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El jet lag o síndrome de los husos horarios se produce cuando se viaja rápidamente a través de zonas horarias y el ritmo habitual del cuerpo se desincroniza. Aunque esto suele durar poco tiempo: El cuerpo acaba adaptándose a la nueva zona horaria. Aunque hay formas de adaptarse más rápidamente al nuevo horario y reducir los síntomas del jet lag.
Sí, el jet lag se produce cuando se altera los ritmos circadianos naturales debido al viaje a una nueva zona horaria. El ritmo circadiano es el reloj interno que el cuerpo utiliza para controlar las horas de sueño y vigilia. Viajar altera las medidas que el cuerpo utiliza para gestionar su reloj interno, como la exposición a la luz del día, la temperatura y las hormonas.
Los síntomas del jet lag suele ser bastante incómodos para quien los padece. Estamos hablando de molestias como la fatiga, inconveniencias como el insomnio y algunas sintomatologías bastante desagradables como dolores de cabeza, disfunción cognitiva. Tambien es común escuchar de dolores corporales. Esto se debe a la dificultad de nuestro cuerpo de obtener suficiente sueño reparador.
El jet lag suele ser inevitable para el viajero frecuente. Si eres una persona que tiene una agenda de trabajo exigente que requiere de largos viajes a distintas zonas horarias, seguramente estarás familiarizado con el tema.
Sin embargo, no afecta a cada persona de la misma manera. Normalmente, las personas manifiestan tener dificultades para dormir sin interrupciones y les cuesta levantarse y sentirse productivas por la mañana. Pero hay casos donde el jet lag puede afectar el metabolismo y al sistema digestivo.
El cuerpo humano necesita paciencia, puesto que le toma una cantidad de tiempo importante para recalibrarse ante cambios leves en el ritmo circadiano. Generalmente, los síntomas del jet lag deberías disminuir luego de pasados 2 o 3 días luego de que llegues a tu destino.
Para que esto no afecta tus días de vacaciones, tienes que tener en cuenta estos periodos de tiempo y permitir que tu reloj corporal se ajuste debidamente.
La longevidad del jet lag depende del número de husos horarios que hayas cruzado. Una regla general es que tu cuerpo se tarda casi un día en recuperarse por cada zona horaria que se cruza".
Por frustrante que parezca, no existe una cura fácil ni una forma infalible de prevenir el jet lag, pero sí hay estrategias para minimizarlo. Siga leyendo para conocer cómo reducir sus efectos.
Antes de salir de casa, trata de que tu horario de sueño sea el de la zona horaria a la que te diriges. Otro consejo puede ser intentar mantenerse despierto a las horas de luz. Aunque esto ciertamente puede resultar difícil, puede ayudarte a disminuir considerablemente el impacto del jet lag en tu cuerpo.
Varios estudios concuerdan que comer menos o practicar el ayuno varias horas antes de llegar a tu destino, alivia sustancialmente los síntomas relacionados con el Jet lag.
Te recomendamos que bebas mucha agua durante el vuelo y hagas todo lo posible para evitar bebidas que contengan cafeína o alcohol. Los alimentos con alto contenido de sodio, como las patatas fritas y el maní, tambien son contraproducentes.
Si te cuesta conciliar el sueño, es tentador recurrir a la bebida o a los somníferos para "dormirte". Pero los expertos señalan que esto no te ayudará con el jet lag.
En su lugar, se recomienda consumir somníferos naturales como el té de manzanilla, el aceite de lavanda o los suplementos de melatonina. Estos pueden ayudar a regular tu ciclo de sueño, pero son mucho más suaves y por lo general estarán fuera de tu sistema antes de que aterrices, dándote claridad y tiempo de ventaja para ajustar tu reloj interno.
Es crucial volver a los horarios normales de sueño en cuanto aterrice el avión. Adaptarse a los husos horarios puede resultar difícil, pero es importante no retrasar la hora de dormir bien. Esfuérzate por cumplir las ocho horas de sueño recomendadas por noche, para garantizar un horario de sueño saludable.
En otras palabras, en lugar de echarte la siesta al día siguiente de aterrizar, enciende el despertador y levántate a tu hora habitual en el nuevo huso horario.
Te dará ese rápido subidón de energía que necesitas para aliviar el jet lag y el delirio. El ejercicio también puede inducir cansancio para un sueño profundo, llegada la noche.
Las primeras 48 horas son vitales, puesto que tendrás un exceso de energía producto del cambio de horario, así que mantenerse activo es la clave para agotarte y poder disfrutar de una noche de descanso reparadora cuando ya estes exhausto.
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