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Quién tiene un e-commerce, tiene un tesoro. ¿Lo sabías?. En una época en la que Internet se ha vuelto el centro de nuestras vidas, los negocios digitales se han convertido en la clave del éxito. Pero, ¿qué hay de un negocio sin una buena estrategia de marketing? Aquí es donde entra en juego el marketing online para servirte.
Si bien, un e-commerce es la versión digital de un negocio, el marketing online es el conjunto de acciones de comunicación digital para que este funcione. Así, podríamos decir que estos conceptos se complementan, pero a su vez son independientes. En cualquier caso, ambos son necesarios para el funcionamiento de muchos tipos de negocios que venden productos online, como las tiendas de ropa e incluso las joyerías.
Como veníamos diciendo, bastante. Pues el comercio electrónico ha supuesto una gran ventaja competitiva en las oportunidades de negocio de las empresas. Y, es que, los negocios online han impulsado exponencialmente el comercio tradicional. Es cierto que los consumidores están totalmente acostumbrados a realizar sus compras online. De hecho, la desconfianza ante las compras digitales ha ido decreciendo gracias a la, cada vez más eficaz, seguridad de los sistemas de pago.
El e-commerce –comercio electrónico o venta por internet– es un modelo de negocio que permite la compra y venta de productos a través de plataformas digitales. Se trata de un enfoque comercial que centra sus actividades en la utilización de tecnologías, como internet y dispositivos electrónicos inteligentes, para conectar a compradores con vendedores sin la necesidad de intermediaros físicos o transacciones tradicionales, como la compra en tienda física.
En los últimos años, el e-commerce ha experimentado un crecimiento exponencial como consecuencia de las innovaciones tecnológicas. Esto ha llevado a una transformación significativa en la forma en la que las personas conocen, evalúan y adquieren productos; además, estos avances han conducido a la aparición de nuevos modelos de negocio y oportunidades de mercado, principalmente por la posibilidad de ampliar los límites de las empresas o emprendimientos. Así, la forma en la que se adquiere un producto se centra, actualmente, en la comodidad, rapidez, eficacia y acceso a una amplia variedad de posibilidades. Por su parte, para los vendedores, esto ha significado incrementar el público, segmentarlo de mejor manera y reducir los costos asociados al comercio, como la distribución o almacenamiento.
El éxito de este modo de venta, por su parte, depende de factores como la calidad de los productos, la experiencia del usuario en las plataformas de compra, la seguridad y la atención al cliente. El marketing, en este caso, es importante porque aporta procedimientos y conceptos para afrontar los retos a los que se enfrentan las empresas, emprendimientos o pequeños comercios electrónicos.
Entre los beneficios de comercializar un producto por internet, se encuentran:
Mayor alcance. Las ventas online permiten llegar a potenciales clientes en cualquier parte del mundo.
Disponibilidad 24/7. El negocio online está siempre abierto, lo que facilita las compras en cualquier momento.
Menores costos. El comercio electrónico reduce los gastos asociados a una tienda física.
Flexibilidad. Permite adaptarse rápidamente a las tendencias del mercado y las necesidades de los clientes.
Personalización. Las tiendas online pueden segmentar y adaptar sus productos y promociones al público objetivo.
Facilitar el proceso de compra. Los dispositivos móviles y opciones de pago, como tarjeta de crédito, simplifican la experiencia de compra.
Mayor acceso a información. Los clientes pueden acceder fácilmente a información detallada sobre los productos para vender online.
En líneas generales, los e-commerces o comercios digitales pueden servirse del marketing digital para atraer a más clientes e impulsar su imagen de marca para generar más ingresos. Antes de comprar un producto, los consumidores buscan reseñas y valoraciones en diferentes páginas web, así como recurren al boca a boca.
Además, cada vez es más complicado mantener la atención de los consumidores, por lo que el marketing digital ofrece soluciones diversas para adaptar el embudo de ventas a las necesidades y particularidades de la audiencia objetivo, así como investigar nuevas maneras de impactar a los clientes.
Así pues, el marketing digital es de suma importancia en un e-commerce porque:
Como en el terreno físico, todos los comercios electrónicos no son iguales. ¡Veamos!.
En función del público objetivo, un e-commerce puede ser:
En función del modelo de negocio, un e-commerce puede ser:
Como ves, de nuevo, e-commerce y marketing online están relacionados íntimamente.
Crear y compartir contenido relevante, como artículos y videos, ayuda a atraer y retener a potenciales clientes, lo que posiciona al vendedor como un experto en su nicho, lo que genera confianza.
Estas redes sociales son esenciales para promocionar negocios y productos. Publicar imágenes atractivas, interactuar con seguidores y utilizar hashtags populares para llegar a un público más amplio pueden ser medidas muy efectivas para la venta en internet.
En la medida en que sea necesario, se puede invertir en publicidad en redes sociales, colaborar con influencers y participar en entrevistas con expertos para aumentar la visibilidad de la marca y productos.
Optimizar la tienda online y contenido para motores de búsqueda como Google permite aparecer en los primeros resultados de búsqueda, lo que atrae a más visitantes y potenciales clientes.
Utilizar el correo electrónico para mantener a los clientes informados sobre novedades, ofertas y promociones, y fomentar la repetición de compra y la lealtad de marca son estrategias complementarias para obtener buenos resultados.
WhatsApp Business. Esta herramienta permite gestionar consultas y ventas de manera rápida y personalizada, ya que facilita el envío de información de productos, promociones y seguimiento de pedidos.
Tienda online. La tienda online es el espacio central donde los clientes pueden explorar y comprar tus productos, ya sea en el propio sitio web o en plataformas de terceros como Amazon, es decir, un marketplace.
Redes sociales. Además de promocionar productos, las redes sociales también pueden ser utilizadas como canales de venta, lo que permite a los clientes comprar directamente desde sus cuentas de Facebook e Instagram.
Agregar valor al producto. Es importante diferencias los productos de la competencia mediante la calidad, el diseño, el servicio postventa y la atención al cliente, es decir, generar una propuesta única y atractiva.
Segmentar el mercado. Una buena segmentación del mercado permite identificar y enfocarse en nichos específicos, de tal manera que se pueden adaptar los productos y estrategias de marketing a las necesidades y preferencias de estos segmentos.
Contenido integrado en canales de venta. Es importante compartir información relevante y atractiva sobre los productos y la marca en todos los canales de venta, incluidos sitios web, redes sociales y correo electrónico para mantener a los clientes interesados y comprometidos.
Recompensar a los clientes. También es importante implementar ofertas exclusivas y descuentos para los clientes que realicen compras frecuentes o referencias, ya que esto incentiva la repetición de compra y la promoción de tu negocio entre sus contactos.
Tampoco se debe olvidar el cumplimiento de los requisitos legales y éticos en la gestión de datos personales y transacciones, así como mantener una conversación transparente con los clientes para garantizar una experiencia basada en la confianza. Esto, junto con elegir buenas estrategias, puede ayudar a que los clientes opten por obtener los productos sin temor, sobre todo cuando hay pagos con tarjetas de crédito o transferencias de dinero.
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