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Las conductas que los estudiantes practican en forma regular se denominan hábitos del estudio, y estos pueden ser tanto buenos o malos, es decir positivos o negativos y al practicarse estas conductas en forma continua, pasan precisamente a convertirse en hábitos y se vuelven naturales.
Entre los hábitos del estudio positivos encontramos el cumplimiento de horarios, organización del tiempo con el que se cuenta, estudiar en un lugar silencioso además de cómodo, usar técnicas para el aprendizaje tales como el subrayado, mapas mentales, cuadros comparativos, repaso, entre otros. Entre los malos hábitos del estudio están ser desordenado y ruidoso, estudiar con hambre o cansado, también en un lugar con poca luz, al igual que memorizar el contenido.
En la adquisición de esos hábitos juegan un rol fundamental tanto los maestros como la familia, al momento en que se cuentan con buenos hábitos del estudio, se abre la posibilidad de que el alumno ya no tenga la necesidad de contar con una guía permanente por parte de sus docentes, ya que es capaz de estudiar por sí solo.
Con ellos se promueve el desarrollo cognitivo y además la capacidad de aprender nuevos contenidos con un menor grado de dificultad, también permiten el mejoramiento del rendimiento académico en cualquiera de los niveles educativos.
Es recomendable la formación de hábitos del estudio desde pequeños, de esta manera, al transcurrir el tiempo, los niños irán desarrollando mayor seguridad con respecto a sus capacidades, habilidades y destrezas.
Los padres deben trabajar en la formación de este tipo de hábitos en sus hijos para que a futuro tengan menor dificultades para aprender, al igual que mayor capacidad de concentración y también de comprensión. Ayudar a nuestros hijos a generar este tipo de hábitos desde una edad temprana, constituirá una base sólida con el propósito de determinar el nivel de compromiso tanto con sus responsabilidades, así como también con el hecho de cumplir sus metas en un futuro.
La creación esta serie de hábitos va a depender directamente tanto del trabajo como de las estrategias que se utilicen para crearlos, sin embargo hay que controlar elementos tales como la planificación, concentración y la comprensión. Si quieres que tus hijos tengan éxitos en su formación académica ayuda a que formen los hábitos precisos para tal fin.
Si tienes buenos hábitos del estudio serás un muy buen estudiante y en consecuencia tendrás excelentes calificaciones y conseguirás tus metas. Sin embargo hay ocasiones que a pesar de haberte esforzado por mucho tiempo, no logras los frutos esperados y esto puede ser porque no has utilizado la estrategia correcta, así que es necesario mejorar esos hábitos del estudio, al igual que planificarte y organizarte mejor en torno a ellos.
Si incorporas a tu cotidianidad unos buenos hábitos del estudio, podrás tener la mitad del camino recorrido hacia lograr tu éxito y metas. En este sentido, te proporcionaremos algunos consejos en relación a cuáles son aquellos que debes implementar, veamos:
Lo primero que debes tener claro es el propósito que quieres lograr, es decir tener unos objetivos precisos y definidos, además de conocer con exactitud cuál es tu motivación. Si tienes metas establecidas, trabajarás para obtenerlas.
Si quieres alcanzar un objetivo, es indispensable tener una planificación correcta, ya que es algo así como una hoja de ruta que vas a ir cumpliendo para llegar hasta el objetivo final, pero eso sí, no debes desviarte de ella a pesar de los contratiempos que se te presenten. Es fundamental la organización al momento de estudiar.
Para lograr unos buenos hábitos del estudio, es recomendable que a diario estudies en el mismo horario, ya que estarás dispuesto para comprender la información y tu cerebro asimilará ese tiempo como el período en el cual vas a estudiar. Por el contrario, si tienes muchas ocupaciones y lo vas haciendo en intervalos de tiempo determinados, de igual forma es importante que trates que sea en un mismo horario. Es en sí el establecimiento de un patrón de horarios.
Cuando estudias por largos períodos de tiempo y no tienes descanso entre ellos, no lograrás los objetivos que pretendes, ya que tu capacidad de memorización no será la misma. La recomendación es que vayas estudiando poco a poco, es decir que aproveches al máximo pequeñas sesiones de tiempo, pues de esta forma tu cerebro asimilará la información mucho mejor.
Hay momentos en que no tenemos tanta disposición de tiempo para estudiar o comenzamos a estudiar tarde para ese examen y sustituimos nuestras horas de sueño por horas para estudiar, pero recuerda que siempre es necesario dormir 7 u 8 horas que es el tiempo recomendado para tener un descanso reparador. Si no duermes esta cantidad de horas tu rendimiento decaerá ya que no estás al 100% de tus capacidades.
Al momento de estudiar debes tratar de reducir todo aquello que te genere una distracción, tal es el caso de los teléfonos móviles, también de sonidos de televisión o similares.
Puedes distribuir las sesiones de estudio en varios días y en base a ello ir avanzando, de esta manera tendrás la posibilidad de consolidar el aprendizaje al tratar de recordar y también repasar lo ya estudiado.
Es relevante contar con un lugar específico para estudiar en el que estén presentes las condiciones adecuadas para el estudio, así podrás concentrarte y rendir mucho más. El espacio debe estar ordenado, debe ser silencioso, tener una buena iluminación y ser lo bastante cómodo.
Hay muchas técnicas de estudio que facilitan el proceso de aprendizaje. Solo se trata de seleccionar las más adecuadas para ti y ponerlas en práctica.
Todo aquello que vayas a estudiar es necesario entenderlo, pues si solo lo memorizas para presentar un examen o evaluación, no lograrás un aprendizaje claro.
Si estás acostumbrado a leer, este hábito no te será difícil de adoptar. Cuando vayas a estudiar un tema en especial, lee todo lo que puedas del mismo, y extrae las ideas centrales y las más relevantes. Es importante que no avances si no estás entendiendo, pues no lograrás el aprendizaje que estás buscando.
Para adquirir este tipo de hábitos es básico tener constancia y determinación, siendo estas las dos herramientas fundamentales para lograrlos, y es necesario recordar además que la única forma de crear hábitos es repitiendo los hechos y acciones constantemente.
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