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Resulta importante que entendamos que los valores son el conjunto de reglas y normas que rigen nuestra conducta en la sociedad teniendo como premisa que es lo correcto según el contexto cultural donde se está inmerso. Es decir, la importancia que se vincula con los valores, nos permiten desempeñarnos y, según sea nuestro comportamiento, se valida si es correcto y acorde a los principios que se han transmitido de generación en generación, siendo necesario inculcar los valores en la juventud para que preserven el orden de la sociedad.
Donde debe gestarse esta acción, es indudablemente dentro del hogar, porque la familia es quien inculca al niño; posteriormente, se refuerza en la escuela con elementos de la ética.
Es por esto que cuando un bebé es recién nacido, no es categorizado como bueno o malo, porque es cuando va creciendo, que va adquiriendo los valores éticos que definan su comportamiento y personalidad. En efecto, si ese niño recibe la transmisión de valores sólidos, esto le facilitará su desarrollo, convivencia y aceptación dentro del ámbito social, lo que nos permite observar la importancia de estos valores morales en la juventud.
Aunque todos los valores en la juventud son importantes, hay algunos que sin duda destacan por sobre otros debido a que forman parte de la personalidad del niño o joven. Además, algunos de ellos son inculcados desde la niñez, mientras que otros se adquieren con las experiencias de la vida. De hecho, algunos son asociados a los valores cristianos; aunque, para no alargarnos más, aquí te comentamos algunos de ellos.
Este valor es de los más indispensables en el crecimiento de los más jóvenes de la casa debido a que, según el respeto que se le haya inculcado, así tratará a otros. El mismo no solo va dirigido a sus progenitores o a los adultos mayores, sino que va dirigido a todas las personas que lo rodeen, incluso a uno mismo, siendo uno de los tantos valores sociales que se aprenden a lo largo de la vida.
Por lo general, este es uno de los valores en la juventud que suelen dirigirse a los deberes escolares, y la verdad es que va más allá de eso. La responsabilidad es parte de todas las acciones que una persona pueda realizar; por lo que puede verse en muchísimos ámbitos, entre ellos: realizar los quehaceres del hogar, llegar con anticipación a una reunión, ser responsable ante las palabras que decimos y las acciones que ejecutamos, la responsabilidad dentro del trabajo o los estudios, al cuidar a otra persona e incluso al cruzar la calle, etc.
Muchos son los jóvenes que crecen sin el valor de la empatía, y es que, aunque no se espera conectar empáticamente con todos, si se espera de una persona el ser considerado, tener un corazón noble y apiadarse de otras personas en situaciones de crisis, ante problemáticas que se escapan de sus manos, la pérdida de un ser querido, entre otros.
Uno de los valores en la juventud que se trabajan a lo largo de la vida es la paciencia. Esto puede ser visto en el desempeño de una actividad extracurricular, dentro de clases con sus compañeros o profesores, ante situaciones que se escapan de sus manos, ante la espera de una noticia, y mucho más.
Ante cualquier circunstancia o adversidad, los jóvenes deben aprender a ser agradecidos con lo que poseen. Al mismo tiempo, la gratitud también abarca el gesto que se expresa ante una acción de parte de otra persona; el decir ¨por favor¨, ¨gracias¨, ¨pase un buen día¨, también forma parte de los valores en la juventud. Sin duda alguna, todos le recordarán por sus buenos modales.
No obstante, esto no quiere decir que los agradecidos sean conformistas, sino que agradecen por lo que poseen y son personas esforzadas que luchan por conseguir aquello que tanto desean.
Indiferentemente si se habla de una posición social elevada o una situación morosa, tanto los jóvenes como los adultos requieren ser humildes ante las acciones que realizan diariamente. Con simples expresiones corporales es posible determinar si una persona es humilde o no, por lo que, si eres padre, instruye a tu hijo para que sepa ser humilde ante cualquier circunstancia que se le presente en la vida.
Este último ítem de la lista de los valores en la juventud no es el menos importante. Serán muchas las situaciones que pueda atravesar un joven a lo largo de la vida, y, en cualquiera de ellas, deberá aprender a ser de esas personas que perdonan a otros por sus actitudes en el pasado. Al mismo tiempo, las personas deben desarrollar la capacidad de ir ante los demás y ofrecerles disculpas cuando se han equivocado o no se ha actuado de la mejor forma.
La respuesta es totalmente afirmativa, especialmente en nuestros días donde se hacen comentarios negativos en relación a los valores en la juventud. Por ello, es indispensable hacer acto de presencia en la vida de los más pequeños, pues esto puede representar un gran cambio positivo para la vida de las personas y del futuro de la sociedad.
En este orden de ideas, los valores éticos deben ser esgrimidos a diario, pero no solo a nivel verbal, porque los valores deben transmitirse bajo una congruencia con nuestro comportamiento. Así, debemos demostrarlos con las acciones que se realizan diariamente, de forma que los niños, al observar a sus mayores, puedan adoptar esas buenas costumbres.
Del mismo modo, debemos ser vigilantes ante los antivalores, ya que, al tolerarlos, se trasgrede ese espacio de conciencia relacionado con el respeto a los valores humanos, cosa que no debemos permitir que irrumpa en la enseñanza de los valores en la juventud.
En esta perspectiva, te interesa conocer que la educación en valores fundamentales va enlazada con el ejemplo práctico y de allí que la educación en valores es un reto tanto para las familias y los centros educativos, lo que confirma que se debe enseñar a los niños verdaderos principios que orienten su conducta.
Toda persona inicia su formación en su entorno primario, es decir, dentro de la familia y son los padres quienes enseñan diariamente los valores que son comunes y aceptados en ese hogar, los cuales pueden ser diferentes con respecto a otros. Sin embargo, para que las personas puedan ser aceptadas en la sociedad, es determinante que los individuos que la conforman estén apegados a las normas, principios y valores en pro de recibir validación según su conducta.
Una vez entendido que el punto de partida para transmitir los valores es la familia, la persona sigue creciendo e interactuando en el contexto educativo, donde también se suelen reforzar los valores teniendo la oportunidad de adquirir otros, que son los que se irán fortaleciendo con el pasar del tiempo.
Debido a la creciente crisis de valores en el contexto global, surge la necesidad basada en la reflexión sobre cómo prepararnos para orientar a nuestros niños y adolescentes en principios y valores.
En este sentido, podemos recibir formación de las mejores instituciones educativas para saber cómo instruir correctamente a los jóvenes de la actualidad. Por eso recomendamos a la Escuela de Negocios especializada en formación online, Euroinnova, donde puedes recibir el Curso Educación Valores para que puedas aprender más sobre el campo y con ello, contribuir a la creación de un mejor futuro en comunidad.
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