar la calidad del producto, los valores de marca y la responsabilidad social corporativa. Fomentando los aspectos positivos de la empresa y haciendo una buena estrategia de comunicación, la reputación mejorará orgánicamente.
A veces, no es suficiente con “hacer bien las cosas”. No basta con un producto o servicio de calidad, ni con una política de RSC coherente. Con la gran competencia que existe en el mercado es necesario saber cómo comunicar las mejoras, innovaciones y avances de una organización para que el público sea conocedor de ello y mejore así su percepción.
Para que la reputación de la empresa mejore notablemente y se acabe reflejando en las ventas, hay que diseñar una estrategia eficaz basada en los cinco principios de la reputación de marca: observar a tu competencia, responder siempre, estar activo en todos los canales, tener un plan de crisis y la escucha activa.
Ya tienes tu idea de negocio clara, sabes qué vender, cómo, a quién, tienes localizados a tus proveedores, los mejores canales y conoces bien a tu competencia: solo te falta formar una reputación e imagen de marca fuerte y coherente con tus objetivos.
¿Sabrías cómo llevar a cabo la gestión de la reputación corporativa desde cero?
Desde el primer día en el que una marca entra en el mercado y comienza a interactuar con los consumidores, comienza a generarse una reputación. La imagen que proyecta y la percepción que el target se forma de esta, se basa en las acciones tanto internas como externas, por eso es tan importante ser transparente y comunicar bien lo que más nos interesa.
Para construir una reputación fuerte, hay que tener en cuenta los siguientes factores:
¿Cómo se pueden trabajar y mejorar todos los aspectos que conforman la reputación?
Una cosa es segura, y es que la reputación solo se puede mejorar de dentro afuera. No es como una estrategia de Marketing en la que se pueden “maquillar y potenciar ciertos aspectos”, la estrategia de reputación lleva tiempo y debe basarse en condiciones reales como:
Para optimizar y controlar la gestión de la reputación, se debe contar con un plan conciso. En realidad, no hay unos puntos estipulados y cerrados para crearlo, pero ejemplos como el que te ofrecemos a continuación te pueden ayudar.
En primer lugar, debemos observar los comentarios y el comportamiento de los activos propios: comunidad en redes sociales, actividad, engagement, alcance de las publicaciones, temáticas que mejor funcionan, tráfico orgánico de la web, palabras claves por las que mejor se posiciona, principales fuentes de tráfico… analiza todo esto y detecta los puntos débiles, como palabras negativas con las que se asocia la empresa, reacciones negativas o poco tráfico.
Luego céntrate en los activos de terceros: wikis y bios, medios de comunicación, foros y portales, redes sociales de terceros y blogs. Observa con herramientas de reputación online qué se dice de tu empresa y mide el “sentir del público”.
El tercer paso sería elaborar una estrategia para mejorar los activos propios: como crear contenidos que se asocien a palabras clave positivas, trabajar con clientes satisfechos en redes sociales, comunicar públicamente las buenas noticias asociadas a tu empresa, participar activamente en acciones solidarias… y un sinfín más de acciones que puede realizar tanto online como offline.
En la construcción de un plan de reputación digital es necesario conocer las fuentes de búsqueda de menciones. En los activos de terceros, también puedes influir monitorizando menciones y comentarios y participando activamente como un usuario más en foros e hilos de conversación de redes sociales. También es una opción, detectar a tus clientes más satisfechos, contactar con ellos y ofrecerles algún aliciente para que participen en estos lugares con sus comentarios. Aunque esto pueda parecer algo forzado, en realidad, solo estamos fomentando su actividad, ya que su opinión de la marca sí que viene dada por la actividad real de esta.
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Sara Ávila Ramírez
COPYWRITER
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