Trastornos del neurodesarrollo o la neurodivergencia para todas las personas
La neurodiversidad que plantean los trastornos del neurodesarrollo se refiere a la variación natural en el funcionamiento del cerebro. Al igual que las personas tenemos diferentes colores de ojos o alturas, también tenemos diferentes formas de pensar, aprender y procesar la información. Estas diferencias en ocasiones dificultan la autonomía, el aprendizaje, el desarrollo cognitivo y social o su progresión académica y laboral de la persona.
Desde el ámbito sanitario, educativo y social es necesario crear un entorno que no solo entienda estas diferencias, sino que también ofrezca el apoyo adecuado para que cada individuo pueda alcanzar su máximo potencial a pesar de sus dificultades.
En este post te contamos en que consisten los trastornos del neurodesarrollo y la evolución hacia el término neurodivergencia.
¿Qué son los trastornos del neurodesarrollo? ¿Qué significa ser neurodivergente?
Los trastornos del neurodesarrollo son un grupo de afecciones que se originan en el desarrollo temprano del cerebro y el sistema nervioso. Estos trastornos se manifiestan en una variedad de formas, afectando áreas como la comunicación, el aprendizaje, el comportamiento y el control motor.
Agrupados en el DSM-5-TR, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, se pueden entender como "Trastornos del desarrollo neurológico" los siguientes trastornos:
Discapacidades intelectuales: "Trastorno del desarrollo intelectual, retraso global del desarrollo, discapacidad intelectual no especificada".
Trastornos de la comunicación: "Trastorno del lenguaje, fonológico, de la fluidez de inicio en la infancia (tartamudez), trastorno de la comunicación social (pragmático) y trastorno de la comunicación no especificado".
Trastorno del espectro autista (TEA): "Trastorno en el que la gravedad se basa en deterioros de la comunicación social y en patrones de comportamiento restringidos y repetitivos. Especificar si con o sin déficit intelectual acompañante, con o sin deterioro del lenguaje acompañante, asociado a una afección médica o genética, o a un factor ambiental conocido, asociado a otro trastorno del desarrollo neurológico, mental o del comportamiento, o con catatonía".
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): "Trastorno por déficit de atención con hiperactividad con una presentación combinada, predominante con falta de atención, predominante hiperactiva/impulsiva y según la gravedad leve, moderado o grave, otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad especificado, y trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado".
Trastornos del desarrollo motor: "Trastorno del desarrollo de la coordinación, trastorno de movimientos estereotipados",
Trastornos de tic especificando Trastorno de la Tourette trastorno de tics motores o vocales persistente (crónico) o tics transitorios, otro trastorno de tics especificado, y trastorno de tics no especificado.
Trastornos específicos del aprendizaje: con dificultades en la lectura, con dificultad en la expresión escrita, con dificultad matemática y según la gravedad leve, moderado o grave.
Otros como trastorno del desarrollo neurológico especificado por ejemplo trastorno del desarrollo neurológico asociado a exposición intrauterina al alcohol, síndrome de Rett, síndrome de Williams, Síndrome de Edwards, o Síndrome de Klinefelter.
Los trastornos del neurodesarrollo en la etapa adulta
Aunque los trastornos del neurodesarrollo deben diagnosticarse en la infancia por parte de equipos de atención temprana, sus efectos persisten en la etapa adulta. Es un error común pensar que estos trastornos "desaparecen" con la edad; en realidad, los adultos con trastornos del neurodesarrollo o neurodivergentes continúan experimentando dificultades en su vida social y laboral, aunque con un asesoramiento adecuado desarrollan estrategias de adaptación y resiliencia a lo largo del tiempo.
Te contamos las principales dificultades para los adultos con trastornos del neurodesarrollo, por ejemplo:
En el ámbito del empleo, las personas neurodivergentes pueden tener problemas debido a la rigidez de ciertas normas, jerarquía, indicaciones confusas o incoherente y expectativas. Sin embargo, también pueden sobresalir en trabajos que aprovechan sus fortalezas, como el pensamiento creativo o la atención al detalle.
La comunicación y la interacción social pueden ser áreas que supongan un problema para adultos con trastornos del espectro autista o trastornos de la comunicación. Es posible que necesiten más tiempo para comprender las sutilezas de las relaciones interpersonales o para establecer conexiones emocionales profundas dado sus dificultades en teoría de la mente y la cognición social.
Algunas personas con discapacidades intelectuales o trastornos motores pueden requerir apoyo continuo en la vida diaria, mientras que otras pueden vivir de manera independiente con una supervisión mínima.
La neurodivergencia y las diferentes formas de vivir
En los últimos años, se ha vuelto muy popular el término “neurodivergencia” que entiende que las personas con trastornos del neurodesarrollo no se definen por sus limitaciones ni su diagnóstico, sino que perciben, procesan o experimentan de forma diferente los estímulos y la información. Cada persona neurodivergente tiene un conjunto único de fortalezas y habilidades que pueden ser infravalorados tanto para ellos mismos como para la sociedad.
Por ejemplo, las personas con trastornos del espectro autista a menudo tienen una capacidad para pensar de manera no convencional que puede ser aprovechada por su entorno más cercano; o el caso de personas con TDAH que pueden concentrarse profundamente en tareas que les interesan, a menudo logrando una gran productividad en áreas que les apasionan en contra de la imagen típica de la falta de atención.
Este concepto implica un cambio de perspectiva en la sociedad, donde en lugar de centrarnos en lo que las personas no pueden hacer, nos enfocamos en lo que sí pueden hacer y cómo pueden contribuir de manera significativa.
Cotillea… personajes famosos con trastornos del neurodesarrollo
¿Sabías que Steve Jobs, Michael Jordan, Jim Carrey, Will Smith, Simone Biles , Jennifer Lawrence o Emma Watson fueron diagnosticados de TDAH en su infancia? Seguro que te suena el caso de la activista Greta Thunberg, a Susan Boyle, la famosa cantante de Got Talent, y por supuesto, Temple Grandin como experta en comportamiento animal y defensor de los derechos de las personas neurodivergente.
Otros ejemplos pueden ser la famosa cantante Ruth Lorenzo, el actor Gabino Diego, el piloto Kimi Räikkönen o incluso la propia princesa heredera Victoria que consigue adaptar su vida y alcanzar el éxito a pesar de padecer dislexia.
Estos son ejemplos de personas en el espectro de la neurodivergencia, que consiguen gracias a diferentes apoyos, recursos y asesoramiento que sus dificultades no supongan un aislamiento o bloqueo en su vida.
Al comprender y valorar las diversas maneras en que los trastornos del neurodesarrollo afectan a las personas, podemos crear un entorno más inclusivo y solidario, tanto en el ámbito sanitario como en el familiar. Las personas neurodivergentes tienen mucho que ofrecer a la sociedad, y es nuestra responsabilidad garantizar que tengan las herramientas y el apoyo necesarios para alcanzar su máximo potencial.
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