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Manejar las finanzas a veces parece sumamente complejo. Tanto así que en los más mínimos detalles, por ejemplo, no sabemos las cuentas por pagar a qué estado financiero pertenece. Sin embargo, este proceso es engorroso cuando se trata de hacer balances financieros consolidados en los que los gastos y clasificación de las cuentas y activos son mucho mayores. En este post nos centraremos en determinar a qué estado financiero pertenecen las cuentas por pagar, así que te invitamos a acompañarnos en este objetivo.
Cuando se tiene una empresa propia o se tienen socios, es necesario manejar elementos como el impuesto, utilidades acumuladas de los empleados, balance general y muchos otros. Por ello, la figura del asistente contable o contador es tan esencial incluso para cosas sencillas como saber las cuentas por pagar a qué estado financiero pertenecen. ¡Vamos! Te explicaremos esta categoría contable al detalle.
En primer lugar, definiremos qué son las cuentas por pagar: son cuentas que se generaron por concepto de gastos necesarios para que la entidad alcance su objeto social. Es decir, son obligaciones financieras contraídas por la empresa para la compra de bienes o servicios para su uso, transformación y/o venta en función de su actividad económica.
En contabilidad, las cuentas por pagar son una categoría importante dentro del balance general de una empresa. Representan las obligaciones pendientes de pago que una empresa tiene con sus proveedores o acreedores por bienes o servicios adquiridos a crédito.
Cuando una empresa compra bienes o servicios a crédito y aún no ha realizado el pago por ellos, se crea una cuenta por pagar. Estas cuentas reflejan las deudas que la empresa debe saldar en el futuro cercano o a largo plazo, dependiendo de los términos de crédito acordados con los proveedores.
Ahora bien, ¿las cuentas por pagar a qué estado financiero pertenecen? Al ser una deuda, pertenecen a los pasivos y se encuentran constituidos por contratos que le han generado a la empresa obligaciones frente a proveedores.
A su vez, podemos distinguir dos tipos de cuentas por pagar:
Cuentas por pagar a corto plazo: sueldos de trabajadores, pago a proveedores de materia prima, intereses sobre préstamos, provisión para gastos, anticipos de clientes, etc. Todas estas cuentas por pagar se enmarcan dentro del pasivo corriente.
Cuentas por pagar a largo plazo: bonos emitidos, deudas por pagar a largo plazo, provisión para pensiones y jubilaciones, hipotecas, etc. Todas estas cuentas por pagar se inscriben en el pasivo no corriente.
Para comprender mejor de qué se trata esta clasificación de cuentas dentro de un estado financiero, veamos algunos términos necesarios:
Finalmente, saber a qué estado pertenecen las cuentas por pagar es sumamente importante como el hecho de que una empresa por muy pequeña que sea tome en consideración sus obligaciones financieras y cumpla con ellas a fin de no incurrir en falta que acarree sanciones administrativas.
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