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¿Pensando en la forma eficaz de aumentar la productividad en un negocio? ¿Interesado en conocer las etapas para conseguir el éxito en la planeación y gestión de una organización? ¿Qué es la integración en el proceso administrativo?
El secreto para lograr una buena administración en cualquier empresa u organización es consolidar una ruta de pasos sistemáticos para alcanzar una meta propuesta. Por esta razón, preguntarnos por la integración administrativa apunta al conocimiento de todas las etapas y factores incluidos en un plan que aúne los recursos de la compañía, encaminados con buena dirección, para el cumplimiento de los objetivos.
En este artículo profundizaremos en la interrogante: ¿qué es la integración en el proceso administrativo?, las distintas características del concepto y su importancia para la organización administrativa.

Antes de entrar de lleno en la explicación sobre la integración administrativa, es importante definir este último concepto. En este sentido, el proceso administrativo se refiere a un conjunto de fases que constan de determinadas funciones administrativas, realizadas en una empresa con el fin de optimizar los recursos de manera eficaz. De esta forma, cabe aclarar que estas etapas son un continuo; es decir, al culminar una de ellas comienza la siguiente.
La idea del proceso administrativo fue propuesta por Henry Fayol, ingeniero francés, quien, en una publicación del año 1916, expuso cuatro etapas que lo conforman:
Una vez llegados a este punto, podemos dar una definición formal sobre qué es la integración en el proceso administrativo.
El concepto de integración es el proceso y resultado de mantener unificadas las partes de un todo. Trasladado al ámbito organizativo, y una vez especificado que se encuadra en el eje dinámico operativo, la integración en el proceso administrativo se refiere a la manera en que se combinan y relacionan las distintas áreas de una empresa para mejorar el rendimiento.
Estos son los aspectos que explican la relevancia de una correcta integración en el proceso administrativo:
La coherencia entre planificación y ejecución ofrece innumerables posibilidades para acciones orientadas a conseguir objetivos.
Se asignan los recursos con eficiencia, de tal manera que no solo se obtienen, sino que también se distribuyen y emplean en las áreas correspondientes. Se exiende a recursos humanos, financieros y materiales.
Permite la sincronización de tareas entre departamentos, lo que incrementa la productividad en tareas complementarias.
La integración es una aliada ante los cambios (internos y externos), puesto que allana el camino hacia una correcta y oportuna respuesta. En pocas palabras, fortalece la adaptabilidad.
En cuando a la aplicación de indicadores de rendimiento, la integración permite establecer criterios homogéneos en cuanto al control y la medición.
Una vez planteada la importancia de la integración organizativa, es necesario señalar que, aunque este último término se compone de una serie de pasos, toda la gestión general está basada en dos ejes temáticos.
Primera etapa o fase mecánica. El primero de ellos, denominado fase mecánica, corresponde a las fases de planificación y organización; podríamos decir que es la parte estática, pues en esta etapa se establecen las directrices a seguir en el manejo de la empresa.
Segunda etapa o fase dinámica. Por otro lado, el segundo eje se llama fase dinámica, o dinámica operativa, compuesto por la dirección y el control. Esta segunda clasificación lleva implícita la idea de movimiento; es decir, implica todas las acciones que ponen en marcha el plan trazado.
De esta manera, el concepto de integración corresponde a la fase dinámica operativa.
Dentro del proceso administrativo existen dos tipos de integración para lograr los objetivos planteados en las fases anteriores.
Cuando nos preguntamos qué es la integración en el proceso administrativo, debemos aclarar que existen dos tipos: integración horizontal e integración vertical.
El primero de estos términos se centra en la coordinación entre las distintas áreas o departamentos de una empresa. En este sentido, si ya se han establecido las órdenes a cumplir desde la directiva, la integración horizontal es la armonía entre todas las partes que deben ejecutarla.
Por último, la integración vertical se dirige al plano interno del departamento; se enfoca en la dirección y manejo de las actividades para mantener coherencia y unidad.
De esta manera, el conocimiento del papel de la integración dentro del marco del proceso administrativo nos permite tener un mayor control de todos los factores necesarios para obtener buenos resultados. Por este motivo, las personas con formación en este campo son muy valoradas en el mundo laboral.
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