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¿Te gustaría obtener más beneficios por tu dinero? ¿Quieres hacer crecer tu patrimonio a largo plazo? Entonces, necesitas saber cuáles son las inversiones más rentables y cómo elegirlas según tu perfil de riesgo, tus objetivos y tu horizonte temporal. Y es que, en la búsqueda constante de hacer crecer nuestro patrimonio, las inversiones se presentan como una opción atractiva y, en muchos casos, necesaria.
Por eso, este artículo, será tu guía para adentrarte en el fascinante mundo de las inversiones más rentables, explorando desde los conceptos más básicos hasta los lugares más prometedores para colocar tu capital.
Lo primero que hay que saber antes de invertir, es conocer qué son las inversiones rentables. Las inversiones rentables son aquellas que te permiten obtener una ganancia superior al coste de oportunidad de tu dinero. Es decir, que te generan más ingresos que lo que podrías obtener si dejaras tu dinero en una cuenta bancaria, en un depósito o en otro activo de bajo riesgo y rentabilidad.
Por su parte, la rentabilidad de una inversión, se mide por el porcentaje de beneficio que obtienes sobre el capital invertido en un período de tiempo determinado. Por eso, antes de invertir, debes definir tu perfil de riesgo, que es el nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir en función de tu situación financiera, tu experiencia, tu conocimiento y tu tolerancia a la volatilidad. Según tu perfil de riesgo, podrás elegir entre diferentes tipos de inversiones, que se clasifican en dos grandes categorías: la renta fija y la renta variable. Además, hay que tener en cuenta que para llevar a cabo inversiones rentables, se deben tomar decisiones de inversión. Las decisiones de inversión están intrínsecamente ligadas a evaluar el riesgo, elegir entre opciones de renta variable y renta fija, y establecer un horizonte temporal que se alinee con tus objetivos financieros.
La renta fija son aquellos activos que te pagan unos intereses fijos o variables en función de un plazo y unas condiciones establecidas previamente. Por ejemplo, los bonos, las letras, los pagarés o los depósitos. La renta fija se considera una inversión de bajo riesgo y baja rentabilidad, ya que te garantiza unos ingresos periódicos y la devolución de tu capital al vencimiento, salvo que el emisor quiebre o incumpla sus obligaciones.
Por otro lado, la renta variable son aquellos activos que no te pagan unos intereses fijos, sino que su valor depende de la evolución del mercado y de la oferta y la demanda. Por ejemplo, las acciones, los fondos de inversión, los ETF o los derivados. La renta variable se considera una inversión de alto riesgo y alta rentabilidad, ya que te ofrece la posibilidad de obtener grandes beneficios, pero también de sufrir grandes pérdidas.
Estos dos tipos de rentas tienen ventajas e inconvenientes, y no existe una mejor que otra. Lo importante, es que elijas la que mejor se adapte a tu perfil de riesgo, a tu horizonte temporal y a tus objetivos, a la vez que te aporta seguridad financiera. Además, puedes combinar ambas en una cartera diversificada que te permita equilibrar el riesgo y la rentabilidad, y aprovechar las oportunidades que te brinda el mercado.
El mejor momento para invertir es aquel en el que dispones de un capital que no necesitas a corto plazo, que has ahorrado previamente y que estás dispuesto a arriesgar en busca de una mayor rentabilidad. No existe una fórmula mágica para saber cuándo invertir, ya que el mercado es impredecible y está sujeto a múltiples factores que pueden afectar a su comportamiento.
Sin embargo, existen algunas pasturas que te pueden ayudar a tomar mejores decisiones de inversión:
Establece tus objetivos, tu horizonte temporal, tu perfil de riesgo y tu presupuesto. Así podrás elegir las inversiones más adecuadas para ti y evitar dejarte llevar por las emociones o por las modas.
Invierte en diferentes tipos de activos, sectores, mercados y zonas geográficas. Así podrás reducir el riesgo global de tu cartera y aprovechar las oportunidades que te ofrece la diversidad.
La inversión a largo plazo es la que te permite obtener mayores rentabilidades y aprovechar el efecto del interés compuesto, que es el interés que se genera sobre el capital inicial y sobre los intereses acumulados. Además, la inversión a largo plazo te permite reducir el impacto de las fluctuaciones del mercado y de los costes asociados a la inversión, como las comisiones o los impuestos.
El mercado no siempre sube, sino que también tiene momentos de caída o de crisis. Estos momentos pueden ser una buena oportunidad para comprar acciones a precios más bajos y obtener mayores rentabilidades futuras. Eso sí, siempre que tengas una visión a largo plazo y que no inviertas más de lo que puedas perder.
El mercado cambia constantemente, y lo que hoy es una buena inversión, mañana puede dejar de serlo. Por eso, es importante que revises tu cartera periódicamente y que hagas los ajustes necesarios para mantenerla alineada con tu estrategia, tu perfil de riesgo y tus objetivos.
En el complejo universo de las finanzas, la elección de dónde hacer una inversión en 2024 puede ser abrumadora. En este año, al parecer, los mercados están recuperando las rentabilidades que no alcanzaron el pasado año. No obstante, es esencial mantener el enfoque en el largo plazo, independientemente de las fluctuaciones que puedan experimentar las inversiones.
Por eso, al pensar dónde invertir en este momento, en términos de variedad de inversiones, y de manera concisa; los depósitos han vuelto a captar la atención de numerosos inversores después de los incrementos en las tasas de interés, aunque para encontrar los depósitos más rentables, es necesario dirigirse al mercado europeo. Asimismo, las cuentas remuneradas han resurgido después de varios años de inactividad.
Igualmente, durante los últimos meses de 2023 y al inicio de este 2024, muchos individuos han optado por adquirir Letras del Tesoro, ya que ofrecen rendimientos superiores al 3%.
Frente a la elevada inflación y la incertidumbre económica, una estrategia adoptada por las gestoras de activos es la inversión en dividendos. Las acciones que distribuyen dividendos ofrecen una protección frente al aumento generalizado de los precios y han demostrado un rendimiento superior al mercado en períodos de desaceleración del crecimiento.
Por su parte, una opción destacada para invertir es aprovechar temáticas a largo plazo, conocidas como megatendencias, que representan cambios significativos y mejorar en los hábitos de vida futuros. Estas abarcan avances en biotecnología, medidas contra el cambio global y tecnología, entre otros.
Además, en los últimos años la salud y la biotecnología han emergido como temáticas relevantes, con un sólido crecimiento de las empresas sanitarias que se espera que perdure. Otra alternativa, son los gestores automatizados, también conocidos como roboadvisors, que han ganado popularidad al ofrecer soluciones personalizadas según tu perfil de riesgo y metas financieras. Para una inversión a largo plazo, los fondos de inversión ofrecen diversificación y gestión profesional.
¿Estás interesado en el mundo financiero? ¡No te pierdas este artículo sobre qué son las inversiones en valores y cómo se clasifican!
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