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Aunque pudieran parecer conceptos análogos, la realidad es que, a pesar de guardar una relación entre ambos, los términos de calidad y seguridad alimentaria representan aspectos dispares entre sí. Siendo, por lo tanto, aconsejable llevar a cabo su diferenciación en favor de las empresas y los consumidores. ¿Quieres conocer más sobre las diferencias entre calidad y seguridad alimentaria? ¡Vamos allá!
¿Quieres conocer sus diferencias? Aunque no pertenezcas al sector agroalimentario y, por consiguiente, no estés familiarizado con estos términos, te vamos a dar todas las claves para que tras leer este artículo sea la última vez que no sepas distinguirlos adecuadamente.
¡Vamos allá!
La diferencia principal entre la calidad y la seguridad alimentaria se encuentra en el carácter obligatorio o voluntario en cuanto a su garantía. En otras palabras, la seguridad alimentaria de forma obligatoria trata de garantizar que los alimentos se puedan ingerir con seguridad y sin temor a provocar o poner en riesgo el organismo de los consumidores. En cambio, la calidad alimentaria es voluntaria y hace referencia a que los alimentos que se van a adquirir o consumir reúnan unas características determinadas.
Como consumidores, es necesario abordar ambos conceptos de forma exhaustiva para de esta forma, ser conocedores de las características de los productos alimentarios y trasladar la responsabilidad de tomar las decisiones de compra a las personas. En este sentido, los consumidores estarán protegidos e informados para adquirir los alimentos que más se ajusten a sus necesidades y con conocimiento de su composición.
El concepto de calidad alimentaria aparece definido en la Ley 28/2015 para la Defensa de la Calidad Alimentaria de la siguiente forma: conjunto de propiedades y características de un producto alimenticio o alimento.
La definición de la calidad alimentaria según la legislación hace referencia a las características de los alimentos, en aspectos perceptibles como el olor, el color, el sabor o la textura, pero además, en otros como son la composición química de estos, la forma de envasarse o su procedencia.
La seguridad alimentaria es un concepto que fue definido por la FAO en la Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA) en la ciudad de Roma en el año 1996 que establecía:
La seguridad alimentaria se da cuando todas las personas tienen acceso físico, social y económico permanente a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias alimentarias, y así poder llevar una vida activa y saludable".
En contraposición con el término de calidad alimentaria, este concepto requiere de unas condiciones que son:
Tras un análisis pormenorizado de ambos conceptos puede concluirse que existe una relación entre los términos de calidad y seguridad alimentaria. Esto se debe a que a mayor seguridad en cuanto a las características de un producto, también será mayor la calidad del producto. Es decir, un alimento que puede poner en peligro la salud de los consumidores nunca será seguro ni tendrá calidad a efectos alimentarios.
En este sentido, el etiquetado o las certificaciones que se añaden a los productos alimentarios, además de otorgarles un valor añadido en cuanto a su comercialización, guardan una relación estrecha con la seguridad alimentaria. El motivo se encuentra en que la calidad tiene en cuenta aspectos como los procesos de elaboración, el envasado o las condiciones higiénicas en cuanto al almacenamiento, entre otras.
Como consecuencia, es habitual contar entre los organigramas de las empresas agroalimentarias con una alta demanda de profesionales especializados en aspectos como el Food Defense, la normativa aplicable sobre seguridad alimentaria o la trazabilidad alimentaria. Ahora podrás aprovechar esta oportunidad formándote con el Master en Calidad y Seguridad Alimentaria Online de Euroinnova.
La industria alimentaria requiere a la hora de elaborar sus productos pasar por pruebas exhaustivas que garanticen su consumo de forma segura y minimizando al máximo los riesgos en la salud de los consumidores. En este sentido, a través del análisis y el control del riesgo alimentario, se trata de llevar a cabo una labor de gestión, evaluación y comunicación de los posibles riesgos a los que se exponen los consumidores con sus productos.
Mediante la planificación de unos objetivos de seguridad alimentaria (FSO) y de Rendimiento (PO) permitirán a las industrias alimentarias predecir al final de la cadena de producción el riesgo que se puede derivar de sus productos. Estas predicciones nacen de una actuación de toma de muestras y análisis técnico constante en laboratorios.
También se llevarán a cabo la celebración de experimentos en los que se pongan a prueba la resistencia de microorganismos y bacterias a lo largo de la cadena alimentaria. Este análisis se llevará a cabo desde la perspectiva del alimento, el ambiente en el que se desarrollan, o incluso en el agua.
A través de estas actuaciones, permitirá a las industrias alimentarias flexibilizar el proceso productivo orientándolo a reducir el riesgo alimentario, asegurar la vida útil del alimento y disminuir, por consiguiente, el número de alertas alimentarias.
En favor del consumidor, se ha concedido la posibilidad de utilizar distintivos en cuanto a la calidad de los alimentos o al cumplimiento de diferentes requisitos. De esta forma, la agricultura ecológica, la denominación de origen, el valor nutricional o aspectos como el bienestar animal son preocupaciones que hacen a un consumidor decantarse por una u otra opción.
Es por ello que muchas empresas alimentarias, que cumpliendo con los estándares de calidad o los requisitos de la institución que los otorga, están incluyéndolos en sus productos. Vamos a aterrizar este concepto con algunos ejemplos.
En España existen diferentes sellos de calidad alimentaria para reforzar la idea de que el alimento es positivo para nuestra salud. En muchos casos, se podría decir que mucho más que positivo, resaltando un aspecto que hace especial al producto.
La Unión Europea es una de las instituciones que más reconoce la calidad de ciertos productos y protege su desarrollo. Por ello existe el sello de calidad diferenciada. En España existe el sello de calidad alimentaria Producción Ecológica (para alimentos que prescinden de químicos) y el de 100 % raza autóctona, que reconoce el origen de los animales.
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Antonio Gutiérrez Pérez
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