¿Qué son los productos culturales?
Los productos culturales son aquellos que están relacionados con aspectos sociales y humanos. Algunos ejemplos de estos productos culturales son los libros, las obras de teatro, las fotografías, las películas o la publicidad. En este artículo, vamos a explorar los aspectos más relevantes de los productos culturales, viendo las características propias que los diferencian de otro tipo de productos y algunos ejemplos.
Como bien sabemos, no todos los bienes y servicios ofrecidos son iguales en el ámbito económico. Hay productos que, aparte de poderse comercializar como cualquier otro producto, también reflejan acontecimientos o la memoria de la humanidad, expresando su sensibilidad y valores. A este tipo de productos, por tener estas características, se les reconoce como productos culturales.
Con todo lo visto anteriormente, podemos hacernos una visión general de los productos culturales, indicando que son aquellos bienes o servicios que reflejan la identidad, valores, creencias y expresiones artísticas que tiene una sociedad. Además, estarán vinculados con las tradiciones, costumbres y manifestaciones culturales. Por otro lado, se consideran necesarios para la preservación del patrimonio cultural y su transmisión.
Características de los productos culturales
Por lo que hemos visto anteriormente, se desprende que los productos culturales tienen una serie de características diferenciadoras de otros productos.
A continuación, vamos a ver este tipo de particularidades que los hacen diferentes:
Tienen una estrecha relación con su creador: Existe un vínculo entre el producto y su autor que es muy fuerte, siendo difícil separar la obra de quien la crea.
Contienen un enfoque estético: Son fundamentales la belleza, el diseño y la armonía para la apreciación de estos productos. Su valor suele ir unido a su calidad estética.
Propiedad intelectual: Normalmente, están protegidos por derechos de autor, patentes o marcas.
Promoción especializada: La comercialización de los productos culturales requiere estrategias de comunicación específicas que resalten sus cualidades únicas y su valor artístico.
Valor intangible: Su valor no se mide únicamente en términos económicos, sino también en su capacidad para transmitir ideas, emociones y experiencias.
Riqueza simbólica: Estos productos suelen estar cargados de significados profundos y utilizan metáforas, símbolos o referencias culturales para expresar ideas y mensajes.
No siempre son tangibles: Muchos productos culturales no tienen una forma física, como las canciones, danzas, espectáculos o performances.
Diversidad en la percepción: La interpretación y el valor que las personas les atribuyen pueden variar enormemente. Mientras algunas personas los consideran valiosos o significativos, otras pueden no ver su relevancia.
Carácter efímero: Aunque algunos productos culturales perduran a lo largo del tiempo, otros están destinados a existir solo en el momento de su presentación, como una obra de teatro o una actuación en vivo.
Finalidad más allá de lo económico: No siempre se crean con el objetivo de generar ingresos. Muchas veces buscan difundir ideas, fomentar el interés por la cultura o el arte, o transmitir mensajes significativos.
Requieren participación activa: Para ser disfrutados y comprendidos, es necesario que el público se involucre y participe activamente en la experiencia que ofrece el producto cultural.
Originalidad y creatividad: Estos productos reflejan la creatividad y la visión única de sus creadores, quienes buscan captar la atención del público y ofrecer una experiencia impactante.
Expresión de valores y diversidad cultural: Los productos culturales son un reflejo de los valores, la diversidad y el carácter multicultural de una sociedad, ofreciendo una visión única de su identidad y patrimonio.
¿Qué es la gestión cultural?
La gestión cultural podríamos entenderla como la administración de ciertos recursos, ya sea un bien o un servicio cultural, con el fin de alcanzar unos objetivos específicos.
La gestión cultural abarca la promoción, el impulso, el diseño y la ejecución de proyectos relacionados con la cultura desde distintos ámbitos.
Ejemplos de productos culturales
Los productos culturales abarcan una amplia gama de expresiones y se pueden clasificar en diferentes categorías:
Productos de las artes creativas
Estos incluyen obras originadas por artistas en distintas disciplinas como los libros y la literatura, la música, el teatro, la fotografía, el cine, las artes plásticas o la artesanía.
Productos de las industrias culturales generalistas
En esta categoría podemos ver los medios de comunicación y entretenimiento masivo, como las revistas o publicaciones, la radio y televisión, videojuegos o pódcast.
Productos de otras industrias vinculadas al arte
Estas son creaciones que, aunque no pertenecen a las artes tradicionales, están fuertemente influenciadas por la estética y la cultura como la publicidad, arquitectura, diseño o moda.
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