Sobre Crecimiento Fúngico del Intestino Delgado: SIFO

¿Qué es el SIFO?

Mientras que el SIBO o sobrecrecimiento bacteriano intestinal ha ganado más atención en los últimos años, el SIFO, que implica un exceso de hongos en el intestino delgado, sigue siendo menos conocido, aunque es responsable de numerosos síntomas digestivos. De hecho, se ha estimado que el SIFO contribuye a aproximadamente el 25% de los problemas gastrointestinales, tales como eructos, hinchazón, náuseas, indigestión, gases y diarrea, que no tienen una causa explicativa clara.

El SIFO, que significa Small Intestinal Fungal Overgrowth (sobrecrecimiento fúngico del intestino delgado), ocurre cuando hay un aumento anormal de hongos, principalmente Candida, en esta parte del tracto digestivo. Este trastorno también se conoce como candidiasis intestinal, dado que la Candida, un hongo que forma parte de la flora intestinal normal en pequeñas cantidades, puede multiplicarse descontroladamente, generando síntomas y trastornos digestivos. Según un estudio publicado en Gastro Journal, el 97,4% de los casos de SIFO son causados por especies de Candida, como Candida albicans y Candida glabrata, mientras que solo el 2,6% son provocados por Penicillium.

Síntomas del SIFO

Los síntomas pueden variar, pero algunos de los más frecuentes incluyen:

Dolor abdominal: Dolor tipo cólico o sensación de ardor.

Alteraciones intestinales: Episodios de diarrea o estreñimiento, o incluso alternancia entre ambos.

Hinchazón y gases: Sensación de distensión abdominal y exceso de gases.

Náuseas y vómitos: Malestar estomacal con posibles náuseas o vómitos.

Fatiga: Sensación general de cansancio y falta de energía.

Deficiencias nutricionales: Dificultades para absorber nutrientes, lo que puede llevar a deficiencias de vitaminas y minerales.

Es importante resaltar que muchas personas con SIFO tienen sistemas inmunitarios debilitados o están bajo tratamientos como antibióticos o esteroides. Esto puede hacer que los síntomas se confundan con otros trastornos inmunológicos o infecciones.

Diagnóstico del SIFO

El diagnóstico puede ser complicado, ya que los síntomas del SIFO se parecen a los de otras afecciones digestivas. Sin embargo, hay varias pruebas que pueden confirmar su presencia:

• Análisis de heces: Busca hongos y sus subproductos en las heces.
• Prueba de aliento: Mide los gases (hidrógeno y metano) exhalados, producidos cuando los hongos fermentan ciertos alimentos.
• Endoscopia con biopsia: Se puede realizar una endoscopia para obtener muestras del intestino delgado y analizarlas en busca de hongos.

Tratamiento del SIFO

El tratamiento generalmente incluye una combinación de métodos:

• Dieta antifúngica: Se eliminan alimentos que favorecen el crecimiento de hongos, como azúcares refinados y carbohidratos procesados. Se recomienda una dieta rica en fibra y alimentos con propiedades antifúngicas naturales.
• Antifúngicos: Se pueden recetar medicamentos antifúngicos para reducir la proliferación de hongos en el intestino.
• Probióticos: Los probióticos ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal y prevenir el sobrecrecimiento fúngico.

Factores de riesgo para el SIFO

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar SIFO incluyen:

• Uso prolongado de antibióticos: Estos pueden alterar la microbiota intestinal y favorecer el crecimiento de hongos.
• Sistema inmunodeprimido: Las personas con un sistema inmunitario comprometido tienen mayor riesgo de infecciones por hongos.
• Enfermedades digestivas: Trastornos como la enfermedad de Crohn o el síndrome del colon irritable pueden predisponer al SIFO.
• Dieta alta en azúcares y carbohidratos refinados: Estos alimentos favorecen el crecimiento de hongos intestinales.

Estos mismos factores también se relacionan con el riesgo de candidiasis en otras mucosas del cuerpo.

Si sospechas que podrías tener SIFO, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir un tratamiento personalizado.

Encuentra más contenido relacionado con esta materia en Euroinnova

Riesgos de la Operación de Glaucoma

Síntomas del Helicobacter Pylori

Cuáles son los beneficios del Kéfir