Índice
En total, las empresas españolas encargadas de gestionar nuestros residuos contabilizaron 22,7 millones de toneladas de residuos y casi la mitad terminan en los vertederos sin ser reciclados. De estos veintidós millones, más de dos millones de toneladas se consideran residuos peligrosos. Solo con estas cifras, ya podemos hacernos una idea de por qué es importante reciclar.
Del total de la basura tratada, el 48,3% acabó en el vertedero; frente al 38,7% que se recicló. Solo el 10% fue reutilizado y el 3% se incineró. Las cuentas del INE calculan que de todos los residuos generados por los hogares suman el 16,5%, frente al 83% proveniente de todos los demás sectores.
Si seguimos con las cifras alarmantes, cada español genera casi 500kg de basura al año, un 0,5% más que en 2017. ¿Por qué ocurre esto?
Los últimos datos recogidos en las cuentas ambientales por el Instituto Nacional de Estadística (INE), indican que la tendencia es creciente y que la situación ya es insostenible.
Según el Banco Mundial, en 2050, la generación global de residuos aumentará en 3,4 millones de toneladas. ¿Por qué aumenta este índice año tras año y qué efectos negativos tendrá sobre el planeta y todos sus habitantes? ¡Analizamos la situación actual en el blog en este post!
Lo cierto es que, aunque ahora mismo, los países del primer mundo no estemos notando los daños irreversibles del aumento exacerbado de residuos, en las regiones más pobres, ya suponen un verdadero problema para el medio ambiente y la población. Algunos motivos son: la masiva cantidad de basura que enviamos allí desde los países desarrollados y sus escasos recursos para gestionarlos.
Las principales razones del aumento de los desechos a nivel mundial se deben al crecimiento tanto de las economías, como de las poblaciones; y también cabe destacar que, cuanto más rico es un país, menos basura crea y mejor la gestiona y, cuánto más pobre más desechos genera y peor la gestiona. Pero, ¿Por qué ocurre esto?
Las regiones del sur de África, Asia meridional, Oriente Medio y Norte de África son las regiones de crecimiento más rápido. Aquí se prevé que, para 2050, la generación total de desechos se triplicará y representará el 35 % de los desechos a nivel mundial. El problema es que sus industrias no contemplan medidas de protección al medio ambiente, plantas de reciclaje o normativas que prohíban ciertos materiales. Además, la legislación es poco exigente en materia de sostenibilidad y el principal objetivo es el aumento de la producción, cueste lo que cueste.
La industria de los países desarrollados, u otros en vías de desarrollo, como Brasil, crece a pasos agigantados y sus sistemas para reciclar o tratar basura no lo hacen al mismo ritmo. Mientras, en los países pobres, se recoge alrededor del 48 % de los desechos en las ciudades, pero sólo el 26 %, en las zonas rurales, y se recicla tan solo el 4 % a nivel nacional.
Hasta ahora, no se ha invertido lo suficiente en programas de educación en las escuelas y de concienciación para la ciudadanía en cuanto a materia de reutilización y reciclaje, lo que hace que los ciudadanos no sean realmente conscientes del por qué es importante reciclar. Aparte, esto del reciclaje es algo relativamente reciente, ya que hasta hace poco ni existían los contenedores.
El reciclaje es un buen sistema para devolverle el favor al planeta de los recursos que consumimos, pero hay un fallo y es del sistema. Creemos que solo somos las personas a título individual quienes debemos reducir el consumo de plástico, pero no, son las empresas e industrias las que tienen que reducir y reciclar materiales tan contaminantes como el plástico, el aluminio o el vidrio. Muchas de ellas, calman su conciencia garantizando que el 100% de sus envases son reciclables, pero este reciclaje solo puede darse una vez, por lo que al final, hay que producir más plástico de cero.
Greenpeace denuncia que la tasa de reciclaje de envases domésticos apenas llega al 25% Y apuestan por un cambio en la cadena de gestión de residuos. Este bajo índice de elementos reciclados no se debe a que la población no recicle, sino a que muchos objetos, como envases monodosis, cubiertos de plástico y juguetes, entre otras cosas, se dejan fuera del proceso.
Sin embargo, sí hay un rayo de esperanza del que todos formamos parte. Según una encuesta realizada por un medio de comunicación audiovisual español, 5 de cada 4 personas recicla, el 23% ha reducido el uso de bolsas de plástico, el 71% de los consumidores de todo el mundo cree que los productos de plástico de un solo uso deberían prohibirse y muchos usuarios, directamente, han cambiado de marcas por sus políticas de responsabilidad ambiental.
Datos como estos hacen que la presión social acabe recayendo en las grandes empresas y en los gobiernos para que implementen medidas. Otra cosa es que se haga con la urgencia que el marco actual requiere.
Aunque el sistema tenga fallas y varios puntos a mejorar, reciclar sigue siendo el primer y principal paso para solucionar el problema de los residuos.
Disminuye la contaminación: al reciclar los materiales, se evita que estos vuelan a al planeta en forma de residuos.
Ahorro de energía: si reciclamos o, mejor aún, reutilizamos, evitamos gastar más energía en la extracción y producción de nuevos productos, lo que directamente, ayuda a paliar el cambio climático.
Fomenta el consumo responsable: cuando reciclamos somos más conscientes de lo que consumimos y del agotamiento de los recursos.
Materias primas más baratas: los materiales reciclados son menos costosos, tanto en su valor final como en su tratamiento en relación con la producción desde cero.
Se aprovechan mejor los recursos naturales: se fomenta la economía circular gracias al retorno de los materiales.
¡Te esperamos en Euroinnova!
¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.