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La educación de Costa Rica estuvo en la mira durante muchos años debido a sus avances y reconocida calidad. Como referente en América Latina, brindó muchas pautas para la promoción de una formación orientada al desarrollo del talento, sobre todo, en la educación superior.
Aunque actualmente se encuentra en crisis debido a la disminución del presupuesto público, muchas de sus políticas siguen siendo reconocidas por pertinencia y adecuación a las necesidades de su estudiantado. Entre ellas, se encuentra la inclusión educativa en Costa Rica, sobre la que te contamos en el siguiente texto.
La inclusión educativa se guía por el criterio del acceso equitativo e igualitario a la formación escolar en todos sus niveles. Al tratarse de un proceso continuo, los estados despliegan medidas para garantizar no solo la confección de currículos adaptados, sino también el reconocimiento de la diversidad. En este sentido, se busca que todos los niños y adolescentes poseen las mismas oportunidades formativas, por lo que se considera imprescindible eliminar cualquier barrera o brecha que incida negativamente en su desarrollo integral.
Ahora bien, la inclusión educativa en Costa Rica se encuentra amparada por el Decreto N.º. 40955 de 2018, el cual dispone el establecimiento de medidas para el ofrecimiento de educación de calidad para toda la población. Entre sus bases, se encuentra la inclusión de personas con discapacidad, la eliminación de la discriminación en todas sus formas, la creación de contenidos adaptados y el aseguramiento tanto de la permanencia como de la superación de los niveles educativos.
Entidades como el Centro Nacional de Recursos para la Educación Inclusiva (CENAREC) y el Observatorio Nacional de la Educación Inclusiva (ONEI) promueven acciones, espacios, políticas y prácticas educativas que aseguren una educación inclusiva que respete la diversidad, la pluralidad y la diferencia.
La inclusión educativa cuenta con dimensiones en las que busca intervenir de manera significativa para erradicar brechas en cuanto al acceso a educación de calidad. ¿Cuáles son? Se desarrollan a continuación:
La inclusión de personas con discapacidad se encuentra contemplado en diversas leyes y decretos creados por el Estado costarricense desde 1970. Al mismo tiempo, estas medidas se amparan en marcos internacionales que pautan el aseguramiento de los derechos humanos de estas personas. El acceso a la educación formal y técnica es un derecho de todos, por lo que los estudiantes con discapacidad deben recibir ayudas para superar con éxito sus estudios. Se incluye la atención a las necesidades educativas especiales (NEE).
La perspectiva de género es una dimensión crítica en la inclusión educativa en Costa Rica. Las leyes en torno a este tema, así como las políticas nacionales de igualdad y equidad de género, norman la inclusión del género en los currículos y la impartición de contenidos de educación sexual. El principal objetivo es combatir la discriminación, fomentar la igualdad, desarrollar la afectividad y sexualidad, combatir el embarazo adolescente e implementar otras perspectivas complementarias para el desarrollo de las niñas y adolescentes.
La educación inclusiva es una herramienta para erradicar la pobreza y eliminar cualquier tipo de brecha que puede implicar la perpetuación de la exclusión, la vulnerabilidad y la desigualdad. El Estado debe garantizar el acceso a una educación de calidad a todas las poblaciones del país aplicando estrategias, medidas y políticas orientadas a formar profesionales, donde el talento es el valor más importante. Con educación superior y técnica, se cubren cargos críticos en las industrias y se genera empleo, cuyo impacto socioeconómico es innegable.
Costa Rica alberga a ocho pueblos indígenas y siete lenguas indoamericanas. La inclusión educativa, en este caso, se orienta al respeto, valoración y promoción de la diversidad cultural y lingüística. El objetivo es fortalecer la educación indígena y preservar los idiomas, que se erigen como patrimonio lingüístico de la nación. Con todo, se fomenta el acceso y superación de los niveles y modalidades formativas atendiendo a los aspectos socioculturales de estos pueblos.
Otro gran obstáculo para el desarrollo integral de los estudiantes es la xenofobia. Los migrantes y refugiados deben protegerse de la segregación, la violencia y exclusión social. En este sentido, los centros educativos costarricenses establecerán las medidas oportunas para integrar a los estudiantes –véanse las adaptaciones curriculares y las actividades extracurriculares– y fomentar el respeto entre compañeros.
La transformación hacia una educación más inclusiva en Costa Rica implica:
Esta consiste en adaptar el currículo para hacerlo no solo más accesible, sino también convertirlo en más relevante para todos y todas las estudiantes, quienes cuentan con necesidades educativas específicas.
Las escuelas y centros de formación deben contar con instalaciones modernas, cómodas y propicias para la accesibilidad física y seguridad de los estudiantes. Se incluyen aulas, corredores amplios, rampas, ascensores, ambientes adaptados para el esparcimiento y el ocio, y aclimatación en zonas de temperaturas adversas.
La educación en el siglo XXI no puede prescindir de las nuevas tecnologías. Así, como complemento a los materiales y libros de texto, se deben incluir recursos interactivos y accesibles que atiendan a la diversidad del estudiantado.
Los docentes requieren actualización y formación continua para abordar la diversidad en el aula, así como para utilizar métodos de enseñanza que promuevan la inclusión. Estas opciones formativas dotarán a los profesores de conceptos básicos y herramientas para una práctica docente inclusiva.
Pese a los avances, persisten varios desafíos:
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
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