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Para convivir en sociedad son necesarias las normas sociales. Estas funcionan, a grandes rasgos, como pautas o marco de conducta para que haya una convivencia pacífica entre los miembros de una comunidad de personas. En este texto, se presentan los aspectos clave de las normas sociales, sus características y sus tipos.
Las normas sociales se entienden como reglas o estándares de comportamiento que son culturalmente aceptados y adoptados de manera consensuada por una sociedad. En otras palabras, estas aportan un conjunto de directrices para que los miembros de la comunidad puedan interactuar y coexistir de manera pacífica. En este sentido, estas normas definen qué se considera adecuado o no para determinados contextos, lo que permite no solo comprender las acciones de los demás, sino también conservar conductas y actitudes para lograr un entorno habitable por todos.
Ahora bien, con respecto a sus funciones, las normas sociales permiten lo siguiente:
Ayudan a mantener el orden y estabilidad social. Esto es posible en tanto las normas son marcos que regulan las acciones humanas.
Facilitan la cohesión social a través de comportamientos que benefician al grupo. Esto es importante para evitar conflictos.
Forman parte de mecanismos de socialización. Las personas que integran una sociedad, al considerar ciertas normas, pueden interactuar con otras y así formar relaciones amables.
Construyen, asimismo, la identidad de una comunidad, ya que aportan un conjunto de valores y comportamientos que definen a un grupo humano.
Las normas sociales poseen varias características distintivas que reflejan su naturaleza y función en la sociedad. Estas son:
Las normas sociales son un fenómeno universal que se encuentra en todas las sociedades humanas, desde las más pequeñas hasta las más grandes y complejas. Independientemente de su cultura, religión o ubicación geográfica, todas las sociedades han desarrollado un conjunto de normas sociales para regular el comportamiento de sus miembros y facilitar la cooperación y coexistencia pacífica.
Las normas sociales a menudo están arraigadas en las costumbres y tradiciones de una sociedad, y se transmiten de generación en generación. Aunque pueden ser formalizadas en leyes o reglas escritas, muchas normas sociales son aprendidas e internalizadas a través de la observación y participación en la vida social. También se dice, por lo tanto, que son consuetudinarias, es decir, regidas por la costumbre.
Aunque las normas sociales pueden parecer inmutables, en realidad son dinámicas y cambian con el tiempo. A medida que las sociedades evolucionan y se enfrentan a nuevos desafíos y oportunidades, las normas sociales también se adaptan y evolucionan. Los cambios en las normas sociales pueden ser impulsados por una variedad de factores, incluyendo el progreso tecnológico, los cambios demográficos, la globalización y los movimientos sociales.
Ahora bien, no todas las normas sociales pueden tener la misma importancia. Algunas normas son fundamentales para la estructura y funcionamiento de la sociedad, por lo que su incumplimiento puede llevar a sanciones severas. Otras normas son menos relevantes y su incumplimiento puede ser tolerado o incluso ignorado.
Existen diferentes tipos de normas sociales, cada una con su origen, propósito y grado de formalidad.
Las normas jurídicas son reglas formales que han sido codificadas en leyes y normativas por una autoridad reconocida, generalmente el Estado en sus diversos códigos. Estas normas dictan el comportamiento legalmente aceptable y proscriben acciones específicas. Las normas jurídicas abarcan una amplia gama de comportamientos, desde la conducta criminal hasta las reglas de tráfico y las regulaciones comerciales. Hay que mencionar, asimismo, que hay una rama del derecho que se ocupa del derecho consuetudinario, es decir, de las normativas surgidas a través de la costumbre.
Las normas morales son principios que guían el comportamiento ético y moral. Estas normas, que pueden tener sus orígenes en la religión, la filosofía o la cultura, dictan lo que se considera “bueno” o “malo”, “justo” o “injusto”. Por su parte, con respecto a algunas religiones, estas pueden establecer determinadas normas para fiestas, dietas, entre otros. Aunque las normas morales no siempre están respaldadas por la ley, su violación puede llevar a la desaprobación social.
Las convenciones sociales son reglas informales que guían el comportamiento en situaciones sociales específicas. Estas normas, que pueden variar ampliamente entre diferentes culturas y contextos, cubren aspectos como las normas de etiqueta, las expectativas de vestimenta y los protocolos de comunicación. Aunque estas convenciones suelen ser menos estrictas que las normas jurídicas o morales, su cumplimiento es importante para la integración social y la aceptación.
Las normas sociales abarcan una amplia gama de comportamientos y situaciones. Algunos ejemplos de normas sociales comunes en muchas sociedades incluyen:
Saludar a las personas al encontrarse con ellas, esto como muestra de respeto y reconocimiento.
Esperar el turno en la fila en lugar de saltarse a los demás.
Vestirse de manera apropiada para diferentes ocasiones y entornos.
No hablar en voz alta en lugares como bibliotecas o cines, donde se espera silencio.
Cubrirse la boca al toser o estornudar para evitar la propagación de enfermedades.
Respetar las propiedades y espacios personales de los demás.
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