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La contabilidad es una disciplina bastante compleja en la que existen términos que en muchas ocasiones inducen a error y cuyas diferencias no son apreciables sin un conocimiento exhaustivo de cada uno de ellos. Es por ello, que la diferencia entre resultado contable y fiscal pueda ser términos con semejanzas, pero la realidad, es que aunque puedan compartir algunos aspectos, son distintos.
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Aunque te aconsejamos que te formes con el Master en Asesoría Fiscal Laboral y Contable para dominar la contabilidad y convertirte en un experto en esta disciplina trasversal y que precisa de profesionales cualificados, te aconsejamos que sigas leyendo para conocer la diferencia entre resultado contable y fiscal y poder identificar las materias de contabilidad y finanzas.
La respuesta es claramente sí, existe diferencia entre resultado contable y fiscal. En otras palabras, a efectos contables, el resultado se deriva utilizando términos simples, de la diferencia entre perdidas y ganancias finalizado el cierre contable, que en unas empresas podrá coincidir con el 31 de diciembre, y en otras cuando corresponda. De este razonamiento, se deduce ya, que puede no existir una coincidencia entre el resultado contable y el fiscal. Esto se debe a que, el resultado contable que se deriva de esta operación de deducir los gastos de los ingresos, se lleva a cabo sin tener en cuenta aspectos fiscales.
Consecuencia de ello, hay que tener en cuenta que esta operación contable, donde los efectos fiscales no son tenidos en cuenta, pueden arrojar un resultado erróneo, en cuanto a que, no todos los gastos son deducibles a la hora de obtener el resultado fiscal, lo que, requiere de una corrección denominada ajuste.
Pueden existir gastos que no puedan deducirse de la cuenta de explotación. Estos son los conocidos como gastos no deducibles. Entre ellos se pueden encontrar los tributos, multas y sanciones, las donaciones o los gastos sin necesidad de justificación ajenos a los ingresos o la actividad económica de las empresas. Derivado de estos gastos no deducibles, se necesitará de un ajuste positivo. El motivo se debe a que de este ajuste se derive un resultado mayor en cuanto a los ingresos contables o bien, las pérdidas sean inferiores como consecuencia de estos gastos. En el caso contrario, el ajuste se denominaría negativo.
Las diferencias entre resultado contable y fiscal pueden ser de tipo permanente y temporario. En cuanto a las diferencias permanentes son las más fáciles de detectar, como consecuencia de que existen partidas que se tendrán en cuenta a efectos de contabilidad y otras en cuanto a la fiscalidad. De esta forma, el conocimiento de los gastos deducibles no repercutirá en el área contable, pero si lo hará en el ámbito fiscal.
En cuanto a las diferencias temporarias tienen lugar cuando existen diferencias entre la cantidad de un activo o pasivo del balance y la base fiscal correspondiente. De esta forma, podemos distinguir dos tipos de diferencias temporarias: las imponibles y las deducibles.
Este tipo de diferencia entre resultado contable y fiscal darán lugar a importes gravables cuando se lleve a cabo la determinación de las ganancias o pérdidas en los ejercicios que se desarrollen en el futuro en el momento en que exista una cancelación o recuperación del importe en los libros o de la deuda. Fruto de estas diferencias, se derivará un pago de impuestos adicional o se recibirá un importe menor de la devolución conforme se liquiden pasivos o se realicen activos.
Las diferencias temporarias deducibles son aquellas que derivan en cantidades susceptibles de deducción cuando se contabiliza la ganancia o pérdida fiscal de los ejercicios futuros cuando la deuda ha sido recuperada o cancelada en los libros del activo o respecto de la deuda. De esta diferencia se concluirá con una reducción del pago del impuesto desde el momento en el que se proceda a la liquidación de los activos y pasivos que originan la diferencia entre el resultado fiscal y el contable.
Como se ha podido observar a lo largo de este post, la contabilidad y la fiscalidad son disciplinas complejas y que requieren de una preparación especializada, a la hora de afrontar y hacer uso de ellas para construir tu futuro profesional. De manera que, desde Euroinnova te aconsejamos que a la hora de elegir una formación que te permita conocer todo el entorno contable y fiscal, tengas en cuenta algunos aspectos.
En primer primer lugar, una formación de garantías debe de contar con un claustro de profesores especializados. En otras palabras, la notoriedad profesional de quienes imparten la formación debe ser un punto fuerte en la toma de decisiones de la formación en el área contable. Además, no basta con un nombre dentro del ámbito docente, sino que se requiere de una preparación y un contacto directo con la realidad del sector, para mostrarte cual es la operativa dentro del sector y no poner freno a tu progresión profesional la falta de contenido práctico.
En segundo lugar, es vital, que elijas una modalidad que se ajuste a tu rutina diaria. Es decir, el reciclaje profesional o la formación no deberá hacer que te quedes atrás dentro del sector por falta de compatibilidad con tu trabajo, o tus responsabilidades diarias, de manera que te recomendamos la modalidad online, ya que, permitirá de forma dual compaginar formación con desarrollo profesional y personal.
Y por último, elige un centro formativo, donde la experiencia y la especialización sean los pilares fundamentales en los que se desarrolla su acción formativa.
Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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