Especialista en Psicología de la Emoción + Titulación Universitaria en Psicoterapia Emocional: Terapia Centrada en las Emociones (Doble Titulación + 8 Créditos ECTS)
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8 ECTS
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La educación es mucho más que simplemente impartir conocimientos académicos a los estudiantes. Los niños y jóvenes que acuden a la escuela no solo necesitan adquirir habilidades matemáticas, científicas o lingüísticas para enfrentarse al mundo laboral del futuro, sino que también requieren de herramientas emocionales y sociales que les permitan desenvolverse de manera adecuada en su vida cotidiana.
Por esta razón, en la actualidad se está prestando una atención especial a la inteligencia emocional como contenido de formación en el ámbito educativo. La inteligencia emocional es una habilidad que nos permite reconocer, comprender y regular nuestras emociones, así como las de los demás, por lo que debe empezar a fraguarse desde la más tierna infancia para crear adultos funcionales y autónomos emocionalmente. ¡En este post te argumentamos por qué es necesaria la inteligencia emocional en la escuela!
Estamos inmersos en un mundo donde se nos exige mucho tiempo en las distintas actividades tanto en el trabajo, como en el estudio, por lo que la sociabilización está en un plano de poca atención. Por lo tanto, esto ocasiona cansancio, estrés, frustración y agotamiento, siendo necesaria la aplicación tanto de la inteligencia emocional y el desarrollo de competencias socioemocionales en cualquier niño para su aprendizaje.
En este orden de ideas, el término de inteligencia emocional fue acuñado por Daniel Goleman, definiendo la inteligencia emocional en el ámbito educativo como la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás, la inteligencia emocional no es acabar con las emociones, sino saber dirigirlas y equilibrarlas.
Al respecto, el docente debe ser garante de la direccionalidad y del equilibrio de las emociones de los niños. Cabe destacar que por estar en el entorno educativo no depende solo del docente, en este contexto también requiere de la participación de los padres. Se resalta entonces a la inteligencia emocional en el ámbito educativo, por su significativo aporte en los actores que allí intervienen.
Cada estudiante tiene su propia empatía hacia ciertos y determinados procesos impulsando sus motivaciones así como sus talentos, de distinta forma. En investigaciones realizadas en la Universidad de Harvard, el educador y neuropsicólogo Howard Gardner mantiene que cada niño manifiesta sus propias necesidades.
El desarrollo de la inteligencia espacial, promueve el establecimiento de la habilidad en el área de las matemáticas, así como la preocupación hacia el lenguaje. Según Gardner la inteligencia emocional en el ámbito educativo está determinada por la activación y las capacidades de comprender al ser mismo.
Entre los objetivos de implementar la inteligencia emocional como destreza a dominar en el aula podemos destacar:
Al referirnos a la inteligencia emocional en el aula, podemos destacar los siguientes beneficios que le aportarán a los alumnos:
Esto tendrá un reflejo directo en el rendimiento académico, ya que los alumnos se sentirán más estimulados a la hora de estudiar, más felices, y mostrarán mayor resiliencia a la hora de combatir el tedio a la hora de estudiar, incluso aquellas materias que más les disgustan. No solo eso, sino que durante la época de exámenes o la entrega de un trabajo a contrarreloj, los alumnos que mejor manejen la inteligencia emocional podrán lidiar mejor con el estrés, no desesperarse y sacar mejores notas.
Se requiere el manejo inteligente ante emociones de rabia, por ejemplo. Estos impulsos tienen naturalezas muy diferentes y, en general, todos los niños aprenden poco a poco a controlarlos, bien sea por imitación de conductas de los adultos o por escarmientos. No obstante, al implementar la inteligencia emocional en la escuela, estamos facilitando esta tarea vital a los estudiantes, de forma que puedan potenciar sus relaciones sociales y su bienestar emocional como individuo en sociedad. Además, entre estos impulsos que la inteligencia emocional en la escuela ayuda a moderar están las tendencias al bullying o acoso escolar, tema candente de este siglo.
Esto crea individuos íntegros, contenidos, que saben autogestionar sus emociones y que no se ahogan en un vaso de agua. Las crecientes tasas de depresión y trastornos ansiedad de nuestra época llaman a gritos a una implementación efectiva de la inteligencia emocional en el ámbito educativo para que los más jóvenes puedan transformar las emociones negativas, afrontarlas exitosamente y evitar en la medida de lo posible que estas emociones sean un escollo en su vida.
La inteligencia emocional permite tener empatía, interpretar cómo se sentirían los demás ante cualquier situación y actuar de forma asertiva y considerada con el entorno. Es por ello que la inteligencia emocional en la escuela también es una potente herramienta para estrechar lazos con familiares, relaciones amistosas con compañeros y, en el futuro, relaciones en el espacio de trabajo y de pareja.
Definitivamente, la inteligencia emocional en el ámbito educativo amerita de su aplicación con la finalidad de garantizar que el alumnado sea tratado no solo con respeto, sino apoyándole en ser un individuo que se desarrolle personal y académicamente.
Es primordial que la inteligencia emocional se incluya en los programas educativos como parte de una asignatura clave que ayude a la integración formativa de los niños. Por tanto, te contamos más detallada y resumidamente para qué sirve la inteligencia emocional en la escuela:
A continuación, te damos algunas ideas de nuestra cosecha para poder implementar la inteligencia emocional en la escuela y transmitirles esta habilidad tan valiosa a los más pequeños:
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Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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