Historia

Historia

La palabra historia viene del griego istoria que significa búsqueda, investigación. En su sentido general, con este término se entiende una exposición ordinaria de hechos y eventos ocurridos en el pasado, que han sido analizados de forma crítica y de los cuales se ha comprobado la veracidad. El padre de la historia fue el historiador Heródoto (siglo V a.C.), que usó por primera vez el término en su acepción etimológica “exposición de la investigación”. 

La historia puede ser estudiada de forma diacrónica o sincrónica. La primera proviene desde dià (a través) krónos (tiempo), efectivamente, la historia diacrónica estudia la sucesión de hechos en el tiempo, por ejemplo, habla de la prehistoria, de la civilización egipcia, de la Mesopotamia, etc. Mientras que sincro significa contemporáneo, y como dice la misma palabra la historia sincrónica estudia un periodo histórico en sus múltiples aspectos, como por ejemplo podría ser un periodo histórico del cual se estudia la historia política, militar, social, económica, etc. 

La historia política trata de explicar los sucesos políticos e institucionales de un periodo en concreto; mientras que la historia militar los sucesos militares. En cambio, la historia social pretende estudiar los grupos sociales presentes en una época específica y de cómo se relacionaron entre ellos. La historia económica analiza la actividad económica de un periodo histórico, las normas existentes sobre la distribución de la riqueza, las labores que se desarrollaban, etc. Además, existen también la historia cultural que se ocupa de la cultura de la época, la climática que analiza la relación entre la vida humana y el clima, y la historia técnica que investiga sobre los instrumentos que los humanos han construido en el tiempo según sus necesidades y las repercusiones que estos han tenido en nuestra vida. 

Para facilitar el estudio de la historia de la humanidad, se divide en periodos de tiempo y esta técnica se llama “periodización” y se adopta en varios campos de conocimiento como la literatura, la filosofía, la ciencia, etc. Cada “Edad” representa características similares que lo hacen totalmente diferente respecto a otras épocas históricas. La fase más antigua de la historia es la prehistoria, que a su vez se divide en la Edad de Piedra (Paleolítico, Mesolítico, Neolítico) y la Edad de los Metales (Calcolítico, Edad del Bronce y Edad del Hierro). 

Hoy en día, se suele usar una periodización histórica en cuatro etapas: 

• La Antigüedad o Edad Antigua empieza con el comienzo de la escritura y a su vez se divide en historia preclásica y clásica con los imperios de la antigua Grecia y Roma. Acaba en el 476 d.C. con la caída del Imperio Romano. 
• El Medioevo o Edad Media (entre siglo V y el XV) dura más o menos 1000 años y se divide entre Alto y Bajo Medioevo. Esta época termina con el descubrimiento de América en 1492 por parte de Cristóbal Colón. 
• La Edad Moderna (entre el siglo XV y el XVII) se diferencia por sus importantes eventos de la civilización como el Humanismo, el Renacimiento, la invención de la prensa y la reforma protestante, que cambió definitivamente el rol de la Iglesia católica. 
• La Edad Contemporánea (desde 1789 hasta la actualidad) tiene inicio con la revolución francesa y la revolución industrial. Se caracteriza por las revoluciones, las luchas y los grandes cambios artísticos, demográficos, sociales, políticos, tecnológicos y económicos. 

En el ámbito de la educación la historia es una asignatura presente en el currículo escolar, que estudia los hechos pasados y a través de la cual se intenta desarrollar una mentalidad crítica del alumnado. Para su estudio hay muchos recursos entretenidos para docentes y alumnos según la época que se desea tratar. Gracias a su estudio, la historia nos ayuda a entender mejor el presente, a aprender del pasado y, sobre todo, corregir los errores que se podrían repetir.

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