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La incidencia de lesiones en el futbol profesional está aumentando, esto es debido a varios factores tanto intrínsecos como extrínsecos, uno de los más criticados actualmente es el incremento de partidos y desplazamientos. Además de lo anteriormente mencionado, hay varios factores que evaluar como puede ser el factor psicológico, la alimentación que actualmente tiene el deportista, la rehabilitación durante y post lesión, incluso factores externos como el estado meteorológico o del terreno de juego.
En este post, comentaremos las diferentes lesiones en el fútbol, cuando se producen y como intentar evitar la rotura del ligamento cruzado anterior.
Gracias a diferentes estudios científicos podemos conocer cuando se producen más lesiones, dependiendo el periodo de la temporada, momento del partido o tipo de competición. Con estos datos “podemos evitar” los diferentes tipos de lesiones.
Como comentamos en la introducción, tanto los factores intrínsecos como los extrínsecos influyen tanto en el rendimiento deportivo, como en el tipo de lesión.
En el apartado de factores intrínsecos nos podemos encontrar la genética, lesiones anteriores, edad, la alimentación y sobre todo la fisiología y biomecánica del jugador.
Actualmente, tenemos claros ejemplos de futbolistas de gran nivel, que gracias a cambios en la dieta han conseguido un gran rendimiento y evitan lesiones que anteriormente sufrían, como pueden ser los casos de Carvajal o Dembélé. Sabemos que el calcio, el hierro, el potasio y el magnesio como esenciales para la salud muscular.
Estos nutrientes se encuentran en alimentos como los frutos secos, los lácteos y las carnes rojas, entre otros. Aunque todos los nutrientes son importantes, hay algunos que juegan un papel decisivo como la vitamina C y el Zinc.
Si hablamos del apartado biomecánico del jugador, hay varias lesiones que se producen por desequilibrios corporales debido al acortamiento de isquiotibiales o gemelos, mala movilidad de la cadera o una pisada supinadora o pronadora.
Una de las lesiones más comunes por estos desequilibrios musculares es la rotura del menisco, esto se produce por una mayor compresión del fémur en uno de los laterales del menisco y provocando a largo plazo por ejemplo un desgarro o una rotura del cuerno del menisco.
Es una realidad, que año tras año hay un incremento en los partidos disputados, ya sea liga nacional, copa nacional, copa internacional o partido disputado con la selección nacional.
Además de este incremento, el lugar de la competición se desplaza a países donde no pertenece la competición, esto es debido al interés económico de la federación que tramita dicho torneo, tenemos los casos por ejemplo de la Supercopa de España o Italia que se disputa en Arabia Saudí. Esto conlleva un desplazamiento mucho mayor y un periodo menor de descanso.
Actualmente, un jugador es capaz de disputar entre 70-80 partidos anuales, lo que conlleva un total de 7000 minutos como media. Este gran incremento de minutos supone un aumento en la probabilidad de lesión. Hay estudios que demuestran que a partir de los 2500 minutos de juego el riesgo de lesión aumenta un 26%, por lo que con una media de 6000-7000 minutos anuales ese número se dispara.
Hace unos años se demostraban datos de una lesión del ligamento cruzado anterior por equipo, pero este año en algunos equipos esa cifra se ha disparado. La preparación física y la alimentación ha mejorado considerablemente, pero ante un mayor tiempo de práctica es obvio que aumente el número de lesiones producidas, ya que hay lesiones que son imposible de prevenir o evitar.
Una de las lesiones más complejas y que pueden afectar más a la carrera de un futbolista es la rotura del ligamento cruzado anterior. Esta puede producirse debido a un cambio de dirección del cuerpo con el pie bloqueado, provocando un giro de la rodilla y un exceso de tensión en el ligamento cruzado, llevándolo a la rotura.
El periodo de recuperación de esta lesión oscila entre los 6-8 meses. Para prevenir esta patología se realizan diferentes ejercicios.
Hay que pensar que en el 80% de los casos se produce por un mecanismo indirecto, por lo que es difícil de prevenir, por lo que hay que trabajar el control corporal y toda la musculatura asociada a los diferentes movimientos de cadera y rodilla.
El cuerpo médico, de fisioterapeutas y de readaptadores de un club de fútbol se queda corto en la actualidad. Y es que, como hemos mencionado a lo largo del post, al tratamiento de las lesiones se le une un esfuerzo por prevenirlas.
Al final, durante la competición, un equipo de fútbol basa sus entrenamientos en la recuperación física de cara al siguiente encuentro. Se tratan aspectos tácticos y de análisis, pero rara vez se potencia el aspecto físico, ya que puede suponer un riesgo por sobrecarga.
Así, el papel que fisioterapeutas tienen en un club de fútbol ha adquirido una mayor importancia. Cada vez que un jugador lanza un documental, es una figura que le acompaña en todo momento, haciendo hasta de psicólogo en multitud de ocasiones. De esta manera, podemos decir que es una figura cada vez más demandada.
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