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Comprender y escuchar son de esas cualidades que como personas debemos aprender a desarrollar, pues de esta forma generamos relaciones más sanas con el resto del mundo. Sin embargo, los vínculos interpersonales van más allá de una simple acción o forma de actuar, requieren de empatía, dicha capacidad la podemos adquirir todos los seres humanos desde que estamos pequeños.
Para ello, existen estrategias que aplican los docentes en las aulas de clases, para que de esa forma los niños sepan qué actitudes empáticas tomar frente a otras personas en cualquier contexto. Para ahondar un poco sobre ellas aquí te daremos algunos ejemplos y te explicaremos sobre su valor e importancia para el funcionamiento de nuestra sociedad.
Es la capacidad básica adquirida o aprendida de la inteligencia emocional, que va intrínsecamente relacionada con la escucha atenta. En otras palabras, es la acción de comprender e identificar qué piensa o qué siente otro individuo en determinado momento, ya sea que se trate de tristeza, problemas, situaciones de angustia o temor, felicidad u otras circunstancias que generen el nacimiento de las emociones.
En ese sentido, nosotros como personas aprendemos a identificar estos sentimientos y pensamientos en sus expresiones corporales, en sus movimientos, en la manera como la persona habla, es decir, en el tono y volumen de voz y en su mirada. Incluso la empatía puede ir ligada a entender cómo se sienten otros con base en su lenguaje corporal, pero dicha capacidad se ve ligada con el nivel de educación emocional del individuo.
Entendiendo y partiendo de estos indicios, nosotros actuamos de forma en que generamos un ambiente propicio para satisfacer sus necesidades emocionales o no incomodar a nuestro interlocutor. Por consiguiente, tendremos una o diversas actitudes empáticas, que serán dadas de acuerdo al contexto, y estas podrían movernos o no a ser solidarios con esa persona que enfrenta una situación determinada.
En función de que lo desencadene cada una de las actitudes empáticas puede englobarse en uno de los siguientes grupos:
La empatía es un síntoma de que el niño está sano o no presenta problemas sociales o familiares que afecten su comportamiento.
En el proceso de aprendizaje, es importante que los docentes y, por supuesto, la familia por ejemplo mamá y papá, enseñen a los niños a desarrollar esta habilidad básica, asociada al reconocimiento de las necesidades y emociones del otro, ya que esto se traduce en el autoconocimiento y, por ende, relaciones interpersonales sanas y comunicación asertiva.
Pese a esto, hay personas que carecen de actitudes empáticas o las mismas se les dificultan, por ello, se les denomina personas no empáticas o con algún trastorno social. En consecuencia, tenemos individuos con inestabilidad emocional, dificultad para establecer relaciones armoniosas con otras personas y con su entorno, dificultad para adaptarse, entre otras.
Por lo tanto, esto representará en la persona una involución en su vida, difícil autoconocimiento, se sentirá incomprendido, entre otras cosas. Incluso podría afectar su desenvolvimiento en un ambiente laboral, familiar e incluso llevarlo a relaciones de pareja infructíferas o problemáticas.
Las actitudes empáticas son la manera en la que actuamos frente a una persona que expresa sentimientos o tiene pensamientos relacionados a una situación que enfrenta. Se pueden considerar acciones que surgen a raíz de la escucha empática, por lo tanto, ser empático facilita la comunicación, el entendimiento y la resolución de problemas.
Las actitudes empáticas pueden abarcar una amplia variedad de comportamientos, ya que las situaciones en las que se emplean son muy variadas. Por ejemplo, en ciertos casos pueden ser palabras de aliento, en otras puede ser apoyo económico o en otros casos puede bastar con una manifestación de afecto.
Al ser un concepto tan abstracto y que no tiene una definición puntual es necesario abordarla por medio de ejemplos.
El contexto actual amerita que seamos más empáticos respecto a la situación de otras personas, pues vivimos en una sociedad cada vez más exigente. En cualquier ámbito, sea profesional, académico o personal las exigencias son bastante altas para todos, lo que en ocasiones genera un gran grado de frustración que se suele compartir con personas cercanas.
Es por ello que la empatía debemos comprenderla como un comportamiento que se necesita aprender para tener una vida mucho más plena y sana, debido a que es pieza fundamental para generar buenas relaciones. Algunas de las situaciones donde se pueden ver actitudes empáticas son los siguientes.
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