Curso de Monitor de Ludotecas y Parques Infantiles (Titulación Universitaria con 5 Créditos ECTS)
Índice
Las picaduras de insectos, en general, no solamente son muy molestas, sino que pueden provocar reacciones alérgicas graves o, incluso, infecciones. Cuando se trata de picaduras en infantes la preocupación aumenta tanto por parte de sus progenitores como de sus personas cuidadoras. Además, tener tan poca experiencia vital favorece que puedan aparecer estas consecuencias peligrosas por no conocer aun si existe alguna alergia en las víctimas. Por eso, es importante, poder detectar de forma rápida la picadura y poder tratarla cuanto antes.
En este artículo, te explicamos todos los detalles sobre cómo identificar las picaduras de insectos, así como tips para prevenirlas. ¡Empezamos!
Según el insecto que provoque la picadura, la apariencia de esta será una u otra. No es tan sencillo identificar las picaduras de todos los insectos, pero hay algunas que se podrán observar a simple vista. En general, las picaduras de insectos en menores y en adultos serán de aspecto muy similar.
Las picaduras más comunes que vamos a encontrar en infantes son las de mosquito. Se presentan como pequeñas ronchas rojizas, a menudo con una leve inflamación y un intenso picor. Suelen aparecer en zonas expuestas del cuerpo, como los brazos, piernas y el rostro. El mayor peligro que puede tener una picadura de mosquito es que esté asociado a alguna enfermedad endémica de ciertos países tropicales, como el dengue o el zika.
Por su parte, las picaduras de abejas y avispas tienden a ser más dolorosas. El área afectada generalmente muestra una inflamación considerable, con enrojecimiento y dolor que puede durar horas o días. En el caso de las abejas, es común que el aguijón quede incrustado en la piel, lo que requiere su extracción. Las avispas, en cambio, pueden picar varias veces sin perder su aguijón.
Otro tipo común de picadura es la de las pulgas, que suelen aparecer como pequeñas protuberancias rojizas en grupo, ubicadas principalmente en los tobillos y las piernas. Además, si la pulga causante no ha desaparecido del cuerpo del menor, irá aumentando la cantidad de las ronchas en dirección superior del cuerpo. El prurito en estas picaduras aumenta en intensidad y frecuencia en comparación con las anteriores, lo que hace que niños y niñas tiendan a rascarse, aumentando el riesgo de infecciones.
Cuando se trata de picaduras de garrapatas, estos parásitos pueden permanecer en la piel durante horas o días, complicando que se detecten. Lo mejor que podemos hacer es revisar la piel del menor si ha pasado tiempo en zonas con arbustos o en la naturaleza. Esto nos ayudará a prevenir riesgos mayores como la enfermedad de Lyme.
La mayoría los síntomas que producen las picaduras son reacciones locales leves como enrojecimiento, hinchazón y prurito en el área afectada. Estos síntomas suelen desaparecer en pocos días sin necesidad de tratamiento especializado. Sin embargo, los/as niños/as pueden experimentar reacciones alérgicas locales más intensas, con una hinchazón más pronunciada que se extiende más allá del sitio de la picadura.
En algunos casos más extremos, se puede producir una reacción alérgica que acabe produciendo una anafilaxia, la cual puede poner en peligro la vida de la víctima si no se trata urgentemente. Los síntomas de la anafilaxia incluyen dificultad para respirar, hinchazón en la cara y/o garganta, mareos y, en algunos casos, acabar en un shock anafiláctico con pérdida de conciencia.
Además, las picaduras pueden dar lugar a infecciones secundarias si los infantes se rascan en exceso, rompiendo la piel y permitiendo la entrada de bacterias. Las infecciones pueden manifestarse como enrojecimiento persistente, pus o fiebre, lo que requiere tratamiento médico.
En general, para todas las picaduras es más que recomendable lavar la zona afectada con agua y jabón para prevenir infecciones. Tras realizar la limpieza de la picadura, se debe aplicar una compresa empapada de agua fría o hielo envuelto en un paño con el objetivo de reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Si este tratamiento más asequible no es suficiente y se sigue produciendo un picor intenso, sería necesaria la valoración médica, tras lo cual, se deberán aplicar antihistamínicos tópicos u orales, llegando, incluso, a ser necesaria la utilización de cremas con corticoides.
En el caso de las picaduras de garrapatas, es fundamental retirarlas lo antes posible utilizando unas pinzas, sujetando la garrapata lo más cerca posible de la piel y tirando suavemente hacia arriba para evitar que la cabeza se quede dentro de la piel. Después de la extracción, es recomendable limpiar el área con antiséptico y estar atentos a posibles síntomas de enfermedades transmitidas por garrapatas, como fiebre o erupciones cutáneas.
En situaciones de anafilaxia, habrá que inyectar adrenalina al menor para evitar el posible shock.
Es importante el uso de repelentes de insectos avalados por la OMS (DEET o icaridina, esta última es recomendable usarla en mayores de 2 años) evitando el contacto con los ojos y la boca.
También es importante que la ropa sea adecuada cuando se juega al aire libre (pantalones y mangas largas y zapatos cerrados) y revisar la piel de las/os niñas/os cuando han estado en zonas naturales. Es importante evitar que frecuenten en zonas en las cuales la concentración de insectos es elevada.
Por último, las mosquiteras son un gran aliado para evitar la entrada de insectos en los hogares.
Educar a nuestras/os menores para que entienda el porqué del uso de ropa adecuada y del repelente, además de evitar el rascado una vez que las picaduras se han producido, será la última pieza del puzle para evitar los riesgos mencionados en picaduras en infantes.
Quizá te interesa leer sobre...
Cruz, M., & Domínguez, C. (2015). Picaduras de insectos: Aspectos clínicos y terapéuticos en la pediatría. Enfermería Integral, 19(3), 231-240. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322015000300019&lang=es
Almeida, P. F., & Santos, C. R. (2022). Reacciones alérgicas graves en niños por picaduras de insectos: Un estudio en Brasil. Revista de Salud Pública, 31(3), e2022025. Disponible en: https://scielosp.org/article/ress/2022.v31n3/e2022025/
Roberts, M. P., & Johnson, L. A. (2023). Pediatric reactions to insect bites: Diagnosis and emergency care. Journal of Pediatric Medicine, 29(4), 156-162. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37212740/
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.