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La vista es uno de los cinco sentidos con los que cuenta el ser humano, este es el que nos permite captar las imágenes del mundo que nos rodea a través de una conjunción entre los ojos como principales órganos de la visión, y nuestro sistema nervioso; específicamente con nuestro cerebro, que se encarga de recibir la información que percibe nuestra retina para procesarla y convertirla en lo que finalmente logramos ver. Mientras que el ojo humano es el órgano principal del sistema visual y es la base de nuestro sentido de la vista.
Para que la imagen se procese correctamente, la movilidad ocular juega un importante rol, para que la visión sea binocular, es decir, que los dos ojos trabajen en conjunto, la movilidad ocular debe ser paralela en ambos ejes visuales, con estímulos exactos y al mismo momento, en coordinación perfecta para percibir las imágenes sin alteraciones con todos sus detalles.
Los movimientos oculares son automáticos, y se producen por la intervención de una serie de músculos ubicados en la órbita donde se posan los globos oculares. En Euroinnova te invitamos a conocer todo lo relacionado al tema. ¡Síguenos!
La movilidad ocular es, como su propio nombre indica, movimientos que realiza cada ojo por separado. Estos son necesarios para poder observar tanto objetos estáticos como en movimiento. La movilidad ocular se encuentra controladas por tres pares de músculos, estos son:
Estos seis músculos extraoculares de cada ojo son los efectores de la movilidad ocular. Los impulsos nerviosos que controlan su contracción llegan a través de los nervios craneales tercero, cuarto y sexto cuyos núcleos se encuentran en el mesencéfalo y la protuberancia. En las motoneuronas de estos núcleos converge la información elaborada por múltiples circuitos neuronales del sistema nervioso central para codificar el grado de contracción de cada músculo en cada momento.
La musculatura intrínseca del ojo, controlada por el sistema nervioso autónomo, regula automáticamente el diámetro pupilar y la curvatura del cristalino para que los rayos luminosos del entorno puedan configurar una imagen enfocada sobre la retina.
La actividad de la musculatura intrínseca (acomodación), del sistema visual (visión) y de la motilidad ocular (mirada) debe coordinarse y retroalimentarse constantemente para que tenga lugar la normal experiencia perceptiva visual.
En el sistema oculomotor puede definirse una serie de modalidades funcionales con diferentes cometidos. Nuestros ojos realizan diferentes tipos de movimientos, en total se dividen tres tipos principales de la movilidad ocular., sin embargo aunque estos sean movimientos diferentes, no implica que no estén correlacionados los unos con los otros.
La palabra sacádico debe su nombre a la derivación de sacudida brusca, ya que esta movilidad ocular suele ser brusca más no nos damos cuenta, los ojos sobre cada palabra realizan una parada de 250 milisegundos para extraer información. Con movimientos voluntarios para desplazar la fijación de un punto a otro del campo visual y para perseguir con la mirada objetos móviles (movimientos de seguimiento y de vergencia).
Las personas estamos en constante movimiento, al igual que la mayoría de las cosas que observamos; es por ello que la fijación en un objeto debe ser rápida y efectiva; constantemente nuestros ojos deben ir fijando cada objeto y gracias a la movilidad ocular esta acción es posible. Movimientos automáticos de compensación de los movimientos de la cabeza (reflejos vestíbulo-oculares) y del entorno visual (reflejos optocinéticos) para estabilizar la imagen retiniana y posibilitar la fijación voluntaria de la mirada en un determinado punto.
Son movimientos coordinados de cada ojo haciendo que se desvíen simultáneamente hacia su punto de visión, aunque el objeto se encuentre en movimiento siempre se encontrará enfocado, si el objeto se aleja aun estará enfocado, sin embargo si se acerca seguirá enfocado pero los ojos comenzaran a desviarse a la nariz para así, esto significa que la convergencia cambia la dirección de las miradas de ambos ojos. Si el objeto se acerca a pocos centímetros de la cara la convergencia será menor teniendo así una visión doble.
En pocas palabras cuando leemos realizando una movilidad ocular, movimientos muy rápidos por encima del texto (sacádicos) y pequeñas paradas para leer y entender cada palabra (fijación).
Los músculos extraoculares, son los principales causantes de que los ojos presenten problemas para moverse cuando no cumplen con su función, se presentan en lo que se denominan disfunciones oculomotoras, que pueden ocurrir en uno o varios de esos músculos y ocasionar algunas patologías que ameriten que atención especializada.
Los trastornos de la movilidad ocular pueden ser congénitos, o aparecer en el transcurso de la vida, bien por deterioro por causas naturales o asociados a lesiones, traumatismos y otras causas. Entre las disfunciones más comunes como consecuencia del mal desempeño de los músculos que mueven los ojos se encuentran el estrabismo y el nistagmo.
Se trata de una pérdida del paralelismo de los ojos. Debido a esto, la imagen se forma en la fóvea en un ojo, mientras que en el otro no. En este caso el paciente puede notar una menor capacidad para observar los objetos en 3D o estereopsis y diplopía. El estrabismo puede ser de un solo ojo o de los dos.
Es un movimiento de vaivén, rítmico e involuntario de los ojos. Existen varios tipos:
Hay una disciplina de la salud conocida como oftalmología que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades o condiciones visuales. Esta disciplina tiene ramas especializadas que se enfocan en cada componente del sistema visual como la córnea, la retina, problemas de glaucoma, alteraciones refractivas, etc.
La subdisciplina son las encargadas de atender las disfunciones en la movilidad ocular que es la neuroftalmología que estudia la relación entre el cerebro y los músculos extraoculares.
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