Máster en Zootecnia y Gestión Sostenible: Ganadería Ecológica e Integrada
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A lo largo de los tiempos, el caracol ha estado presente en la alimentación de los seres humanos, pero la helicicultura también ha sido utilizada para conservar al caracol como un elemento importante en algunas religiones, actividades artísticas, en la medicina y en tradiciones culturales de épocas pasadas. Los usos prácticos que proporciona el caracol, sobre todo en las áreas de gastronomía y salud, han revalorizado la práctica y los beneficios de la helicicultura a nivel mundial.
Para mantener unas condiciones óptimas en la cría de caracoles, la helicicultura comprende rigurosos procesos de alimentación para el caracol, estados de temperatura y humedad adecuados a las condiciones que necesita, y un engorde controlado hasta obtener el peso conveniente antes de su lanzamiento al mercado. Si te interesa saber más sobre la importancia de la helicicultura y su funcionamiento, ¡sigue leyendo!
Podemos definirla como la cría racional y en cautiverio de caracoles de tipo terrestre en zonas habilitadas para tal fin. De otra forma, la helicicultura o cría de caracoles terrestres es una actividad desarrollada mundialmente con el fin de criar en su ciclo biológico completo a caracoles comestibles, generalmente en cautiverio, para destinar su carne y sus productos derivados a fines comerciales.
A comienzos del siglo XX, comienza la helicicultura a adquirir un valor económico mayor con la puesta en marcha de una cría de caracol más evolucionada por parte de los expertos, debido al crecimiento de demanda de estos moluscos gasterópodos. Actualmente, no existe un número elevado de granjas de caracoles. Por ello, invertir en criar caracoles es rentable y se puede presentar como una oportunidad profesional debido a los múltiples usos que se hace de este molusco.
La actual cría de caracol abarca diferentes fases de control en el ciclo de los caracoles, incluso en su producción de crías, lo que convierte a la helicicultura en una labor zootécnica conocida en todo el mundo, a pesar de que existen distintos tipos de cría de caracoles. La helicicultura en nuestros días es también considerada una afición de muchas personas que tienen la cría de caracoles como hobby aunque pueden que sepan que es rentable una granja de caracoles. Por ello, puede tener un fin comercial o de pasatiempo.
Dado que existen muchos tipo de caracol, en helicicultura se trata de que los individuos reproductores sean de buen porte y con una capacidad eficiente de reproducción.
Se les atribuye un hábitat apropiado al caracol para su rápida reproducción y desarrollo. Veamos sus tipos:
Extensiva de campo. También denominada como cría verdadera, se eligen aquellos caracoles silvestres de mayor tamaño y se colocan en un recinto cerrado, ofreciéndoles unas condiciones óptimas en cuanto alimento y protección de las inclemencias del tiempo.
Intensiva. Granja de caracoles. La cría de caracoles se realiza íntegramente en instalaciones cerradas denominadas granjas de caracoles.
Mixta. Se combinan ambos métodos. Se realiza una combinación de ambos métodos, es decir, se recogen del campo y se comienza con la cría intensiva a partir de ese momento.
Las personas que realizan estas actividades son conocidas como helicicultores quienes son los encargados de los cuidados y la crianza de los caracoles. Para introducirse en esta actividad, los expertos recurren a los tipos de caracoles de tierra o caracol terrestre, que se encuentran en estado silvestre en jardines, zonas con abundante vegetación, en plantas e incluso debajo de las piedras o en paredes medianeras de las casas.
Una de las funciones sobre qué es un helicicultor es fomentar la reproducción del caracol y conservar a las nuevas especies. De esta manera, salvan al mismo tiempo a estos moluscos de la posible extinción producida por la utilización de pesticidas, productos agroquímicos y la recolección masiva de caracoles que en los últimos años ha desvirtuado el equilibrio ecológico.
Detallamos las 5 prácticas sobre cómo criar caracoles que realiza el helicicultor:
En el plano gastronómico, la crianza de caracoles supone una alternativa muy competitiva frente al consumo tradicional de otros tipos de carne de animales de corral. Se pueden realizar en criaderos abiertos naturales o cerrados y conserva las proteínas y el bajo contenido en grasas de la carne del caracol. Una especie muy demandada en el ámbito gastronómico es la Otala Láctea, cercana al litoral marítimo, pero que no es criada en cautiverio y su producción está relacionada con la recolección de caracoles silvestres.
De ahí su éxito a nivel internacional, pues actualmente la helicicultura tiene una gran oportunidad de mercado no sólo en la Comunidad Europea, donde hasta ahora ha sido un producto de consumo bastante aceptado por los consumidores, sino también en países como EEUU y Japón, donde la cría de caracol terrestre está siendo una base de la dieta regular.
El caracol tiene además importantes beneficios para la salud, por sus propiedades nutritivas, terapéuticas y regeneradoras de la piel y del cabello, entre otras. Por ello, la helicicultura no sólo es empleada con fines gastronómicos sino también fines medicinales ya que se ha ido demostrando todas las propiedades de los caracoles a lo largo de la historia y hoy en día son aprovechadas con la fabricación de productos derivados de la adecuada cría de caracoles.
Como venimos diciendo, la helicicultura tiene un futuro prometedor, especialmente en los tiempos actuales en que el hombre está interesado por una alimentación más sana y nutritiva. Todo ello se traduce en los siguientes motivos para realizar la formación en cría de caracoles:
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