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El hábito lector es, sin duda, una de las actividades que mayores beneficios puede tener para los más pequeños, pero también es una de las más complicadas. Pues, como a todos, no sentimos devoción por todos los géneros literarios, sino que preferimos alguno que, de alguna manera, nos llena por dentro. Y es que, la lectura es eso: plenitud. ¡Descubre las actividades para fomentar la lectura en niños de Primaria!
En la etapa primaria, los padres y madres tienen un papel esencial como modelo a seguir en cuanto a hábitos se refiere. Sin embargo, como docentes es importante también crear un equilibrio entre aquellos libros que a ellos les llaman más la atención y aquellos otros que se tengan que leer de forma obligatoria. Y es que, estos últimos no siempre son de su agrado y pueden desembocar en un rechazo hacia la lectura.
Este es uno de los objetivos clave de la Educación Primaria: que los niños sean capaces de leer y comprender textos de forma autónoma. Es algo fundamental para ampliar su educación, desarrollar su inteligencia e ir empapándose de la cultura. Un buen hábito de lectura es crucial a estas edades. Por ello, es conveniente que conozcas las actividades para fomentar la lectura en niños de Primaria, ya seas padre, madre o profesor. ¡Vamos a ello!
Leer es una actividad compleja que requiere un cierto nivel de concentración y comprensión, por lo que muchos niños y niñas no la ven como algo lúdico."
Como podemos ver, los beneficios que tiene la lectura en su desarrollo integral son increíbles. Además, leer en la infancia es sumamente importante para adoptar diferentes puntos de vista a través de sus personajes, ampliando su visión del mundo y empatizando emocionalmente con ellos. ¡Abren la mente!
Además, el aprendizaje de la lectura es el primer paso para comenzar a escribir. Y es que, antes de trazar las letras, deben ser capaces de identificarlas.
Cuando los niños y niñas llegan a Educación Primaria, ocurre algo: la lectura se convierte en una obligación. ¡BOOM! Algo terrible para muchos… Por ello, se deben llevar a cabo actividades y tener en cuenta ciertas estrategias para que vean la lectura como algo divertido. Vamos a ver algunas de ellas:
estimula su capacidad asociativa y profundiza en la comprensión lectora proponiéndoles un reto. Haz que relacionen títulos de libros que no han leído con su respectiva sinopsis.
después de una lectura obligatoria, deberán sugerir finales alternativos o expresar cómo esperaban o querían que concluyese la historia.
Pregúntales cómo les ha hecho sentir el libro o algún acontecimiento concreto de la narrativa y deja que se expliquen y justifiquen sus sentimientos.
Entrena su memoria y entrégales un cartón de bingo donde puedan ir tachando el orden en el que aparecían los personajes.
Escoge un relato para leer en voz alta y selecciona tres palabras. Cuando surjan, los niños deberán reaccionar realizando una acción concreta.
Plantea la creación de un libro con una temática común. El reto está en que deberán ir escribiendo una página para el libro semanalmente.
Si tienes la suerte de que tu centro escolar disponga de una biblioteca, anima a que se lean uno de su gusto periódicamente. Después, deberán contar de forma resumida sobre qué trataba el libro.
Prácticamente, todos los padres les compran libros a sus hijos durante la infancia para animarles a que adopten hábitos sanos. Por tanto, puedes organizar un trueque de libros entre los niños.
Dramatiza alguna obra literaria con un teatro. Para conseguirlo es necesario un esfuerzo extra significativo y grandes dosis de organización. No obstante, vale la pena, ya que es una actividad muy gratificante y beneficiosa para el desarrollo psicosocial de los niños pequeños.
Si se quiere fomentar la lectura en un centro educativo de la manera más eficiente posible, puede ser recomendable contar con un intermediario como un animador de lectura. Esta persona tiene que conocer a los alumnos y el texto que se va a difundir entre los mismos. Para ser animador de lectura se requiere tener experiencia previa en la lectura, sea una persona entusiasta, creativa y con una determinada formación.
Con todo lo anterior, se conseguirá que se cree un ambiente adecuado para transmitir emociones positivas y fomentar la lectura. En resumen, la función primordial del animador consiste en instruir a los lectores, por lo que comparte con los niños/as la experiencia de la lectura, siendo esto algo que no se puede enseñar, sino que se transmite, difunde y contagia.
Por último, da a los lectores un lugar donde entender, apreciar y reflexionar sobre los determinados textos. No se detiene en un nivel superficial, sino que facilitan a los niños que puedan interpretar, ser críticos, comprender, promover y dar vida a la literatura.
En la mayoría de los padres y madres siempre rondan esas ideas de que hay que fomentar la lectura de los hijos, que deben leer para aprender y coger el hábito… ¡Totalmente cierto! Esas ideas están cargadas de buenísimas intenciones. Pero, en ocasiones, no llegan a materializarse en la práctica.
Y sí, también es verdad que el día a día nos come y no tenemos tiempo para nada. Pero, hay que poner de nuestra parte.
Y es que, es imprescindible que los padres y madres lleven a cabo actividades para fomentar la lectura en niños de Primaria en sus casas. ¿Cómo? ¡Toma nota!
Otra estrategia, además de las actividades para fomentar la lectura en niños de Primaria, es el género de terror. ¡Al parecer les chifla!
A lo largo de los diferentes cursos, los alumnos van trabajando la lectura con diferentes libros y de géneros muy diferentes. Y es que, la clave está en que ellos mismos descubran qué tipo de lectura les atrae más. De forma generalizada, cuando llegan a los últimos cursos de Primaria, sienten una gran curiosidad por las historias de miedo. Por ello, es ideal fomentar su pasión por los libros incidiendo más en este género. ¡Ahora sí, pura diversión!
De hecho, se pueden realizar diferentes actividades o proyectos relacionados con historias de miedo. Por ejemplo, se puede teatralizar las mejores y más clásicas historias de terror o crear una página web en torno a ellas. Existen opciones infinitas.
De esta manera, quienes disfrutan de la lectura son fieles a sus hábitos, pero los que antes no leían por diversión terminan estando motivados y disfrutan de la actividad.
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