Índice
Llega el verano, comienzan las vacaciones, el calor aumenta y las calles y playas se llenan de gente. En el ámbito sanitario existe un debate presente: ¿cómo encontrar el equilibrio entre unos buenos niveles de vitamina D y el uso adecuado de protección solar?
"Yo no me voy a poner crema solar, que no produzco vitamina D". Esta puede ser una de las frases que más escuches en las playas, pero nada de eso, cuidarse la piel con protección solar es importantísimo, al igual que tener unos buenos niveles de vitamina D. ¿Entonces, cómo lo puedes hacer?
¡Sigue leyendo para descubrir las respuestas aquí, en Euroinnova!
¿Para qué sirve la vitamina D? Lo primero que debes saber, es que su principal función es mantener los niveles de fósforo y calcio en la sangre, un aspecto muy necesario para tener un esqueleto y unos músculos sanos.
En los últimos años, también se ha confirmado que participa en la regulación del sistema inmunológico o en el desarrollo cerebral. Esta información es muy positiva, pero sí nos centramos en algunos datos epidemiológicos, hasta el 40 % de la población europea tiene una carencia de esta sustancia.
¿Y cómo conseguimos llegar a un buen nivel de vitamina D? La principal vía es a través del colesterol de la piel, que se genera con la radiación ultravioleta del sol. Es decir, que cada vez que nos exponemos al sol, generamos vitamina D. ¿Qué pasa? Que muchas personas culpan a las cremas de la falta de vitamina D en las personas.
Claro, hasta aquí la culpa es de las cremas solares. ¿Pero cuáles son los efectos de no usarla? Pues que se propicia la aparición de cánceres de piel. Estos cánceres son menos letales y muy frecuentes, por lo que se recomienda el uso de cremas de protección solar.
Existen estudios en Australia que han demostrado que las cremas de protección solar disminuyen la posibilidad de que se genere cáncer de piel entre un 10 % y un 15 %.
¿Pero las cremas solares impiden que obtengamos vitamina D? ¡Sigue leyendo para conocer la respuesta!
Existen unas tablas, que en 2020 publicó el Grupo Español de Fotobiología de la Asociación Española de Dermatología, que nos indica el tiempo de exposición solar perfecto para producir vitamina D.
Lo primero que debes saber es que existen distintos tipos de piel. La más común entre la población española es la tipo 3, que solo necesita, en verano, de ocho minutos de exposición en la cara o los brazos para tener los niveles de vitamina D adecuados. Eso sí, a partir de los 32 minutos ya sufriría quemaduras.
En invierno, el mismo tipo de persona debería de pasar 25 minutos al sol para obtener la dosis necesaria de vitamina D, mientras que se quemaría a partir de la hora y media.
Como hemos resaltado, estos datos se darían en personas con la piel tipo 3. Sin embargo, puede haber un baile de cifras, dependiendo de la latitud en la que vives y de si tienes la piel más clara o más oscura.
Existen estudios que relacionan a la vitamina D y a la crema de protección solar de forma positiva. Y es que, en un grupo de niños, se vio que los que se ponían protección solar de factor 30 tenían mejores niveles de vitamina D.
Sin embargo, simplemente puede ser que pasaran más tiempo al sol que el resto. ¿Cuál es la clave aquí? Que el protector solar no bloquea a la radiación ultravioleta, algo que si hace la ropa.
Podemos concluir que la protección solar no se traduce en una barrera impermeable para la vitamina D, sino que sí se consigue producir, a pesar de la crema.
Por otro lado, lo que sí se consigue con la crema solar es evitar que tu piel se queme. Por ejemplo, una persona que utilice una protección de factor 50, estará protegida durante 1.000 minutos.
Normalmente, siempre se ha señalado la fata de vitamina D por el uso de protección solar, sin embargo, no hay ningún tipo de evidencia. Y es que no es lo mismo la cantidad que una persona utiliza en un ensayo controlado que en un día de cáncer.
Así, podemos concluir que la protección solar no tiene un impacto grave en la producción de vitamina D.
Los bajos niveles de vitamina D pueden deberse a distintos factores: una baja exposición al sol, un uso excesivo de la protección solar o a la reducción del consumo de grasas. Este último pasa desapercibido, pero tiene influencia en esta vitamina.
¿Por qué se ha reducido el consumo de grasas? Como medida o dieta para mantener un estado de salud óptimo. La obesidad es un problema, de manera que se sustituyen productos ricos en grasas como los lácteos enteros.
Aun así, todavía queda mucho camino por recorrer, sobre todo, para determinar cuáles son los niveles adecuados de vitamina D. Sobre todo, habrá que calcular tramos según la edad, el tono de la piel y otra serie de características individuales.
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.