Grooming y ciberacoso sexual: Señales de alerta y estrategias de prevención

El grooming o ciberacoso sexual es una práctica en la que un adulto se pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el objetivo de ganarse su confianza para luego involucrarlo en actividades sexuales de diverso tipo: desde enviar fotos o videos, hasta concertar encuentros presenciales de explotación sexual y abusos. 

El grooming se lleva a cabo generalmente a través de redes sociales, chats, juegos en línea y otras plataformas digitales. El objetivo del groomer (nombre que recibe el/la acosador/a) puede variar desde el abuso sexual hasta la producción de pornografía infantil.

Un informe de Save the Children España de 2023, titulado "Online Grooming", hace un análisis de este fenómeno en el país. Los resultados muestran que el género y la edad hacen más vulnerables ante el grooming, pues es más frecuente que las niñas y adolescentes mujeres entre 10 y 17 años sean víctimas. No obstante, la edad promedio de las víctimas es de 13 años y pueden ser un grupo de niños/as quienes son acosados al tiempo. 

Por otra parte, en el 47,5% de los casos la persona agresora era desconocida y el 95,1% eran personas sin antecedentes penales. 

Cuáles son las etapas del grooming

El grooming, también llamado child grooming o engaño pederasta, generalmente se desarrolla en varias etapas que se pueden agrupar así:

Contacto inicial

El acosador establece el primer contacto con el/la menor, a menudo utilizando perfiles falsos para ocultar su verdadera identidad. Puede tratarse de un/a adulto que finge ser un/a menor.

Ganarse su confianza

El groomer busca ganarse la confianza de los/as menores, mostrando interés en sus actividades y ofreciéndole apoyo emocional. Demuestra interés por sus gustos y aficiones, escucha sus problemas y empatiza con sus preocupaciones. En algunas ocasiones puede tratarse de una persona conocida, como un docente, entrenador o amigo/a de la familia. 

Aislamiento y valoración de los riesgos

El acosador intenta aislar al o la menor de su entorno, sugiriendo que mantengan su relación en secreto. Además, indaga si alguien más sabe de sus conversaciones o si alguien tiene acceso a su dispositivo o redes sociales. 

Desensibilización

El groomer introduce temas de carácter sexual de manera gradual, normalizando estas conversaciones.

Explotación

Finalmente, el acosador manipula al o a la menor para que participe en actividades de naturaleza sexual, que pueden incluir la producción de pornografía infantil o incluso agresión sexual. Suelen recurrir a las amenzas y el chantaje para que los niños, niñas y adolescentes accedan. Una vez han enviado algún tipo de contenido sexual, empieza a amenazar para obtener más a cambio de hacer público dicho contenido. 

Cómo detectar y prevenir el grooming

Detectar el ciberacoso puede ser complicado debido a la habilidad del acosador para ocultar sus verdaderas intenciones y manipular a los/as menores. Sin embargo, existen señales que pueden ayudar a identificarlo:

• Comportamiento cambiante: El o la menor puede mostrar cambios repentinos en su comportamiento, como aislamiento, tristeza, irritabilidad o ansiedad, así como un extremado recelo sobre su dispositivo móvil.
• Uso extensivo de dispositivos: Pasar mucho tiempo en línea, especialmente a solas, puede ser una señal de que algo no anda bien.
• Regalos inexplicables: Si el menor recibe regalos o dinero sin una razón aparente, podría ser una señal de que alguien está tratando de ganarse su confianza.

Para prevenir el grooming, es fundamental educar a niños, niñas y adolescentes sobre los peligros en línea y promover una comunicación abierta en la que se sientan seguros de hablar sobre cualquier interacción que los incomode. Por esto, es preciso hablar con naturalidad sobre estos temas y estrategias de protección. 

Si eres padre, madre o cuidador en la familia, se recomienda supervisar el uso de dispositivos y conocer las plataformas y aplicaciones que utilizan los/as menores. De hehco, existen algunos sistemas de protección parental, especialmente para los/as más pequeños/as. 

En cuanto a los/as docentes, se recomienda abrir espacios de dialogo en el aula y educar a los niños, niñas y adolescentes sobre el uso adecuado de los entornos digitales. Esto implica ayudarles a desarrollar un pensamiento crítico y capacidades para saber cómo actuar ante chantajes en línea. 

¿Cómo actuar ante el conocimiento de un caso de grooming?

Si un/a menor te cuenta que está siendo víctima de grooming es importante conservar la calma y demostrar apoyo incondicional al o la menor. A su vez, es imprescindible denunciar con los organismos de seguridad, quienes te indicaran los pasos a seguir. Además, la ayuda psicológica puede ser necesaria; recuerda que puede tratarse de un tipo de agresión sexual o abuso sexual con implicaciones psicológicas. 

En el caso de España, el Instituto Nacional de Ciberseguridad cuenta con recursos y asistencia tanto para denunciar como para recibir información sobre el uso seguro de los/as menores del internet. Su línea de ayuda es el 017. 

Esta institución recomienda recoger información y actuar con precaución, pues las pruebas pueden ser claves para los procedimientos legales. 

Finalmente, es preciso señalar que el grooming es un delito grave que puede tener consecuencias devastadoras para las víctimas. La educación, la supervisión y la comunicación abierta son esenciales para proteger a los niños, niñas y adolescentes de estos peligros.

¡Reconocer las señales y actuar a tiempo puede marcar la diferencia en la prevención del abuso sexual y otros tipos de explotación! Recuerda que formarte frente a la prevención del ciberacoso, el bullying y el maltrato infantil puede darte herramientas invaluables si trabajas con infancia:

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