Terapia tanatológica

¿Cómo superar la muerte de un ser querido?

Todos sabemos que la muerte es un proceso natural de la vida, pero la realidad es que casi nadie está preparado para enfrentarse a ella. Cuando perdemos a un ser querido, nos invade un inmenso dolor para el que no estamos preparados. Por ello, es común no saber cómo reaccionar ante una pérdida y precisar de ayuda. Para eso, existe la disciplina de terapia tanatológica. Esta permite afrontar el proceso que hay detrás de la pérdida de un ser querido, en la que incluso intervienen la tanatopraxia y la tanatoestética. ¡Vamos más sobre dicha terapia!

Lo normal, es sentirse sobrepasado y extraviado ante la muerte de un ser querido. Y es que, esto se debe a la falta de herramientas para enfrentarla y las emociones que ésta nos genera. Es más, en algunos casos el duelo puede ser tan intenso que el afectado pierda las ganas de vivir y el propósito de su existencia, desencadenando una depresión o un duelo patológico. 

 El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”, Buda Sakyamuni

¿Qué es terapia tanatológica?

Como venimos diciendo, la terapia tanatológica es un tratamiento psicológico mediante el cual recibirás apoyo, acompañamiento y atención personalizada por parte de un profesional especializado en Tanatología. El objetivo que guía esta profesión es enseñar a sobrellevar la difícil situación que está viviendo una persona a consecuencia de una pérdida significativa. La formación que aporta todos los conocimientos necesarios al respecto es la licenciatura en tanatología.

 La Tanatología es una disciplina científica que se encarga de encontrar el sentido al proceso de la muerte, sus ritos y significado."

Esta disciplina profesional entiende a la persona como un ser biológico, psicológico, social y espiritual, que vive en plenitud y busca su transcendencia. También se encarga de los duelos derivados de pérdidas significativas que no tengan que ver con la muerte física o enfermos terminales.

Por otro lado, la palabra Tanatología como tal tiene su origen en el idioma griego thanatos (muerte) y en el concepto que significa estudio o tratado. Por ello, se entiende que su objetivo sea proporcionar ayuda profesional al paciente con una enfermedad en etapa terminal y a sus familias. O bien, como hemos dicho, a una persona que esté en viviendo algún tipo de pérdida.

¿Cómo son las sesiones de Tanatología?

Dentro del estudio de la Tanatología, debemos tener en cuenta cómo son estas sesiones de terapia tanatológica. ¿En qué se basan? Pues, a continuación, describimos lo que pretenden conseguir los profesionales y expertos de la materia con cada paciente:

• Crear en las personas sistemas de creencias propios sobre la vida y la muerte: se basa en la aceptación de la muerte como un proceso natural.

• Preparar para asumir cualquier tipo de pérdida.

• Tratar en forma humana e inteligente a quienes están cercanos a la muerte.

• Entender la dinámica de la pena desde un punto de vista humano, acentuando la importancia de las emociones.

• Enseñar el Principio de Autonomía: permite al paciente tomar sus propias decisiones relacionadas con el proceso de morir o de su propia vida. La dignidad de la persona se comprende solo a través del respecto a la libertad.

Etapas del proceso de duelo

La doctora Elisabeth Kübler-Ross, una de las grandes especialistas en Tanatología y terapia tanatológica, describe el proceso de duelo ante la muerte de un ser querido en cinco etapas:

• Negación: se trata de una defensa temporal para el individuo. Se reconocer por frases como: me siento bien, esto no me puede estar pasando, no a mí, etc.

• Ira o Enojo: ahora se rebela contra la realidad y frecuentemente se pregunta "¿Por qué yo?". Además, el paciente se muestra irascible: todo le molesta, todo le incomoda, nada le parece bien... Sin embargo, es normal necesitar esta fase para poder aceptar esta condición.

• Negociación: “Dios, déjame vivir al menos para ver a mis hijos graduarse”, “Haría cualquier cosa por un par de años más”... Es decir, aquí tiene cabida la esperanza de que pueda haber alguna manera de posponer o retrasar el tiempo o la muerte.

• Depresión: la persona que está viviendo un duelo o muriendo empieza a tener consciencia y a comprender lo que está ocurriendo. Por ello, uno se vuelve silencioso, rechaza las visitas y pasa mucho tiempo llorando y lamentándose. Como dato interesante, hemos de recordar que no es recomendable intentar alegrar a una persona que está en esta etapa. 

• Aceptación: empieza a sentirse una cierta paz y no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolo. La vida se va imponiendo...

En un principio, se relacionaban estas etapas a las personas que sufrían enfermedades terminales, pero posteriormente empezaron a aplicarse a la muerte de un ser querido o ante cualquier pérdida (empleo, ingresos, libertad).

Por otro lado, cabe recordar que estas etapas no necesariamente suceden en ese orden, ni todas tienen por qué ser experimentadas. Cada persona es un mundo... Y es que, el proceso de duelo es altamente personal.