Marta Ester Lopez Viseras

Icono 1 Icono 2

DOCENTE DE LA FACULTAD DE CIENCIAS


Foto de Marta Ester Lopez Viseras

Ingeniera química con una sólida formación y una profunda pasión por la investigación y la divulgación científica. A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de trabajar en diversos campos, los cuales me han proporcionado una perspectiva multidisciplinar.

Mi experiencia incluye el desarrollo de nuevos productos en el sector químico, donde he aplicado mis conocimientos técnicos para impulsar avances significativos. Me apasiona comunicar conceptos científicos complejos de manera accesible, ya que creo firmemente en la importancia de la educación y en promover el conocimiento entre diferentes audiencias.

Con un enfoque colaborativo y multidisciplinario, busco inspirar a otros a explorar el fascinante mundo de la ciencia. Estoy comprometida con contribuir al entendimiento científico en nuestra sociedad y espero seguir haciendo una diferencia en este campo.

Icono de información Formación

Ingeniera Química con un Máster en Ingeniería Ambiental y Producción Sostenible por la Universidad de Granada y la Universitat Rovira i Virgili.

Icono de información Experiencia

Posee una amplia trayectoria en la gestión de programas de enriquecimiento para estudiantes en instituciones académicas como el Instituto Tecnológico de California (Caltech). Asimismo, ha ocupado el cargo de Ingeniera de Desarrollo de Nuevos Productos e Innovación en destacadas empresas del sector químico e industrial, entre ellas la multinacional Saint-Gobain SEKURIT.

Artículos publicados

¿Quieres descubrir los secretos del enlace químico?

¿Quieres descubrir los secretos del enlace químico?

El enlace químico es el fenómeno fundamental que une a los átomos para formar compuestos químicos y moléculas en nuestro universo. Es la fuerza invisible, pero poderosa, que rige la estructura y las propiedades de todas las sustancias que nos rodean, desde los elementos simples hasta los compuestos más complejos. A través del estudio del enlace químico, los científicos han podido desentrañar los secretos de la materia a nivel molecular y abrir nuevas puertas hacia el desarrollo de tecnologías innovadoras y sostenibles. A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle qué es un enlace químico, cómo se forma y cómo influye en las propiedades de las sustancias químicas, brindando una visión fascinante del mundo molecular que subyace a nuestra realidad cotidiana. ¿Qué es un enlace químico? Un enlace químico es la fuerza que mantiene unidos a dos o más átomos para formar una molécula. Los átomos tienden a unirse entre sí para alcanzar una configuración electrónica más estable, siguiendo la regla del octeto o del dueto. Esto significa que los átomos buscan completar su capa de electrones externa con 8 electrones (o 2 en el caso del hidrógeno y el helio). Los enlaces químicos pueden ser fuertes, como los enlaces covalentes, o más débiles, como los enlaces iónicos y los enlaces metálicos. Las características esenciales de los enlaces químicos en la naturaleza molecular Las características de los enlaces químicos se basan en la forma en que los átomos interactúan entre sí para formar moléculas y compuestos. Uno de los aspectos fundamentales es la estabilidad que proporciona el enlace, permitiendo a los átomos alcanzar una configuración electrónica más favorable. Los enlaces químicos también determinan las propiedades físicas y químicas de las sustancias, como su punto de fusión, punto de ebullición, conductividad eléctrica y solubilidad. Además, la fuerza del enlace influye en la energía necesaria para romperlo o formarlo, lo que puede variar desde enlaces débiles hasta enlaces muy fuertes. La geometría molecular resultante de los enlaces también es crucial, ya que determina la forma tridimensional de las moléculas y afecta sus propiedades químicas. En general, las características de los enlaces químicos reflejan la complejidad y diversidad de las interacciones atómicas que rigen el comportamiento de la materia a nivel molecular. ¿Cómo se forma un enlace químico? La formación de un enlace químico es un proceso fundamental en la química que implica la interacción entre átomos para estabilizar sus configuraciones electrónicas. Cuando dos átomos se acercan lo suficiente, sus electrones externos interactúan entre sí, creando fuerzas atractivas que los mantienen unidos en una estructura molecular. Este fenómeno se basa en la teoría de la mecánica cuántica, que describe el comportamiento de los electrones en términos de nubes electrónicas y niveles de energía. Durante la formación de un enlace químico, los átomos pueden compartir pares de electrones o transferirlos completamente, dependiendo de su electronegatividad y afinidad por los electrones. En el caso de compartirlos, ambos átomos contribuyen con electrones para formar una nube electrónica conjunta alrededor del núcleo atómico. Esta compartición equitativa o desigual de electrones determinará la naturaleza y la fuerza del enlace formado. Además, factores como la geometría molecular y la repulsión entre las nubes electrónicas también influyen en la formación de enlaces químicos. La disposición tridimensional de los átomos y los pares de electrones alrededor del núcleo afecta directamente las propiedades físicas y químicas de las moléculas resultantes. Por ejemplo, la forma en que se disponen los átomos puede determinar si una molécula es polar o no polar, lo que a su vez afecta su solubilidad, punto de ebullición y otras características. Tipos de enlaces químicos En la naturaleza molecular, se pueden identificar diversos tipos de enlaces químicos, cada uno con sus propias particularidades y propiedades. Los enlaces covalentes son aquellos en los que dos átomos comparten pares de electrones para completar sus capas de electrones externas. Este proceso puede ser polar o no polar, dependiendo de la electronegatividad de los átomos involucrados. Estos enlaces son comunes en moléculas orgánicas como el agua (H2O) y el dióxido de carbono (CO2). Por otro lado, los enlaces iónicos se forman entre átomos con una gran diferencia en su electronegatividad, lo que resulta en la transferencia de electrones de un átomo a otro. En este caso, un átomo cede electrones a otro átomo para formar iones con cargas opuestas que se atraen mutuamente. Esta atracción electrostática es lo que mantiene unidos a los iones y forma compuestos iónicos estables. Este tipo de enlace se encuentra en compuestos como el cloruro de sodio (NaCl) y el sulfato de calcio (CaSO4). Los enlaces metálicos son característicos de los metales, donde los electrones de valencia se mueven libremente entre los átomos, creando una "nube" de electrones que mantiene unidos a los iones metálicos. Esta movilidad electrónica es responsable de las propiedades conductoras de los metales y su maleabilidad. Enlaces químicos: La base de la ciencia El enlace químico es fundamental para entender cómo se forman las sustancias que nos rodean. Desde las moléculas simples hasta las complejas estructuras cristalinas de los metales, los enlaces químicos juegan un papel crucial en la estabilidad y las propiedades de los compuestos químicos. Comprendiendo los diferentes tipos de enlaces químicos, como los covalentes, iónicos y metálicos, podemos predecir cómo se comportarán las sustancias en diversas condiciones. ¡Descubrir los secretos del enlace químico es adentrarse en un fascinante viaje hacia lo más profundo de la estructura molecular! Si quieres profundizar más en el conocimiento de este y otros fundamentos básicos y leyes de la química, puedes informarte sobre nuestro Máster en Química. Quizá te interese leer sobre... La Teoría de Lewis Titulaciones que te pueden interesar Curso de Operaciones en Planta Química  Curso Experimental en Química Analítica  ...

Leer más
Diferencia entre radiaciones ionizantes y no ionizantes

Principales diferencias entre radiaciones ionizantes y no ionizantes

La dualidad de la radiación, diferencias clave entre radiaciones ionizantes y no ionizantes La radiación es una forma de energía que se propaga a través del espacio y puede manifestarse en diversas formas, como luz visible, microondas, rayos X y radiación gamma. Esta energía, transportada en forma de ondas o partículas, interactúa con la materia de maneras muy variadas. Una de las clasificaciones más importantes de las radiaciones es la que las divide en ionizantes y no ionizantes. Esta distinción, aparentemente simple, tiene profundas implicaciones en los campos de la física, la medicina, la industria y, por supuesto, en la salud humana. Te contamos más sobre este apasionante tema. Principales diferencias entre radiaciones ionizantes y no ionizantes La principal diferencia entre las radiaciones ionizantes y no ionizantes radica en su energía. Las radiaciones ionizantes poseen suficiente energía paraarrancar electrones de los átomos, mientras que las radiaciones no ionizantes no. Esta diferencia en la energía tiene importantes implicaciones en los efectos que estas radiaciones producen sobre la materia y, en particular, sobre los seres vivos. Radiaciones ionizantes: un poder transformador Las radiaciones ionizantes son aquellas que poseen suficiente energía para arrancar electrones de los átomos, creando así iones. Esta capacidad de ionización es lo que confiere a estas radiaciones su poder tanto para causar daño como para ser utilizadas con fines beneficiosos · Aplicaciones: Las radiaciones ionizantes tienen múltiples aplicaciones en diversos campos. En medicina, se utilizan en técnicas diagnósticas como la tomografía computarizada (TC) y la radiografía convencional. También son fundamentales en tratamientos oncológicos mediante la radioterapia, donde se emplean para destruir células cancerosas. En el ámbito industrial, las radiaciones ionizantes se utilizan para la esterilización de equipos médicos y alimentos, así como en procesos de control de calidad mediante técnicas como la radiografía industrial. Además, se emplean en investigaciones científicas para estudiar materiales a nivel atómico. · Efectos sobre la salud: La exposición a radiaciones ionizantes puede causar daños en el ADN, lo que a su vez puede conducir al desarrollo de cáncer. La gravedad de los efectos depende de diversos factores, como la dosis de radiación, la tasa de dosis y el tipo de radiación. A corto plazo, una exposición aguda a altas dosis puede causar síndrome por irradiación aguda (ARS), que se manifiesta como náuseas, vómitos, fatiga y daño a la médula ósea y otros órganos vitales. A largo plazo, la exposición crónica puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer debido al daño genético acumulado. Además del cáncer, otros efectos incluyen problemas cardiovasculares y trastornos reproductivos. Por esta razón, es crucial limitar la exposición a fuentes de radiación ionizante siempre que sea posible. · Medidas de protección: La protección frente a las radiaciones ionizantes se basa en tres principios fundamentales: tiempo, distancia y blindaje. Reducir el tiempo de exposición , aumentar la distancia a la fuente de radiación y utilizar materiales de blindaje adecuados son las principales medidas para minimizar el riesgo. En el ámbito laboral, se establecen límites de dosis para los trabajadores expuestos a radiaciones ionizantes, y se utilizan equipos de monitorea como los dosímetros, que permiten medir niveles de exposición a lo largo del tiempo. Igualmente, es esencial formar al personal que trabaja con fuentes radiactivas sobre prácticas seguras. Radiaciones no ionizantes: un espectro más amplio Las radiaciones no ionizantes, por su parte, no poseen suficiente energía para ionizar los átomos. Sin embargo, pueden provocar otros tipos de interacciones con la materia, como el calentamiento de los tejidos o la excitación de los electrones a niveles de energía superiores. · Aplicaciones: Las radiaciones no ionizantes tienen una amplia variedad de aplicaciones en nuestra vida cotidiana. En el campo de las telecomunicaciones, las ondas de radio son esenciales para la transmisión de señales a través de dispositivos móviles y radios. Las microondas se utilizan en hornos microondas para calentar alimentos rápidamente. En medicina, la luz visible e infrarroja se emplea en terapias fotodinámicas y tratamientos estéticos. Además, tecnologías como el láser (que emite luz coherente) tienen aplicaciones en cirugía ocular y dermatología. · Efectos sobre la salud: Aunque generalmente consideradas menos peligrosas que las ionizantes, las radiaciones no ionizantes también pueden tener efectos adversos sobre la salud si hay una exposición excesiva o prolongada. Por ejemplo, la exposición intensa a luz ultravioleta (UV) puede causar quemaduras solares y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Las microondas pueden generar calor en los tejidos humanos si se exponen a niveles altos durante períodos prolongados; sin embargo, estos casos son raros fuera del uso industrial específico o accidentes con hornos microondas mal utilizados. · Medidas de protección: Las medidas de protección frente a las radiaciones no ionizantes varían según el tipo de radiación. En el caso de los campos electromagnéticos de baja frecuencia, se recomienda mantener una distancia segura de las fuentes de radiación y limitar el tiempo de exposición. Para la radiación ultravioleta, se utilizan protectores solares y ropa protectora. Por otro lado, informar sobre los riesgos asociados con diferentes tipos de radiación ayuda a fomentar prácticas seguras. La importancia de entender las radiaciones La comprensión profunda de las diferencias entre las radiaciones ionizantes y no ionizantes es esencial tanto para su aplicación efectiva como para garantizar nuestra seguridad ante sus posibles efectos adversos sobre la salud humana. Mientras que las primeras son utilizadas ampliamente en medicina e industria debido a su capacidad para alterar estructuras atómicas y moleculares, su potencial dañino requiere precauciones estrictas. Por otro lado, aunque las radiaciones no ionizantes presentan un menor riesgo inmediato para la salud humana, su uso generalizado en tecnología moderna demanda atención continua respecto a sus efectos acumulativos. Tanto profesionales como ciudadanos deben estar informados sobre estas formas de energía radiante para tomar decisiones informadas acerca del uso seguro y responsable en nuestras vidas diarias. La formación continua sobre estos temas es clave para mitigar riesgos mientras aprovechamos los beneficios que ambas formas de radiación ofrecen en diversos campos. Quizás te interese leer más sobre: Cursos de radiología en línea Cuánto gana un radiólogo en Estados Unidos...

Leer más
El pretratamiento de aguas residuales, la primera línea de defensa de nuestros recursos hídricos

El pretratamiento de aguas residuales, la primera línea de defensa de nuestros recursos hídricos

El agua, un recurso vital para la vida en nuestro planeta, se ve sometida a una constante presión debido al crecimiento poblacional y la actividad industrial. Las aguas residuales, producto de nuestras actividades diarias, contienen una gran cantidad de contaminantes que pueden dañar el medio ambiente y la salud humana. Por ello, el tratamiento de estas aguas resulta fundamental para garantizar la sostenibilidad de nuestros ecosistemas. El pretratamiento de aguas residuales es la primera etapa en este proceso y desempeña un papel crucial en la eliminación de los contaminantes más grandes y pesados antes de que el agua pase a las siguientes fases de purificación. Objetivos del pretratamiento y tratamiento de lodos El pretratamiento tiene como objetivo principal eliminar los contaminantes más grandes y sólidos presentes en las aguas residuales antes de que estas ingresen a las etapas más complejas del tratamiento. Los objetivos específicos incluyen: Protección de equipos: La eliminación de sólidos grandes y materiales flotantes protege los equipos mecánicos y eléctricos utilizados en las plantas de tratamiento, evitando daños costosos y prolongando su vida útil. Reducción de carga contaminante: Al eliminar sólidos suspendidos, grasas y aceites, se reduce la carga contaminante que debe ser tratada en las etapas posteriores. Esto mejora la eficiencia general del sistema. Facilitación del tratamiento biológico: Un pretratamiento efectivo facilita el trabajo de los microorganismos responsables del tratamiento biológico al reducir la cantidad de materia orgánica no biodegradable. Manejo eficiente de lodos: El pretratamiento también contribuye a una mejor gestión de los lodos generados durante el proceso, lo que es crucial para minimizar el impacto ambiental. Por otro lado, el tratamiento de lodos es una parte integral del proceso global de gestión del agua, el cual se enfoca en estabilizar y reducir el volumen de los sólidos producidos durante el tratamiento de aguas residuales. Estos lodos pueden ser tratados mediante procesos biológicos, químicos o térmicos para convertirlos en un producto final estable y seguro para su disposición final. Los objetivos del tratamiento de lodos incluyen: Reducción Volumétrica: Disminuir el volumen total de lodos generados mediante procesos como la deshidratación o digestión anaerobia. Estabilización: Transformar los lodos en un material menos patógeno y más manejable a través de procesos biológicos o químicos. Recuperación Energética: En algunos casos, los lodos tratados pueden ser utilizados para generar energía a través de procesos como la digestión anaerobia. Etapas de las plantas de tratamiento de aguas residuales Las plantas de tratamiento de aguas residuales suelen seguir un proceso estructurado que incluye varias etapas clave: Pretratamiento: Esta etapa inicial implica la eliminación física de sólidos grandes mediante rejas o tamices, así como la sedimentación inicial para separar materiales pesados. En algunos casos se puede recurrir a tratamientos químicos para ayudar a esta eliminación física. Tratamiento primario: En esta fase se realiza una sedimentación adicional para eliminar sólidos suspendidos y materia orgánica mediante procesos físicos. Se generan lodos primarios que deben ser tratados posteriormente. Tratamiento secundario: Aquí se lleva a cabo un tratamiento biológico donde microorganismos descomponen la materia orgánica restante. Este proceso puede incluir sistemas aeróbicos (como reactores biológicos) o anaeróbicos (como digestores). Tratamiento terciario: Esta etapa busca eliminar nutrientes (nitrógeno y fósforo) y otros contaminantes específicos que no fueron eliminados en etapas anteriores. Puede incluir filtración avanzada, desinfección (por ejemplo, cloración o radiación UV) y procesos químicos adicionales. Desinfección: El efluente tratado se desinfecta mediante la adición de cloro u otros desinfectantes para eliminar microorganismos patógenos. Gestión de lodos: Finalmente, los lodos generados durante el proceso son tratados mediante estabilización, deshidratación o incineración antes de su disposición final o reutilización. Soluciones para el pretratamiento de aguas residuales Existen diversas tecnologías y métodos disponibles para llevar a cabo el pretratamiento eficazmente: Rejas y tamices: Estas estructuras físicas son utilizadas para retener objetos grandes como plásticos, madera o residuos sólidos que podrían dañar equipos posteriores. Desarenadores: Estos dispositivos permiten separar partículas pesadas como arena o grava mediante sedimentación por gravedad. Separadores de grasas: Utilizados para eliminar grasas y aceites flotantes que pueden interferir con los procesos biológicos posteriores. Flotación por Aire Disuelto (DAF): Este método utiliza burbujas finas para elevar partículas sólidas a la superficie donde pueden ser removidas fácilmente. Equipos mecánicos: Desmenuzadores, trituradores y otros equipos para reducir el tamaño de los sólidos. Tratamientos químicos: En algunos casos, se añaden productos químicos coagulantes o floculantes para aglomerar partículas pequeñas que no pueden ser eliminadas por métodos físicos. La elección del método adecuado dependerá del tipo específico de aguas residuales a tratar y de los requisitos de calidad del efluente, que dependerán del contexto local y regulaciones ambientales aplicables. La importancia del pretratamiento de aguas residuales en la sostenibilidad hídrica El pretratamiento de aguas residuales es una etapa esencial en la gestión sostenible del agua que permite proteger nuestros recursos hídricos mientras se garantiza un entorno saludable para las generaciones futuras. A través del uso eficiente de tecnologías adecuadas y prácticas efectivas en cada etapa del proceso —desde el pretratamiento hasta la gestión final de lodos— podemos abordar los desafíos asociados con las aguas residuales mientras contribuimos al ciclo natural del agua. La creciente presión sobre nuestros recursos hídricos exige una atención renovada hacia estos procesos críticos; invertir en infraestructura adecuada no solo mejora nuestra capacidad para tratar aguas residuales, sino que también promueve un futuro más sostenible donde todos podamos beneficiarnos del acceso seguro al agua limpia. Quizá te interesa leer sobre... ¿Qué son y cómo funcionan los sistemas de filtración de agua? Titulaciones que te pueden interesar ...

Leer más
Solicita información
Equipo docente especializado

¡Muchas gracias!

Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.