Curso de Programación Neurolingüística PNL (Titulación Universitaria con 5 Créditos ECTS)
Índice
La Programación Neurolingüística (PNL) es un conjunto de modelos, habilidades cognitivas y técnicas para actuar, pensar y sentir de forma efectiva. Asimismo, es quien se ocupa de estudiar la conducta humana, centrándose en la comprensión de los procesos mentales y emocionales. Por lo tanto, investiga cómo nos comunicamos con nosotros mismos y con la gente de nuestro alrededor.
La PNL nace en los años 70 a partir del trabajo conjunto de John Grinder, lingüista, y de Richard Blander, matemático y terapeuta. Sus siglas PNL (neuro linguistic programming) explican su significado:
Es importante que consideremos que la PNL en Psicología juega un papel fundamental en varios ámbitos de actuación como el coaching personal, la terapia psicológica
La PNL tiene como objetivo principal modificar emociones o asociaciones negativas. Por ejemplo, imagina que una persona asocia las verduras con una sensación desagradable porque en su infancia sus padres la obligaban a comerlas. La PNL detecta y modifica estas experiencias para eliminar estas limitaciones, alterando la conexión mental de sus pensamientos y emociones.
También podemos mencionar que la PNL funciona en el sector educativo dando cierta ventaja al docente en la comprensión de las motivaciones del alumno. Brinda a los profesores maneras efectivas para lidiar con conductas difíciles, adaptando el proceso de enseñanza aprendizaje para mejores resultados. Dos ejemplos de esto son las técnicas de posicionamiento perceptivo y la de presuposición.
A la vez, la PNL puede tratar condiciones como:
La programación neurolingüística consta de un conjunto de técnicas muy potentes a la hora de modificar conductas de forma rápida y eficaz. Así pues, se guía por una filosofía operativa que se fundamenta en cuatro principios rectores que pueden dividirse de forma escueta en:
La PNL resalta la importancia de dirigirse hacia los objetivos deseados a toda costa para no ir pegando palos de ciego. Para ello, es crucial establecer resultados que cumplan ciertas condiciones bien formuladas y que estén expresados en términos positivos, sean alcanzables y verificables sensorialmente.
Además, debe ser la misma persona la que dé pie a alcanzar esos objetivos y mantenga su comportamiento en el tiempo dentro de su propio contexto. Es fundamental preservar los aspectos positivos del estado actual y evitar consecuencias negativas tanto para uno mismo como para los demás.
En el segundo principio de la PNL es imprescindible saber si nos estamos acercando o alejando de nuestro resultado deseado. Para lograrlo, debemos interpretar las señales que percibimos tanto en la otra persona como en nosotros mismos.
La PNL nos enseña a tener una agudeza sensorial suficiente para “leer” a las personas, lo que implica la capacidad de interpretar cambios en su tono muscular, color de piel y brillo, tamaño del labio inferior y ritmo de la respiración. Esta información nos sirve como retroalimentación para comprender cómo la otra persona nos está percibiendo. Por ello, es crucial enfocar toda nuestra atención externamente y en la otra persona, para así poder notar los cambios y captar las señalas que emanan de nuestro interlocutor.
El tercer principio de la PNL implica moldear nuestro comportamiento hasta alcanzar el resultado deseado. Debemos tener en cuenta que quien se muestra más flexible en un sistema o situación determinada puede influir en dicho sistema o situación. Por lo tanto, es necesario ser flexibles y adaptar nuestra forma de actuar según las circunstancias del momento.
Si lo que estamos haciendo no funciona o si no obtenemos el resultado deseado, debemos cambiar nuestro comportamiento, es decir, innovar y hacer algo de manera diferente. No podemos seguir haciendo lo mismo y esperar otros resultados que disten de lo que ya estamos consiguiendo. Ser flexible en cómo nos comportamos y en las acciones que tomamos garantizará que logremos lo que estamos intentando alcanzar.
El último principio de la PNL que vamos a abordar es el de pasar a la acción. Esto significa que no podemos quedarnos solo en teorizar y pensar una y otra vez sobre lo que queremos hacer sin tomar medidas concretas. Por tanto, es necesario dar el paso y actuar en concordancia con nuestros objetivos y deseos.
Es importante entender que al intentar moldear nuestro comportamiento y actitud ante la vida, es posible cometer errores. Sin embargo, debemos ver estos errores como oportunidades de aprendizaje y retroalimentación constructiva. No se trata de cometer fallos garrafales, sino de enfrentar desafíos que nos permitan crecer y mejorar nuestro comportamiento y actitudes con los demás y con la vida en general.
Los seres humanos seleccionamos concienzudamente la información que percibimos del entorno por medio de nuestros sentidos y la interpretamos según nuestra forma de ver el mundo. No todo el mundo tiene la misma compresión, por ello, podemos afirmar que la atención es más que subjetiva.
Entendemos por sistemas representativos aquellas formas en las que somos capaces de recoger, almacenar y codificar toda la información percibida por nuestra mente. La mente es capaz de sintetizar esta información a través de nuestros cinco sentidos: ver, oír, gustar, tocar y oler. Los sistemas representativos son el visual, auditivo y kinestésico. Ninguno de estos mejor que otro, pues cada uno de ellos, presenta una serie de ventajas e inconvenientes que les diferencia del resto.
A partir de los 11 o 12 años empezamos a desarrollar una preferencia sobre dichos sistemas representativos. Por lo tanto, cada persona cuenta con una preferencia visual, auditiva o kinestésica. A continuación te detallamos las características de cada uno de estos sistemas representativos en PNL:
Aquellas personas que muestren preferencia visual mostrarán normalmente una postura erguida con hombros atrás. Además, suelen gesticular mucho con las manos mientras se comunican, puesto que procesan la información con el uso de imágenes. Generalmente, estas personas son creativas y al hablar muestran una distancia grande con el fin de poder ver mejor a las otras personas.
Por otro lado, las personas que tengan preferencia auditiva, de manera habitual, muestran una postura media. El proceso que llevan a cabo en su mente estas personas es a nivel lineal. El carácter de estas personas viene dado porque son ordenadas, detallistas y emplean con mucha frecuencia el uso de la lógica.
Por último, las personas preferentes kinestésicas presentan una postura con hombros hacia abajo. La característica principal de estas personas estriba en la conexión de sus emociones y sensaciones. De hecho, estas personas pueden variar el tono de voz en función de la sensación emocional que les provoque cada situación. Confían más en lo que sienten que en lo que piensan y con frecuencia se guían por su intuición.
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