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El verde es el color de la esperanza, la esperanza por un planeta más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Estos son los valores y principios de las conocidas como empresas verdes, unas organizaciones que se basan en un sistema de gestión respetuoso con el medio ambiente. En este post conocerás las condiciones que deben cumplir las entidades para ser consideradas como empresas verdes, la normativa que lo regula y las ventajas que tiene a diferentes niveles. ¿Quieres aprender más acerca de las empresas verdes?
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Las empresas sean o no categorizadas como verdes deberán de responder ante las obligaciones tributarias, de forma que, es necesario contar con profesionales altamente cualificados para gestionarlas. Entre los impuestos a los que están sujetas las empresas se encuentran los impuestos medioambientales que tratan de paliar algunos problemas ecológicos como el cambio climático desde este enfoque. Por ello, para mantenerse al corriente de las obligaciones fiscales se requerirá de contar con profesionales especializados con formaciones como el curso de impuestos medioambientales de Euroinnova International Online Education, para adquirir estas competencias profesionales.
Las empresas verdes guardan una relación estrecha con lo que se conoce como "economía verde". El PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) define este tipo de economía como aquella que busca un "mejor bienestar humano, y equidad social, reduciendo significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas".
A partes iguales, las empresas verdes a la hora de gestionar su negocio o en la venta de sus productos o servicios lo llevarán a cabo bajo el principio de desarrollar procesos más sostenibles. La sostenibilidad será entendida como el uso eficiente de los recursos para satisfacer las necesidades de las personas sin poner en riesgo los recursos para las futuras generaciones y tratando de mantener el equilibrio en lo medioambiental, social y económico.
El objetivo de las empresas verdes es poner realizar acciones que pongan en práctica su compromiso por disminuir el impacto medioambiental siendo rentables y teniendo en cuenta las condiciones laborales de su personal.
Las empresas verdes se caracterizan por buscar un sistema de gestión que respete el medio ambiente que, a partes iguales, logre una gestión eficaz y sostenible. En otras palabras, la gestión trata de enfocarse hacia la eficiencia pero sin perjudicar al entorno que rodea a estas empresas verdes.
Los estándares que describen las condiciones de estos sistemas de gestión y los requisitos para que puedan implantarse son la norma ISO 14000 y la norma ISO 50000. Por lo tanto, las empresas que voluntariamente quieren convertirse en empresas verdes, respetar el planeta y ser menos contaminantes deberán actuar respetando esa normativa.
Habitualmente los motivos por los que las empresas se están comprometiendo con el medioambiente son por ideales internos y convicciones de la compañía o por presión social o legislativa.
La categoría de empresa verde es ventajosa, no solo para el planeta que tiene en estas empresas verdes unos aliados perfectos contra problemas medioambientales como el cambio climático sino también para quienes las dirigen. De forma concreta algunas de las ventajas de las empresas verdes serán las siguientes.
El objetivo principal para implantar un negocio verde es cuidar y proteger el planeta. Por ello, las empresas verdes reducirán la contaminación dentro y fuera de la empresa, siendo esta la principal ventaja.
A nivel interno las empresas verdes generan un impacto positivo en el medio ambiente que en el entorno de trabajo se traduce en una mejora de las condiciones de vida dentro y fuera de la empresa, más ingresos o mejoras en su eficiencia.
A nivel empresarial, la cultura corporativa basada en la sostenibilidad supone una mejora en la reputación y la imagen que proyectan hacia el exterior. Y es que, actualmente existe una mayor preocupación por problemas como el cambio climático o el consumo responsable que hace a estas empresas verdes conseguir una ventaja competitiva.
En el largo plazo, las empresas que no sean ecológicas podrán tener una mala reputación que se traducirá en una fuga de clientes, colaboradores o accionistas.
Los nuevos hábitos de consumo más responsables y la necesidad de soluciones innovadoras que atiendan la demanda de productos o servicios más sostenibles ha originado la aparición de las empresas verdes y la creación de nuevos nichos de mercado.
El reciclaje o la reutilización de los costos en suministros de papel por ejemplo, supone mayores beneficios netos para las empresas. Lo mismo sucede si se implementan los paneles solares, para el ahorro de energía y, por lo tanto, del recibo de la luz.
Al final de este post se podrá categorizar que las empresas verdes formará una parte fundamental en el tejido empresarial del futuro. Por ello, son cada vez más los profesionales que se están especializando en economía circular y desarrollo sostenible y en responsabilidad social corporativa para lograr el perfil altamente cualificado y polivalente que las empresas están demandando, en un contexto social donde la preocupación por problemas como el cambio climático, supone una oportunidad para lograr un elemento diferenciador en el mercado.
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