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Los avances tecnológicos y las mejoras en las comunicaciones principalmente han permitido que en las sociedades se produzca un fenómeno conocido como internacionalización en todos los ámbitos de la vida. La internalización también ha llegado a las empresas, haciendo que sea hoy prácticamente un requisito imprescindible o incluso una exigencia si quieren tener posibilidades de éxito.
Cuando hablamos de internacionalización empresarial nos referimos a la capacidad productiva que tiene la empresa de poder vender sus productos o prestar sus servicios en otros países o bien de localizarse en otro país diferente al suyo de origen.
El crecimiento económico de muchas empresas no se entiende hoy si no aspira a su internacionalización como forma de acceso a otros mercados de diferentes países del mundo. Cuando una sociedad decide dar el paso e internacionalizarse, debe saber que tiene que conocer una serie aspectos del entorno que le van a ayudar a que su nueva etapa sea un éxito:
Vemos que cumplir todos estos requisitos puede suponer para las sociedades un sacrificio pues no es un proceso fácil. Supone, como comentamos, la ayuda de profesionales y una inversión en recursos humanos y medios importantes. Todo esto no tendría sentido si no tuviera como contrapartida una serie de ventajas.
La internacionalización de las empresas puede darse en diversos ámbitos y de diversas formas. Nos podemos encontrar aquellas empresas simplemente se dedica a vender sus bienes en el extranjero y no se conforman con el mercado nacional. Son empresas exportadoras de bienes y servicios que buscan nuevos clientes más allá de su país de origen
Por otro lado, la internacionalización puede ir más allá con las empresas transnacionales. Son aquellas sociedades que, además de su casa matriz en su país de origen, cuentan con sucursales en otras partes del mundo. Son empresas de gran tamaño que suelen buscar mano de obra más barata en otros países.
Otro caso diferente puede ser lo que se conoce como empresa multinacional. Este tipo de empresa tienen medios de producción, personal y procesos de fabricación en cada uno de los países donde operan. Solo la administración y coordinación es central.
La mayoría de los países saben de la importancia de la internacionalización de sus empresas nacionales, por lo que crean leyes para favorecerla, ayudando a aquellas sociedades que estén dispuestas a aumentar sus mercados, su competitividad y, en definitiva, a crecer y crear empleo.
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