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La taxonomía de de Bloom es una herramienta en el ámbito educativo, puesto que permite clasificar y organizar los procesos cognitivos asociados al aprendizaje. En un mundo cada vez más interconectado y digital, es crucial adaptar este marco a las nuevas realidades y desafíos que enfrenta la educación en la actualidad. En lo que sigue, exploraremos la taxonomía de Bloom en la era digital a través de su definición, utilidad, importancia y cómo se aplica en el ámbito educativo contemporáneo.
La taxonomía de Bloom -creada en 1956 por el psicólogo Benjamin Bloom, de quien quien proviene el nombre- es un modelo de clasificación de los niveles de pensamiento y aprendizaje. La taxonomía originalmente constaba de seis niveles jerárquicos de procesos cognitivos, desde los más simples hasta los más complejos, es decir, conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación. En 2001, la taxonomía fue revisada por Anderson y Krathwohl, quienes propusieron una versión actualizada que reemplazaba los términos anteriores por recordar, entender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
La taxonomía de Bloom, por lo tanto, sirve como una guía para los educadores, en tanto les ayuda diseñar actividades de enseñanza y evaluación que promuevan el desarrollo de habilidades cognitivas en los estudiantes. De esta forma, se busca estimular la adquisición de conocimientos y habilidades de manera gradual y secuencial, permitiendo alcanzar niveles de pensamiento cada vez más avanzados.
La taxonomía de Bloom juega un papel crucial en la educación, ya que proporciona un marco estructurado para la planificación y evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Su relevancia radica en su capacidad para ayudar a los educadores a enfocar sus esfuerzos en el desarrollo de habilidades cognitivas de los estudiantes, en lugar de centrarse únicamente en la adquisición de información.
Además, la taxonomía facilita la comunicación entre los profesionales de la educación, al proporcionar un lenguaje común para describir y analizar los objetivos de aprendizaje y las actividades de enseñanza. A su vez, al alinear las estrategias de enseñanza y evaluación con los niveles de la taxonomía, los educadores pueden garantizar que los estudiantes alcancen un aprendizaje significativo y duradero.
En el contexto actual, caracterizado por la rápida evolución de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), es necesario repensar la taxonomía de Bloom para que siga siendo relevante y efectiva. En este sentido, se han propuesto varias adaptaciones de la taxonomía, enfocadas en incorporar las habilidades y competencias digitales que los estudiantes deben desarrollar en la era digital.
Churches (2009) propuso una versión de la taxonomía de Bloom adaptada al entorno digital, en la cual se integran habilidades y competencias específicas relacionadas con el uso de las TIC. Esta versión, conocida como taxonomía de Bloom digital, incluye los siguientes niveles:
recordar digitalmente
entender digitalmente
aplicar digitalmente
analizar digitalmente
evaluar digitalmente
crear digitalmente.
En cada nivel, se contemplan habilidades como buscar y organizar información en línea, colaborar mediante herramientas digitales, utilizar software para resolver problemas, analizar datos y crear contenido multimedia, entre otras.
La aplicación de la taxonomía de Bloom en la era digital implica la integración de tecnologías y recursos digitales en los procesos de enseñanza y aprendizaje con el fin de promover el desarrollo de habilidades cognitivas y digitales en los estudiantes. Algunas estrategias para lograr esto incluyen:
Diseñar actividades de aprendizaje que utilicen herramientas digitales para fomentar la exploración, el análisis y la creación de conocimientos en diversos formatos y medios.
Fomentar la colaboración y el trabajo en equipo mediante el uso de plataformas de comunicación y gestión de proyectos en línea.
Implementar evaluaciones formativas y sumativas que consideren tanto los niveles cognitivos como las competencias digitales de los estudiantes.
Proporcionar oportunidades para que los estudiantes desarrollen habilidades de pensamiento crítico y creativo mediante la resolución de problemas y la creación de proyectos utilizando recursos digitales.
Sin embargo, la aplicación de la taxonomía de Bloom en la era digital también presenta desafíos, como la necesidad de formar a los educadores en el uso de las TIC y el desarrollo de competencias digitales, así como garantizar el acceso equitativo a las tecnologías y recursos digitales para todos los estudiantes.
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