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México es un país con una gran variedad de dulces típicos. Uno de ellos, que algunos creen que tienen su origen en Puebla y otros en Tlaxcala, son los Muéganos. Uno de los más conocidos del país y más deliciosos... Además, es un producto que también da pie a una frase mexicana: “Juntos como Muéganos”.
En México, existe una gran variedad de dulces típicos que varían de una región a otra. La mayoría de ellos son elaborados artesanalmente y son emblemáticos de la cultura mexicana. Esta gastronomía típica es una fusión entre la cultura indígena y las nuevas costumbres, tradiciones y sabores de los españoles. Por ello, es considerada una de las más variadas y ricas del mundo, por lo que incluso se estudia en licenciaturas en repostería.
Físicamente, los Muéganos son como varios trozos de harina pegados con dulce. De hecho, es por estas características físicas por lo que el nombre "muégano" también se utiliza con una connotación social: en el país, se entiende como un conglomerado de dos o más personas unidos por un vínculo muy fuerte.
Este dulce típico se originó en el estado de Puebla alrededor de 1905. Flora Álvarez, en su afán de crear un nuevo tipo de pan para poder venderlo, fue a quién se le ocurrió realizar lo que hoy conocemos como Muéganos. Como ya hemos comentado, al igual que la mayoría de los dulces típicos poblanos, estos surgen de una combinación entre la comida indígena y la española.
Lo cierto, es que en sus inicios los Muéganos se acompañaban de nieve de limón, la misma que se vendía en los puestos del centro de Tlaxcala.
En definitiva, lo que llama la atención de este dulce y el motivo al que se le debe su fama, es por su composición de pequeños cuadritos o círculos desproporcionados con color café. Se puede aprender más sobre sus estilos en los cursos de pastelería y repostería.
Ahora bien, ¿cuál es la auténtica receta de los Muéganos? Vamos a ver...
En primer lugar, hay que mezclar la harina con la levadura y colocar la mezcla en un bol. Añadimos una cucharada de aceite, sal, huevo, leche, agua y azúcar. Mezclamos y, sobre una superficie enharinada, amasamos hasta que se empiece a despegar de los dedos. Formando una bola, la dejamos de nuevo en el bol cubierto con un plástico y dejamos reposar durante una hora.
Una vez transcurrido este tiempo, dividimos la masa en dos y la estiramos en forma de rectángulos bien finitos, y estos a su vez los partimos en trocitos de 2×1 cm, más o menos.
Estas formas que hemos conseguido, las freímos en un cazo hasta que adquieran un color dorado. ¡Recuerda retirar el exceso de aceite!
Por otro lado, para la elaboración del caramelo añadimos en un cazo el azúcar, la miel, el zumo de limón y el agua. Y calentamos esta mezcla hasta que coja un color oscuro. Después, lo vertemos sobre las galletitas rectangulares (bañándolas generosamente) y con la ayuda de una cuchara se van formando bolitas con todo mezclado. Por cierto, algunos Muéganos pueden llegar a medir hasta 10 centímetros el diámetro.
Y ya tendríamos nuestros riquísimos dulces mexicanos, que pueden conservarse bien durante 15 días.
Para que empieces a practicar esta receta y entrar de lleno en la cultura gastronómica mexicana, aquí tienes los ingredientes necesarios para elaborar los Muéganos:
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