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El rendimiento académico depende del tiempo de calidad que se dedica al estudio. Cuando se estudia la Educación Básica o Secundaria, es más fácil organizar el tiempo para dedicar al estudio. Sin embargo, al llegar a la universidad la historia es otra, debido a que, en este nivel, el buen rendimiento depende, casi exclusivamente de una adecuada planificación y organización del tiempo dedicado al estudio. Es por ese motivo que muchos universitarios se preguntan: ¿Cómo organizar mi tiempo para estudiar?.
Es cierto, que saber planificar el trabajo, así como aplicar estrategias de aprendizaje eficientes y estar bien motivado, son algunos de los elementos más importantes para cumplir las metas académicas. Sin ellos resulta, prácticamente, imposible un rendimiento académico favorable. No obstante, con tan solo administrar eficientemente el tiempo destinado al estudio es posible obtener buenos resultados. Sin embargo, pensar en cómo organizar mi tiempo para estudiar se convierte, muchas veces, en una inquietud agobiante para el estudiante universitario. En principio, para lograr dichos objetivos se debe asumir un horario en donde se pueda contar con actividades formativas regulares en las horas de la mañana y la tarde.
La realidad es que, no existen fórmulas únicas e infalibles acerca de cómo organizar el tiempo para estudiar. Tal indeterminación se debe a que cada quien posee una realidad única y unas condiciones particulares. A continuación, se ofrecen algunas sugerencias que pueden ser de gran utilidad para contestar a la interrogante: cómo organizar mi tiempo para estudiar y obtener buenas calificaciones.
Se recomienda la división y administración de las 24 horas del día, en tres bloques iguales de 8 horas cada uno. De ellos, un primer bloque se destinaría al descanso, otro servirá para el ocio, más el tercero y último se dedicará íntegramente al estudio. Pero, ¿Qué pasa cuando las ocho horas del día se encuentran copadas solamente con la asistencia a las clases? o ¿Cuándo se invierte gran parte del tiempo trasladándose de casa a la universidad y viceversa? Por estas razones, este consejo parece funcionar a cabalidad sólo para aquellos estudiantes que viven dentro o en las inmediaciones del campus universitario. Quienes invierten más tiempo en el traslado hasta sus aulas de clase terminan disminuyendo el tiempo dedicado al estudio. De modo que la distancia se convierte en un inconveniente para el rendimiento estudiantil.
Entre las ideas con mayor difusión respecto a cómo organizar mi tiempo para estudiar, una de las que posee mayor vigencia es: la práctica de respetar las ocho horas correspondientes al descanso. También, revisar los horarios de las actividades escolares, alternando el tiempo de estudio con el dedicado a la recreación. Este último se lleva a cabo en las horas restantes. De manera que, un primer paso para organizar y administrar el tiempo para el estudio, es establecer un calendario de actividades. Un orden que se debe procurar cumplir al pie de la letra.
Cabe aclarar que el desarrollo de un calendario, conlleva determinar el horario en el cual se realizará cada actividad. Por esto, su elaboración supone:
Una regla de oro, que permite aprovechar el lapso para el estudio, consiste en repasar los contenidos de las asignaturas una vez concluida la actividad en el aula, mientras la información aún está fresca. Asimismo, responder a cómo organizar mi tiempo para estudiar, implica estudiar todos los días y no dejar el repaso de los contenidos para el día anterior al examen. Así, se consigue crear o fortalecer un grupo de hábitos vinculados al estudio. Además, el alumno debe asegurarse de entender la información mediada por el docente, realizando preguntas sobre lo que no entiende durante la clase.
Una de las ventajas de planificar bien el tiempo para el estudio, es que el estudiante pasa a tener el control de su proceso de aprendizaje. Alcanzar este nivel de dominio genera en los estudiantes un incremento del bienestar emocional y la obtención de mayor seguridad. Éstos factores, junto con una buena alimentación, la ejercitación, además de un ambiente estudiantil estimulante le garantizan el buen rendimiento en los estudios.
Al tener un dominio del tiempo se logra disminuir adversidades como la presión, el agobio o la fatiga producidos por el ritmo de vida estudiantil. Al contestar la interrogante de ¿Cómo organizar mi tiempo para estudiar y hacer ejercicio? el estudiante accede a otros niveles de conciencia y realización. Dispone de tiempo para el esparcimiento saludable.
Ordenar las actividades a través de un calendario y horarios específicos por asignaturas permite administrar y aprovechar los procesos de aprendizaje. Las frases motivadoras son uno de los tantos trucos que también resultan útiles en los momentos de dificultad. Por encima de todo, lo fundamental es comenzar, iniciar el lapso de planeación o planificación y de inmediato trabajar en elaborar desde la práctica la respuesta a ¿Cómo organizar mi tiempo para estudiar trabajar y hacer ejercicio?
Ciertamente, la vida universitaria brinda grandes satisfacciones, sin embargo, para alcanzar las metas propuestas es necesario realizar ciertos esfuerzos o sacrificios. Sin importar la metodología o el resultado, el elemento más importante suele ser la constancia. Pese a las dificultades o la falta de motivación personal hay que seguir luchando con perseverancia y voluntad inquebrantable para poder lograr los objetivos trazados. Pues para alcanzar la formación individual hay que superar pruebas y transitar un camino lleno de desafíos.
Si formas parte del grupo de estudiantes que se interroga ¿Cómo organizar mi tiempo para estudiar y trabajar? Es bueno que sepas que los estudiantes que consiguen sacar el máximo provecho a su tiempo, con frecuencia, se convierten en profesionales destacados. El tiempo es un recurso finito y valioso que debemos dominar para poder aprovechar. Define tus objetivos, ordenas tus tareas o actividades según el nivel de prioridad. Quienes consiguen gestionar su tiempo obtienen la libertad para realizar otras acciones.
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