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El orientador escolar es un agente de cambio que está presente en todos los planteles educativos. Es un profesional formado para brindar asesoría técnica y sistemática a los alumnos de la institución a la que pertenece. La misión principal de esta figura es motivar a los estudiantes a formar parte activa del proceso enseñanza-aprendizaje y fomentar una cultura organizacional orientada hacia la mejora continua.
El orientador escolar trabaja en conjunto con los miembros directivos de la institución y demás profesores, explota las potencialidades del talento humano que está formándose en la casa de estudios e impulsa la innovación en la ejecución de los procesos.
Este líder emplea la psicología, pedagogía, mediación y estrategia para guiar a los estudiantes hacia el éxito académico. Su trabajo es mirar dentro del estudiante, conocerlo, descubrir sus potencialidades, hacer que el joven se conozca y descubra de que es capaz.
El orientador escolar es, sin lugar a duda, una pieza clave para el desarrollo de la sociedad. Sus intervenciones influyen en las decisiones de las nuevas generaciones y, en consecuencia, en el futuro de un país.
Las funciones del orientador escolar se pueden clasificar de acuerdo a los roles que esta figura ejecuta durante su ejercicio. Es decir, según las acciones y resultados que espera este profesional durante su desempeño en las diferentes situaciones laborales. Veamos:
Se refiere al papel activo que desempeña el orientador ante las organizaciones y contextos. Sus funciones dentro de este rol consisten en ser facilitador de materiales y recursos, mediador en situaciones de conflicto y un equilibrador de fuerzas internas.
Como agente de cambio el orientador debe adentrarse en la organización, usar su conocimiento y experiencia para ganar autoridad e impulsar un cambio positivo en la organización.
En esta oportunidad el orientador se presenta como un facilitador. Su función se enfoca básicamente en fungir como mediador en las conversaciones de la organización, propiciando la comunicación asertiva a través de la aplicación de técnicas para la resolución de conflictos.
Consiste en emplear su conocimiento y experiencia para brindar asesoría y orientación profesional a otros profesores, a fin de dar respuesta a situaciones complejas.
De igual forma parte de las funciones del orientador escolar, en su rol como asesor, es poner a disposición de profesores, padres y alumnos sus conocimientos de psicopedagogía como parte de una estrategia colaborativa.
Con la finalidad de ser solidario y responsable de que los profesores, padres y representantes adquieran los conocimientos, habilidades y actitudes apropiados en función a una educación integral y saludable para los alumnos, desde los contextos escolar y familiar.
Como evaluador se destaca por planificar y llevar a cabo la labor de valorar, diagnosticar, e investigar las organizaciones, su talento humano y sus procesos, a través de planteamientos de problemas o formulación de objetivos.
Haciendo uso de la metodología de la investigación, aplicando técnicas e instrumentos de recolección de datos (con su adecuado análisis estadístico para su debida interpretación, tabulación y presentación) para a partir de allí, generar conclusiones y recomendaciones que permitan brindar soluciones a los problemas identificados.
En general las funciones del orientador escolar son variadas y complejas, pero en conjunto tienen una gran relevancia social, sus investigaciones e intervenciones influyen positivamente en la reestructuración del sistema educativo y de la sociedad.
En definitiva este líder es un agente de cambio que colabora para modificar la cultura de las organizaciones hacia la mejora continua. Es un asesor, comunicador, psicopedagogo, evaluador, investigador y responsable del éxito académico de las nuevas generaciones, simplemente es un forjador de futuro.
¿Y tú? ¿Qué esperas para forjar tu futuro y ser parte del cambio hacia la mejora continua?
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