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La inversión no es solo un acto de colocar fondos en distintos activos, sino una disciplina que requiere conocimiento, visión y habilidades específicas. Para aventurarse en este emocionante camino con confianza, es esencial poseer una formación especializada que brinde las herramientas necesarias para comprender y navegar por los mercados financieros de manera efectiva.
Es por ello que hemos decidido escribir este artículo en Euroinnova, para guiarte a través de las diversas estrategias de inversión que se despliegan en el panorama financiero actual. Al fin y al cabo, comprender las estrategias de inversión y su aplicación en el contexto actual es esencial para todo aquel que desee aventurarse en el mundo financiero. ¡Invierte un poco de tiempo en esta entrada e infórmate!
Al hablar de estrategias de inversión, podemos dividirlas en diferentes enfoques según cómo el administrador decide qué activos formarán parte de tu cartera y cuál será su importancia relativa en ella:
La inversión activa busca superar el rendimiento de un índice de referencia a medio plazo. Aquí, se toman decisiones de inversión tras analizar las empresas que podrían formar parte de la cartera, eligiendo aquellas con mejores perspectivas de crecimiento. El administrador también define cuánto y por cuánto tiempo invertir en cada activo. Esta forma de inversión es muy dinámica y requiere análisis constante y revisión de la valoración de activos, expectativas futuras y la estrategia en sí. El objetivo es superar al índice de referencia.
La inversión pasiva se limita a replicar la composición de un índice de referencia, realizando cambios solo si una empresa abandona el índice. Esta estrategia requiere menos gestión, lo que se traduce en comisiones de gestión más bajas comparadas con la inversión activa. Se basa en la idea de que los mercados son eficientes y, con el tiempo, reflejarán el valor real de las empresas. Por lo tanto, se confía en que a largo plazo los índices superarán en rendimiento a las carteras gestionadas activamente.
Esto significa que elegirás entre inversión activa o pasiva según cómo se comporte el mercado. Si buscas reducir costos, optarás por la gestión pasiva. Sin embargo, si buscas rendimiento a través de empresas con potencial de crecimiento, entonces elegirás la inversión activa.
El administrador aprovecha oportunidades para comprar empresas cuando el precio está por debajo de su estimación del valor, esperando que el precio se equipare con ese valor con el tiempo.
Esta estrategia, que conlleva un nivel de riesgo más alto, apunta a invertir en empresas con un alto potencial de crecimiento en sus beneficios. Aunque el precio de sus acciones puede estar en línea con su valor real, se espera que este valor aumente debido al crecimiento del negocio. Suele involucrar a empresas jóvenes que operan en mercados de rápido crecimiento o en sectores innovadores.
Esta estrategia se encuentra entre la inversión en valor y la inversión en crecimiento. Busca activos que están creciendo, pero a un precio moderado, sin estar excesivamente caros ni con un gran descuento, lo que indicaría un potencial limitado de crecimiento.
El análisis técnico es una herramienta que busca predecir cómo se comportará un activo en el futuro, utilizando información de su historial, para anticipar los movimientos de precio. Una variante de este análisis es el análisis gráfico o chartista, que estudia las formas que toman los precios en gráficos. Al realizar análisis técnico, es relevante considerar la liquidez del mercado, ya que en mercados con poca liquidez, este enfoque podría ser menos efectivo.
Este enfoque se enfoca en estudiar factores que impactan el valor de un activo, como el entorno económico, el sector, el ciclo económico, la estrategia de la compañía, su salud financiera, nivel de deuda, entre otros. Su objetivo es calcular el valor real de un título para determinar si su precio actual se ajusta a ese valor o si está sobrevaluado o subvaluado.
Esta estrategia de inversión implica adquirir activos con el propósito de conservarlos a largo plazo para aprovechar las ganancias que generan, como los dividendos en el caso de acciones. Por lo general, se eligen empresas sólidas y establecidas en el mercado, que tienen buenos ingresos, poca deuda y reparten dividendos. Aunque los precios de compra pueden ser más altos, esta estrategia disminuye los gastos de vender activos al mantenerlos durante mucho tiempo. En resumen, es como plantar una semilla y verla crecer con el tiempo.
El estudio del comportamiento de las industrias, las empresas, los sectores económicos, efectuando sugerencias y/o recomendaciones de dónde invertir lo hace un analista de inversiones.
Se encargan de hacer estudios pormenorizados tanto de factores internos como externos a la empresa, evaluando así que inversiones son realmente rentables. Es decir, los analistas de inversiones son un pilar fundamental para poder confeccionar estrategias de inversiones Realizan análisis de los diversos sectores económicos de las regiones del mundo, y los tipos de inversiones más tradicionales e inversiones alternativas, tales como, mercados de crédito, bolsa, fondos, bienes, criptoactivos, criptomonedas y dinero en efectivo.
Un analista puede trabajar en un sinfín de mercados laborales, para corredores de bolsas, bancos de inversión, empresas de gestión de inversiones y como analista independiente. Sus funciones principales son las siguientes:
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