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Seguramente, ya sabes que para finalizar tu grado y obtener el título, has de completar la asignatura de prácticas universitarias en empresa.
Así, tienes que prepararte para realizarlas durante los últimos años de tu formación.
Y es que probablemente sean tu primer contacto con el mercado laboral al que quieres acceder.
En este aspecto, suponen un reto y cambio auténtico para ti si solamente has tenido contacto con el mundo académico hasta el momento.
Sin embargo, es la oportunidad perfecta para aplicar todo lo que llevas aprendiendo durante toda tu vida académica y plasmarlo de forma real.
En este post, queremos hablarte sobre cómo puedes conseguir tu primer empleo gracias a las prácticas universitarias en empresa.
¿Quieres descubrirlo?
¡Vamos allá!
En primer lugar, queremos ponerte en contexto sobre las prácticas universitarias en empresa con el fin de que conozcas su naturaleza y características.
Así, las prácticas curriculares son aquellas que puedes realizar como alumno de una universidad en entidades públicas o privadas.
Por su parte, éstas están tutorizadas y ubicadas dentro de los planes de estudios.
Sin embargo, es posible convalidar en la mayoría de los casos las prácticas extracurriculares por los 12 créditos ECTS que se corresponden.
En efecto, las prácticas universitarias en empresa están reguladas por un Real Decreto.
Y éste señala dichas prácticas universitarias en empresa como una actividad de naturaleza formativa.
Por supuesto, para complementar los conocimientos desarrollados en su formación académica.
Así, el Real Decreto establece que las prácticas universitarias en empresa podrán realizarse tanto en la propia universidad como en entidades colaboradoras.
Por otra parte, el decreto diferencia las prácticas universitarias en empresa en dos categorías:
Por tanto, una vez finalizado el periodo de prácticas universitarias en empresa, si el alumno se mantiene en la plantilla, la duración de las mismas no computarán a efectos de antigüedad ni eximirán del periodo de prueba.
¿Ya lo tienes claro?
Espera, aún hay más.
Generalmente, será necesario que las realices con el fin de culminar tu etapa universitaria y adquirir todos los créditos propuestos en la titulación.
Por tanto, lo ideal es que realices estas prácticas en la universidad durante los últimos cursos.
Pues realmente son una manera muy efectiva de conocer el mercado laboral al que aspiras.
Ciertamente, no puedes quedarte toda la vida en tu etapa académica como puedes suponer.
Pero no te agobies si el centro que has escogido no te convence del todo en principio.
De hecho, esto es solo el comienzo de una etapa y una experiencia muy enriquecedora que puede enseñarte muchas habilidades en tu sector.
Incluso puedes tomártelo como una experiencia en la que aprendes lo que no te gusta para poder diferenciar bien después lo que sí.
Además, la mayoría de las universidades o centros formativos te dan la opción de que busques la entidad tú.
En otras palabras, si no te gusta ninguno de los centros seleccionados para realizar prácticas en tu título, puedes acordar unas prácticas con otro centro.
Aunque lo mejor es que te informes en tu universidad sobre los requisitos y procedimientos a seguir en cada caso.
Aunque a pesar de las ventajas de las prácticas de empresas no hay que olvidar que durante la realización de éstas estás inmerso en el curso académico.
De esta manera, la duración de las prácticas extracurriculares no debe ser superior al 50% del curso académico.
Y manteniendo horarios compatibles con la actividad académica, claro.
En cuanto a los derechos y deberes de los estudiantes durante la realización de las prácticas universitarias en empresa destacan:
Finalmente, decirte que es existen muchas posibilidades de que la entidad decida contar contigo tras el período de prácticas.
Así que ésta es la vía mediante la cual puedes conseguir tu primer empleo.
En este contexto, has de saber que la duración de las prácticas curriculares depende del plan de estudios de tu universidad.
Sin embargo, en lo que respecta a las prácticas extracurriculares, no pueden durar menos de dos meses.
Pero como siempre, existen algunas excepciones.
Y es que si éstas representan una continuación de las prácticas curriculares, en total, el período no puede ser inferior a tres meses.
Aunque tampoco superior a la mitad del curso académico o bien, seis meses ampliables hasta nueve oficialmente autorizados por la universidad.
Por tanto, si quieres continuar tu experiencia en las prácticas curriculares, debes hacerlo a través de las prácticas extracurriculares.
No obstante, volvemos a insistirte en que lo mejor que puedes hacer es consultar la normativa del centro y el acuerdo pactado con la entidad colaboradora.
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¡Nos vemos en el próximo post!
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