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Si has leído el título de este post cantando...¡Te has delatado a ti te gusta Rocío Jurado! Pero no vamos a contarte nada sobre esta cantante ni su discografía, lo sentimos. Queremos mostrarte en que consiste la escala de Beaufort y Douglas, unos indicadores fundamentales para aquellos profesionales que tienen su particular oficina en el mar o el océano. Sin querer hacer spoiler, la frase inicial es muy indicativa de qué es lo que miden estas escalas de Beaufort y Douglas, pero lo desvelaremos más adelante.
Conocer el estado del mar antes de zarpar puede ser vital a la hora de garantizar la seguridad de las personas o de la carga de las embarcaciones que constituyen el tráfico marítimo de algunos países. En este sentido, contar con profesionales del mar que controlen todas las variables meteorológicas, la simbología de los mapas del tiempo, o el uso de las nuevas tecnologías para obtener información sobre el estado del tiempo en los océanos. Por ello, la formación especializada del curso de formación marítimo pesquera puede ser la llave para acceder al sector marítimo.
El viento y las olas pueden ser una bendición para algunas personas que practiquen deporte acuáticos como el surf o el kitesurf. Ahora bien, quienes se dedican a faenar por el mar o el océano o a transportar cargas o personas, puede ser terrible o incluso, tener consecuencias desastrosas. Son muchos los barcos que se hundieron a lo largo de la historia y que dejaron tras de sí decenas o miles de muertes.
Gracias a la tecnología y a herramientas como el radiofaro, los accidentes en alta mar han descendido considerablemente. Del mismo modo, la escala de Beaufort y Douglas que tienen su origen en la búsqueda de estandarizar el idioma con el que expresar el estado del mar y del viento de forma que sea comprensible para cualquier trabajador del mar. De esta forma, se evitan problemas sobre como definir si hay mucho, demasiado o poco viento, o si el oleaje es débil, fuerte o extremadamente fuerte.
Para ello, la escala Beaufort y Douglas se clasificarán en 9 grados el estado del mar en el caso de la escala Douglas; y de 12 el estado del viento en cuanto a intensidad en el caso de la escala Beaufort.
La escala Beaufort recibe su nombre del almirante irlandés Francis Beaufort que creó esta escala en el año 1806. Clasificó en 12 grados la relación causa y efecto de la fuerza del viento cuando colisiona con la superficie del mar. Atendiendo a este criterio, estableció las siguiente escala donde se recogen junto con la descripción correspondiente y los nudos.
0 – Viento de menos de 1 nudo – Calma
1 – Viento de 1 a 3 nudos – Ventolina
2 – Viento de 4 a 6 nudos – Brisa muy débil
3 – Viento de 7 a 10 nudos – Brisa débil
4 – Viento de 11 a 16 nudos – Brisa moderada
5 – Viento de 17 a 21 nudos – Brisa fresca
6 – Viento de 22 a 27 nudos – Brisa fuerte
7 – Viento de 28 a 33 nudos – Viento fuerte
8 – Viento de 34 a 40 nudos – Temporal
9 – Viento de 41 a 47 nudos – Temporal fuerte
10 – Viento de 48 a 55 nudos – Temporal duro
11 – Viento de 56 a 63 nudos – Temporal muy duro
12 – Viento de más de 64 nudos – Temporal huracanado
La escala Douglas al igual que la escala Beaufort recibe su nombre de su creador, en este caso, el vicealmirante Henry Percy Douglas. En 19117 creó esta escala que indica la altura del oleaje teniendo en cuenta el viento además de otros aspectos que lo causan como puede ser las corrientes. La escala Douglas queda, por lo tanto, de la siguiente forma:
Rizada - 0,10 metros de altura media
Marejadilla - 0,30 metros de altura
Marejada - 0,90 metros de altura
Fuerte marejada - 2,00 metros de altura
Gruesa - 3,00 metros de altura
Muy gruesa - 5,00 metros de altura
Arbolada - 8,00 metros de altura
Montañosa - 12,00 metros de altura
Enorme - Más de 12,00 metros de altura
Por lo tanto, la asociación entre la escala Beaufort y Douglas es fundamental para los navegantes en cuanto a conocer la información meteorológica antes de desamarrar cualquier embarcación, sea comercial o de recreo.
El inicio de cualquier travesía por mar, debe llevarse a cabo en condiciones de seguridad para los pasajeros o la carga que transportan. La complejidad del medio, requiere de que previamente, los profesionales del mar se informen sobre las diferentes variables meteorológicas como puede son la temperatura, la presión, la humedad, la aparición de anticiclones...en definitiva, el estado de la mar.
Acceder a la industria marítima, requiere de aprender a interpretar las escalas de beaufort y douglas, y otras variantes más como son la representación del fondo del mar o las corrientes oceánicas. Aspectos que no recogen las cartas de navegación pero que son fundamentales para evitar cualquier tragedia en alta mar.
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