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Podemos definir el geomarketing como las prácticas de que parten de la manipulación, visualización y análisis de datos geográficos como apoyo para tomar decisiones estratégicas en cuanto a audiencia y producto. El geomarketing posibilita analizar datos segmentándolos por región geográfica, e incluso por puntos geográficos muy concretos. Junto a otras variables demográficas y psicográficas, la geolocalización de la audiencia es uno de los factores más influyentes a la hora de configurar un buyer persona y de definir a nuestra audiencia.
Hoy día, muchas aplicaciones y software de análisis de datos traen incorporadas ciertas funciones de geomarketing como, por ejemplo, Google Analytics. En Google Analytics podemos segmentar nuestra audiencia por países y otros núcleos poblacionales de menor tamaño, además de aplicar otras dimensiones más reveladoras. A su vez, Google Ads también registra las interacciones e impresiones de los usuarios según su procedencia.
En este artículo vamos a explicarte las diferentes formas de hacer geomarketing, cómo puede aplicarse y te explicaremos dos tipos de geomarketing en boga: el geofencing y el geotagging.
El geomarketing no sirve solo para saber desde dónde nos visitan nuestros usuarios o dónde nos compran más. Si bien esta información es muy útil, el geomarketing va un paso más allá y la aprovecha de forma mucho más útil. A la hora de querer definir nuestra audiencia real, es importante conocer a nuestro consumidor en función de su ubicación geográfica: su nacionalidad, si vive en ciudades grandes o pequeñas, costero o de interior, etc.
Gracias al geomarketing podemos localizar oportunidades de negocio en fuentes de tráfico florecientes. No es raro que un sitio web en español reciba tráfico inesperado de cualquier otro país hispano, lo que podría representar una nueva fuente de clientes. A su vez, si nuestro negocio trabaja el SEO local, nos permite lanzar campañas en ubicaciones muy específicas para una audiencia muy concreta.
En contraparte a identificar oportunidades, también podemos servirnos de visualizaciones de mapas para detectar áreas de mejora o de fracaso. Si observamos que el esfuerzo proporcional dedicado a una audiencia geográfica no ha dado los frutos proporcionales esperados, podemos analizar más datos en profundidad con el fin de tomar decisiones estratégicas diferentes.
Con el geomarketing también podemos tomar decisiones diferenciadas según audiencia. Por ejemplo, podemos probar las diferentes reacciones y engagement de una misma campaña publicitaria en diferentes lugares y después analizar los datos resultantes. De esta forma, podemos ir perfilando diferentes tipos de audiencia y sus preferencias.
En cuanto a la generación de contenido, hacer investigaciones de temáticas con un enfoque de SEO local es otra práctica de geomarketing muy útil. Al fin y al cabo, las temáticas y búsquedas de los usuarios cambian radicalmente de zona a zona, por lo que, si tenemos audiencias repartidas por la geografía del mundo, es recomendable impactarlas con contenido diferenciado geográficamente.
Sin embargo, su uso no solo se limita a la publicidad, sino también a la logística. Mediante la visualización de rutas de distribución de paquetería, podemos evaluar cuál ruta es más eficaz en cuestión de tiempo, coste y porcentaje de entrega exitoso.
El geofencing es una técnica de geomarketing que utiliza la tecnología de posicionamiento geográfico para establecer límites virtuales alrededor de ubicaciones específicas, como tiendas, oficinas o áreas geográficas particulares. Estos límites, conocidos como geovallas o geofences en inglés, son áreas delimitadas en un mapa digital.
La principal funcionalidad del geofencing es enviar notificaciones, alertas o mensajes específicos cuando un dispositivo móvil, como un teléfono inteligente, entra o sale de una geovalla. Estos mensajes pueden personalizarse y se activan automáticamente basándose en la ubicación del dispositivo en relación con la geovalla.
Imaginemos que eres dueño de una cadena de tiendas de ropa y decides implementar una estrategia de geofencing para atraer clientes a tus establecimientos. Consecuentemente, creas geovallas alrededor de cada una de tus tiendas.
Cuando un usuario que tiene instalada tu aplicación móvil entra en una de estas geovallas, la aplicación detecta su ubicación y activa una notificación personalizada. Por ejemplo, el usuario está cerca de una tienda y recibe un mensaje que dice: ¡Bienvenido a nuestra tienda en [nombre de la ciudad]! Presenta este mensaje para recibir un 10% de descuento en tu compra".
En este caso, la estrategia aquí es atraer clientes que ya están cerca de tus tiendas ofreciéndoles descuentos exclusivos o promociones especiales. Así, aumentamos las posibilidades de que el cliente decida visitar la tienda en ese momento, ya que ha recibido una oferta personalizada y relevante para él en un momento oportuno.
El geotagging, o geolocalización, es la práctica de agregar información de ubicación geográfica a diversos tipos de medios, como fotos, videos, mensajes, o incluso actualizaciones en redes sociales. Esta información de ubicación se obtiene a través de coordenadas geográficas, como latitud y longitud, y se asocia con el contenido en cuestión.
Por ejemplo, cuando etiquetamos la ubicación en una publicación o historia de Instagram, estamos ofreciendo una información que puede aprovecharse en geomarketing. De esta forma, podemos segmentar a los usuarios por su ubicación o por sitios en los que han estado y mostrarles anuncios más acordes.
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