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Supervisar y evaluar que las normas, procedimientos, lineamientos y especificaciones se cumplan en cualquier organización, es una competencia que requiere procedimientos especiales. El sistema educativo es un pilar fundamental para la formación de los individuos, por ello, no escapa de este procedimiento. Veamos en que consiste la evaluación interna y externa de los centros educativos.
La evaluación interna y externa es una supervisión que se realiza cada determinado tiempo, generalmente en centros educativos, a fin de verificar que se estén cumpliendo las normas que rigen el proceso de formación académica en diferentes niveles.
Es importante tener en cuenta, que a través de este método se puede determinar si la enseñanza en los centros educativos está cumpliendo sus objetivos y así, poder evaluar cuáles son los diferentes factores que se deben mejorar.
En muchos casos el rendimiento de los niños es un indicativo de que los métodos aplicados en el proceso, no están surtiendo efecto, por lo que una evaluación interna y externa oportuna, facilita la toma de decisiones en relación con los cambios en la planificación.
Resulta necesario aclarar, que la responsabilidad educativa no solo compete a los docentes, sino también a la escuela como tal, por lo que, a través de una evaluación interna y externa, se puede determinar la procedencia de las debilidades en el proceso de enseñanza aprendizaje.
La evaluación interna y externa del currículum es una de las evaluaciones más considerables en este proceso de supervisión, pues de allí parte el conocer las capacidades, conocimientos, habilidades y destrezas del personal a cargo del proceso educativo. Por lo que la evaluación curricular será uno de las tareas principales.
La supervisión no puede verse como algo negativo; al contrario, debe asumirse como una alternativa de crecimiento, pues existe la posibilidad de que las estrategias que el docente esté aplicando en el aula no correspondan con las necesidades de los alumnos y el proceso no esté funcionando. Una evaluación interna en este caso, puede hacerle ver al profesorado la realidad y permitirle ajustar sus planificaciones a cambios considerables.
La evaluación interna de un centro educativo, es la supervisión que se realiza de forma cerrada dentro de la institución y está enfocada en la evaluación del docente y del personal educativo. En este proceso de evaluación se llevan a cabo las siguientes instrucciones:
Autoevaluación |
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Coevaluación |
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Evaluación directiva |
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Evaluación de los estudiantes |
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Evaluación de los representantes |
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Observación en clase |
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Abordando el tema de la evaluación interna y externa y habiendo definido ya la primera opción, la evaluación externa es aquella evaluación donde se observa el funcionamiento de las actividades y el cumplimiento de los objetivos, desde una visión ajena al personal que participa y labora en la institución.
Esto quiere decir, que se evalúa el cumplimiento de las leyes y estatutos educativos impuestos por organismos superiores. En esta supervisión, se verifican el pago de matrículas, las condiciones de la estructura, el disfrute de los servicios, los espacios recreativos, entre otras cosas.
Mientras la evaluación interna permite que las metodologías sean mejoradas y con mayor efectividad, en la evaluación externa se supervisa que el ambiente físico y las condiciones estén dadas para el éxito en el logro de los objetivos propuestos.
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Veamos las diferencias entre evaluación interna y externa:
Aspecto | Evaluación interna | Evaluación externa |
¿Quién la hace? |
Realizada por el personal y equipos propios de la institución (agente evaluador interno) | Ejecutada por evaluadores independientes y ajenos a la institución. |
¿Qué ofrece? |
Puede presentar sesgos debido a la cercanía con los procesos evaluados. | Mayor imparcialidad, lo que ofrece un criterio más objetivo y neutral. |
¿Con qué frecuencia? |
Se lleva a cabo de manera continua o periódica, lo que facilita el seguimiento. | Generalmente, se realiza de forma puntual o en momentos clave del ciclo evaluativo. |
¿Cuál es su enfoque? |
Centrada en la mejora interna de procesos y actividades. | Orientada a la rendición de cuentas y verificación de resultados. |
¿Qué necesita? |
Menor inversión económica al utilizar recursos internos. | Requiere mayor inversión en tiempo y costos por involucrar consultores externos (evaluación externa educativa). |
Las evaluaciones interna y externa ayudan a detectar oportunidades de mejora y a ajustar procesos de manera oportuna.
Una de las funciones más importantes de los docentes es poder saber si la información está llegando de manera correcta a su grupo o si existe alguna forma de hacer que la misma se comprenda mejor.
La evaluación interna y externa de los sistemas tecnológicos, permite que se puedan ubicar donde se encuentran las fallas, lo que facilita el desarrollo de nuevas e innovadoras estrategias necesarias para poder resolver estos problemas con rapidez.
Los principios pedagógicos juegan un papel muy importante en este aspecto, pues muchas veces hace que el proceso se pueda plantear de manera sencilla. Para poder tomar manos a la obra, es necesario ejecutar la evaluación interna y externa en ese mismo orden.
En el caso de que se hable de la evaluación interna y externa de una empresa, su ejecución permite que se pueda tener percepción clara de las personas que laboran en la institución y las funciones que cumplen, incluyendo entre ellas la función directiva como parte fundamental de la estructura organizativa.
Soportes informáticos se pueden encontrar en internet, como evaluación interna y externa de una empresa PDF o evaluación interna y externa de un proyecto empresarial, cuya información puede ser de mucha ayuda para las pequeñas y medianas organizaciones.
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La evaluación interna y externa impacta de la siguiente manera en las instituciones educativas.
Es muy frecuente creer que solo el personal docente debe recibir capacitaciones para mejorar la práctica educativa (evaluación curricular interna). Si bien son uno de los principales focos de atención en lo que concierne a medidas formativas, también se incluye al grupo de trabajadores que se encuentran en otras áreas, ya sean administrativas e incluso pedagógicas (véase el caso de la atención psicopedagógica). La evaluación interna y externa reconoce cuáles son las acciones necesarias en este respecto: adquisición de nuevas competencias, actualización de conocimientos, asesoramiento profesional, entre otros.
La educación está también sujeta a un marco normativo que orienta su correcto desarrollo. Se parte del currículo nacional, por un lado, y se establecen los aspectos normativos internos de cada institución, por otro. En cualquier caso, este último se rige al primero, por lo que la evaluación interna y externa contribuye a reconocer el cumplimiento de directrices y la adaptación de estas a la realidad específica de cada institución. Ante cualquier descuido o desviación, estos tipos de evaluación establecen los marcos para implementar las correcciones oportunas.
Las instituciones educativas tienen por delante la gestión de diversas áreas, entre las que se encuentra, desde luego, el cuerpo docente y no menos importante la administración, tanto de recursos como de los servicios institucionales. La dirección, en este sentido, se ocupa de cubrir todos los procedimientos involucrados, como el mobiliario, la limpieza, el manejo del presupuesto, la conformación de equipos docentes, entre otros. Así, partiendo de los resultados de la evaluación, se toman mejores decisiones.
Los profesionales de la educación son conscientes de que las evaluaciones, ya sean internas o externas, persiguen mejorar la calidad educativa. La orientación de las mejoras es clara: conseguir más y mejores métodos y prácticas para que los estudiantes adquieran conocimientos y desarrollen habilidades orientadas al aprendizaje significativo, sea cual fuere el nivel formativo en el que se encuentren. Los evaluadores observan, por lo tanto, el cumplimiento no solo del currículo, sino también la aplicación de metodologías innovadoras, donde la tecnología, en la actualidad, es fundamental.
Los estudiantes poseen realidades y, por lo tanto, necesidades diferentes. Los centros educativos, siguiendo esto, deben implementar medidas y adaptaciones para que todos vean cubiertas sus expectativas, al mismo tiempo que se atienden sus particularidades. Aquí es importante evaluar a cada uno de ellos para conocer en qué situación se encuentran (social, familiar, personal y educativa), qué requieren, cómo actuar y de qué manera mantener la atención personalizada. De ahí la importancia de las evaluaciones sistemáticas, planificadas semestral o anualmente, según sea el caso.
La definición de criterios para la evaluación interna de instituciones educativas está sujeta al conocimiento del modo en que estas funcionan; no obstante, puede haber puntos ciegos. Por esta razón, la evaluación externa amplia las miras del análisis de sus realidades, por lo que, unidas, estas modalidades ofrecen una visión completa de qué es lo se necesita, tanto en el nivel docente como en el administrativo.
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