Fluidoterapia veterinaria

¿Sabes en qué consiste la fluidoterapia veterinaria? ¡Te lo contamos!

En la atención clínica, existen diversas invertenciones para restablecer la salud de los pacientes. Junto con las cirugías, se cuenta con la fluidoterpia veterinaria, un procedimiento orientado a rehidratar y estabilizar al animal tras cuadros de deshidratación o shock. Los veterinarios de cualquier especialidad deben conocer en detalle los tipos de fluidos, el cálculo de bolos, la elección del catéter, entre otros. ¿Quieres saber un poco más sobre esto? ¡Aquí tenemos la información que necesitas!

¡Sigue leyendo!

¿En qué consiste la fluidoterapia? 

La fluidoterapia veterinaria consiste en la administración de soluciones o fluidos para estabilizar a pacientes que experimentan cuadros de deshidratación o shock hipovolémico. Ya sea por vía parenteral o enteral, se busca restablecer el equilibrio hídrico y electrolítico del organismo. 

Considerando que al menos el 60 % del peso del paciente está compuesto por agua, el 20 % se ubica en el nivel extracelular, el cual a su vez está constituido por 15 % de hidratación y el 5 % de volemia. 

Cuando los niveles normales se pierden, se requiere la aplicación de fluidos. Pero ¿cuáles son sus objetivos? Veamos: 

• Restablecer la perfusión tisular normal 
• Rehidratar al paciente 
• Mantener las funciones cardiacas y vitales 
• Administrar fármacos 
• Administrar nutrientes 

Los líquidos, por su parte, se aplican por las siguientes vías: 

• Parenteral: endovenosa, intraósea, intraperitoneal, subcutánea, intracelómica 
• Enteral: oral o sonda 

Los fluidos se aplican en función del estado clínico, peso y enfermedad subyacente del animal. El tipo de catéter, a su vez, atiende también al tamaño del paciente. Se miden por gauges, de el más pequeño tiene 26 y el más grande, 18. 

Tipos de fluidos en fluidoterapia veterinaria

Se encuentran los siguientes tipos de fluidos. Antes de su aplicación, se deben calcular los bolos. Veamos qué características tienen estas soluciones de la fluidoterapia veterinaria: 

Fluidos cristaloides isotónicos 

Estos fluidos incluyen soluciones como lactato de Ringer y solución salina normal (0.9% NaCl). Presentan una osmolaridad similar a la del plasma sanguíneo y son útiles para tratar la deshidratación y para mantener la hidratación. Además, son eficaces en la reposición de fluidos extracelulares y en la corrección de desbalances electrolíticos. 

Suero salino hipertónico 

Este se utiliza en casos de hipotensión severa o shock. Su alta concentración salina (usualmente 7.5%) actúa rápidamente para expandir el volumen sanguíneo, por lo que mejora la perfusión de órganos vitales. 

Coloides sintéticos 

Los coloides sintéticos se utilizan para mejorar la presión oncótica en casos de hipoproteinemia o shock. Estos fluidos tienen moléculas más grandes, lo que les permite permanecer más tiempo en el sistema circulatorio y mejorar la perfusión tisular.

Beneficios de la fluidoterapia veterinaria 

Efecto inmediato 

La fluidoterapia veterinaria ofrece un efecto inmediato en la estabilización de pacientes en cualquier estado. La rápida reposición de fluidos y electrolitos puede ser vital para revertir situaciones de shock o deshidratación severa. 

Mejora cuadros de deshidratación 

Esta terapia es esencial en el tratamiento de deshidratación, especialmente en casos de diarrea o vómitos. Ayuda a reponer los líquidos perdidos y a mantener el equilibrio hídrico del animal, lo que es crucial para su recuperación. 

Evita fallos multiorgánicos 

Al asegurar una adecuada perfusión y oxigenación de los tejidos, la fluidoterapia puede prevenir fallos multiorgánicos. Esto es especialmente importante en condiciones como la insuficiencia renal o el golpe de calor, donde la correcta circulación de fluidos es vital para la función orgánica. 

Evaluación para la aplicación de fluidoterapia veterinaria 

Causa de deshidratación 

• Diarrea. La diarrea, sea cual fuere su etología, es una de las principales causas de deshidratación severa, más aún si se prolonga en el tiempo. La fluidoterapia veterinaria permite reponer los líquidos y electrolitos perdidos durante este cuadro. 
• Vómitos. Como ocurre con la diarrea, los vómitos pueden causar una pérdida significativa de fluidos y electrolitos debido a que el cuerpo no puede retenerlos y, por ende, asimilarlos. Al restaurar el balance hídrico, se logra estabilizar al paciente. 
• Insuficiencia renal. En este caso, la fluidoterapia opera como un apoyo para mejorar diuresis. Se debe utilizar con cuidado para no generar efectos colaterales en los pacientes. 
• Golpe de calor. La intervención con fluidoterapia en estos casos es necesaria para restablecer los niveles de sodio y glucosa en la sangre. 

Identificación de la patología subyacente 

En algunos casos, la deshidratación puede presentar comorbilidades, como la anemia, la insuficiencia renal, cardiopatías, entre otros. Los veterinarios deben realizar las evaluaciones necesarias para conocer el estado o avance de la enfermedad para elegir el tipo de fluido que deberán administrar a los pacientes. Esto es necesario para evitar complicaciones relacionadas con los compuestos seleccionados y su tipo de aplicación. 

Medición de electrolitos, perfusión y volemia 

Tras la identificación del estado de los electrolitos en el cuerpo del paciente (sodio, potasio, entre otros). Al conocer esto, se evalúa la posibilidad de administrar medicamentos a través de bolos. El objetivo es estabilizar al animal que padece un cuadro de deshidratación severo. 

Grado de deshidratación y shock hipovolémico 

Para determinar si el paciente se encuentra en shock hipovolémico, es necesario comprobar su nivel de deshidratación. Los niveles van desde menos del 4 % (imperceptible) hasta el 12 o 15%, donde el shock es severo. Para evaluar la incidencia de cada porcentaje, se toman en cuenta los pliegues cutáneos, sequedad de mucosas, pulso débil, hipotermia, taquicardia, entre otros. 

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