Máster Deportivo de Entrenador Personal, Nutrición y Coaching Deportivo (Titulación Universitaria + CARNÉ FEDERADO)
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El nutricionista deportivo desempeña un rol clave en el mundo del deporte: ayuda a los atletas y deportistas en general a alcanzar su máximo rendimiento a través de la alimentación. Este profesional se especializa, por tanto, en adaptar la nutrición a las necesidades específicas de cada deportista, lo que asegura una dieta que favorezca tanto la recuperación rápida como el rendimiento óptimo. Además, contribuye a la prevención de lesiones y la pronta recuperación de estas si es que ocurrieran.
En lo que sigue, abordamos las funciones y competencias profesionales de los nutricionistas deportivos, las que destacan su importancia en el éxito de los deportistas.
Un nutricionista y un nutricionista deportivo comparten conocimientos básicos en nutrición, pero se especializan en campos diferentes que requieres habilidades específicas. Así, un nutricionista –que sigue una formación superior en nutrición– se enfoca en la confección de dietas para mantener tanto la salud como el bienestar físico de sus pacientes. Este profesional, con base en sus conocimientos especializados, asesora y acompaña a las personas a prevenir, tratar enfermedades y mejorar el estilo de vida.
El nutricionista deportivo —como dice su nombre— se especializa en la nutrición orientada al rendimiento físico, la prevención y recuperación de lesiones y la atención a las demandas de los deportistas. En tanto experto, este profesional ofrece opciones alimenticias y nutricionales para que el atleta afronte con eficacia el ejercicio físico intenso, donde la fuerza, la resistencia y la recuperación son fundamentales. Dependiendo del deporte, diseñan planes dietéticos adaptados y equilibrados, lo que incluye la suplementación para los regímenes de entrenamiento continuos e intensos.
La nutrición deportiva es tan importante como la calidad de los entrenamientos. Por esto, una correcta nutrición permite mejorar no solo el rendimiento, sino también la salud y bienestar del deportista. Entonces, ¿qué hace este profesional para lograr este objetivo? Sus responsabilidades y funciones se detallan a continuación.
Una de las principales funciones de un nutricionista deportivo es diseñar planes dietéticos personalizados que responden a las necesidades del atleta. Pero ¿en qué consiste esta tarea? Se parte de la selección cuidadosa de alimentos que aporten energía suficiente para entrenamientos y actividad deportiva de diversa intensidad. Esto implica, desde luego, establecer el número de comidas durante el día, el contenido calórico y proteico de estas, y la diversidad de los alimentos. La dieta, en este sentido, es variada, equilibrada y adaptada.
Los objetivos nutricionales de los deportistas están orientados, como se vio, al rendimiento físico en entrenamientos y competiciones. Pero esto no es posible si la composición física de los deportistas no está en condiciones adecuadas, sobre todo, a nivel muscular. El nutricionista deportivo controla la composición corporal del deportista, de modo que revisa periódicamente si la alimentación contribuye con el mantenimiento de masa muscular, grasa corporal y peso adecuados.
Los planes nutricionales y las dietas están sujetas a revisión en atención a las necesidades del atleta o deportista, las cuales pueden cambiar. De esta forma, el nutricionista deportivo establece indicadores de rendimiento y salud en los que se incluyen niveles de energía, resistencia física, tiempo de recuperación y prevención de lesiones. Tras la evaluación, se mantienen o modifican los planes o dietas para asegurar que el atleta se encuentre en condiciones de cumplir con sus actividades.
¿Es el rendimiento físico lo más importante en un deportista? Desde luego, la respuesta es un sí rotundo. Las disciplinas deportivas cuentan con niveles de exigencia diversos, ya sea en deportes individuales y colectivos. Por ejemplo, los futbolistas poseen necesidades diferentes que un tenista o un basquetbolista, lo que demuestra la necesidad de una nutrición adaptada para menguar la fatiga, incrementar la resistencia, acelerar la recuperación muscular y, desde luego, optimizar la eficiencia energética. Con una adecuada nutrición se pueden alcanzar niveles altos de rendimiento.
La nutrición deportiva también persigue la prevención de lesiones, sea cual sea la gravedad, y el fomento de la pronta recuperación de esta. Esto se logra a través del fortalecimiento de los tejidos musculares y articulares, así como el robustecimiento de los sistemas que permiten la reparación y regeneración después de una lesión. Un deportista con una óptima nutrición tiene más probabilidades de recuperarse prontamente de un desgarro muscular, una intervención quirúrgica u otra condición.
Los nutricionistas deportivos pueden recomendar suplementos cuando los atletas requieran mayor ingesta de vitaminas, aminoácidos, minerales y proteínas. Esto sigue a una rigurosa evaluación de los resultados nutricionales y las necesidades físicas del deportista.
Ahora bien, ¿cuáles son las competencias necesarias para una correcta práctica en la nutrición deportiva? Veámoslas.
Lo que caracteriza a la práctica profesional de un nutricionista deportivo es la capacidad analítica con la que desempeña sus funciones. En este sentido, comprende con profundidad no solo las necesidades de los deportistas, sino también los resultados de los planes dietéticos. Con base en este análisis, evalúa el cumplimiento de los objetivos del atleta, establece modificaciones en los planes y brinda asesoría oportuna para buenas prácticas alimenticias.
La nutrición y, sobre todo, la nutrición deportiva cuenta con conceptos complejos en ocasiones difíciles de comprender por quienes no son profesionales de este campo. Las habilidades de comunicación, así, son imprescindibles para explicar no solo los conceptos, sino también los procesos detrás de la nutrición, la importancia de los nutrientes y las funciones de estos en el cuerpo. Al comunicarse oportunamente, los deportistas pueden incorporar todo lo anterior a su bagaje y llevar una mejor nutrición.
Los deportistas enfrentan a menudo retos, dificultades y situaciones que exigen de ellos niveles altos de rendimiento. Un nutricionista deportivo debe poseer la capacidad de empatizar con estas necesidades, a la vez de asesorarlo para la obtención de resultados progresivos, adecuados y adaptados. De hecho, en este proceso, la motivación es importante, ya que el nutricionista deportivo es consciente de que los resultados físicos pueden tomar tiempo, esfuerzo y mucha dedicación.
Los nutricionistas deportivos deben contar con diferentes saberes en niveles expertos para brindar un servicio oportuno a los atletas o deportistas. Uno de ellos es el saber técnico, que incluye la evaluación nutricional, el conocimiento de trastornos de conducta alimentaria, técnicas dietéticas, nutrición preventiva, interpretación de analíticas de sangre, entre otros.
Otro de ellos es el saber metodológico, el cual implica la comprensión de las necesidades según la edad, el sexo, el tipo de deporte, la carga de entrenamiento, el biotipo, las preferencias personales, etc. En cuanto al saber participativo, se encuentran los principales aspectos de la motivación, la empatía, la familiarización con la jerga deportiva, comunicar claramente, etc.
Por último, el saber personal está relacionado con las habilidades y competencias individuales en torno a la creatividad, negociación, gestión del tiempo, la innovación, el buen humor, entre otros.
La nutrición deportiva es parte de un campo cuya amplitud alcanza a disciplinas tan famosas como el fútbol o emergentes, como ocurre con el pádel. En cualquier caso, los deportistas, al requerir un plan alimenticio y dietético específico, asisten a la consulta de un nutricionista deportivo. En una consulta privada, clínicas o clubes deportivos, el salario de este profesional se caracteriza por tener un rango bastante amplio en función de diversos factores, a saber: el centro de trabajo, la experiencia y el reconocimiento.
Siguiendo esto, el salario promedio de un nutricionista oscila, en España, entre los 30 000 o 50 000 euros anuales. Los ingresos pueden ser algo menores en perfiles con poca experiencia, pero, en general, se trata de un promedio representativo en un campo en crecimiento como la nutrición deportiva. La forma de incrementar el salario no solo implica reconocimiento y experiencia, sino también formación continua, satisfacción de los deportistas y resultados visibles en entrenamientos y competiciones. Por su parte, un nutricionista deportivo de profesionales de élite puede poseer incluso un salario superior al promedio.
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