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El desarrollo humano y profesional están íntimamente relacionados, siendo dos constantes ineludibles del crecimiento en cualquier persona. De esta manera, para lograr el desarrollo en el ámbito personal, es necesario abandonar la zona de confort, expandir nuestros límites, cambiar nuestra perspectiva, y dar paso a nuevas experiencias.
La madurez adquirida, efecto de las nuevas prácticas, afectará nuestra evolución y crecimiento en distintas áreas, tanto personal como profesional; convirtiéndonos en un recurso indispensable en el mundo laboral.
En este artículo profundizaremos en los elementos y características del desarrollo humano y profesional, para incrementar el rendimiento y la satisfacción en distintas áreas vitales.
El crecimiento es un proceso que dura toda la vida, el ser humano busca la evolución y evita el estancamiento, pero, en muchas ocasiones, nos vemos confinados en espacios personales que, aunque nos dan cierta comodidad, no nos permiten la expansión de nuestro ser.
El desarrollo humano, o crecimiento personal, consiste en una serie de actividades que nos da la ocasión de indagar en nuestra identidad, elevar la autoconciencia, y dar un impulso a nuevas habilidades personales y, por supuesto, habilidades profesionales.
Sucede con frecuencia que una habilidad o competencia en la que demostramos talento y pericia puede ocultar a las demás; asimismo, nos concentramos tanto en la comodidad que nos reporta cierta actividad, o una visión del mundo complaciente, que desistimos en la práctica de otras competencias e intereses.
Del mismo modo, cualquier empresa requiere un profesional con capacidad para cumplir distintas funciones, con incremento en sus habilidades y compromiso con la institución. Todas estas características, no obstante, requieren del desarrollo personal y expansión de límites.
El desarrollo humano y profesional, propone un cambio para lograr un crecimiento personal más integral, acorde con nuestras metas, necesidades y aspiraciones. Para este proceso se necesita de la autorreflexión, la conciencia sobre nuestro mundo interno, al mismo tiempo que exige compromiso, energía y tiempo.
Aunque el proceso de desarrollo humano y profesional sigue un patrón y un ritmo propio de cada persona, existen estrategias que nos sirven como una guía para su logro.
En este apartado, repasamos las características esenciales que podemos trabajar para la consecución de un crecimiento más integral.
El establecimiento de metas nos identifica con un propósito para escapar de la zona de confort, y nos dota de motivación para cumplir los objetivos propuestos.
De este modo, las personas virtuosas en la constancia y la perseverancia acaban conquistando sus metas y aspiraciones, al mismo tiempo es una cualidad muy valorada en el mundo laboral, ya que quien no se rinde en su vida personal, no cesará hasta alcanzar las metas propuestas.
El fracaso es uno de los riesgos que las personas más temen al enfrentarse a situaciones nuevas, sin embargo, equivocarnos es común en muchos aspectos de la vida. A muchas personas les cuesta levantar la cara y sobreponerse de los fracasos.
No obstante, la derrota nos puede reportar diferentes beneficios si cambiamos nuestra percepción sobre ella; en primer lugar, nos da cuenta de nuestras fortalezas y debilidades en un área, y nos da la ocasión de cambiar estrategia y planificar otra ruta para lograr la meta.
Sin duda, la flexibilidad de pensamiento y la iniciativa son dos virtudes muy valoradas dentro del crecimiento personal y profesional. Tener la capacidad para cambiar de postura eficazmente permite la adaptación a cualquier escenario.
Del mismo modo, abandonar el miedo al fracaso nos ayuda a tomar la iniciativa en proyectos y retos nuevos, cuestión que nos permite evolucionar personalmente y es muy bien recibida en el espacio laboral.
La corriente de decadencia es producida por el constante quebrantamiento de principios fundamentales del desarrollo humano, esto provoca la decadencia moral en el “ser” de cada persona que genera inmoralidad e ilegalidad.
Los efectos de lo anterior se manifiestan en:
Son reglas o normas absolutas que orientan la buena acción.
Los valores a su vez es todo aquello que lleve al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona y en el ámbito del desarrollo humano y profesional estos son:
El desarrollo humano y profesional, se enfoca en la ética y la moral como conductas primordiales del ser humano en cualquier tipo de sociedad.
A su vez la ética, es una declaración moral que elabora afirmaciones y define lo bueno, y lo malo, obligatorio o permitido, en lo referente a una acción o una decisión.
A la ética se le considera como una rama de la filosofía ya que estudia los comportamientos humanos desde la perspectiva moral.
El desarrollo humano y profesional es el objeto de la ética en términos morales se traduce en resultados positivos y negativos ya que es una ciencia del comportamiento humano en la sociedad.
En el desarrollo humano y profesional se incluyen diversos paradigmas a seguir como características a lo moral.
En cuanto a los principios de la ética como desarrollo humano y profesional hay que tomar en cuenta varios:
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