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El crochet es una técnica de tejido bastante extendida en todo el mundo. La aparente sencillez de su ejecución permite crear diseños de diverso tipo y orientados a diferentes fines. Esto hace que muchas personas busquen aprenderlo, ya que ofrece muchas oportunidades para embellecer diseños, prendas, adornos, entre otros. Además, al ser una técnica que puede practicarse en casa, puede contribuir con la moda sostenible. En lo que sigue, se mencionan los orígenes del crochet, qué es y los principales materiales para utilizarlo.
El crochet es una técnica y una herramienta al mismo tiempo. Se trata de una técnica en tanto permite crear estructuras entrelazadas a través de movimientos que realiza el tejedor o tejedora para unir hilos, lanas o filamentos especiales para textiles o ropa en general. Por su parte, es una herramienta que puede describirse como un palo, palillo o aguja –el material, el tamaño y el grosor pueden variar– que posee un gancho en una de sus puntas; este gancho es el que precisamente permite el entrelazamiento antes mencionado. Es así como se les denomina crochet a ambos, aunque se le conoce también como aguja de ganchillo o aguja de croché.
Ahora bien, en comparación con otros métodos o técnicas de tejido, el crochet permite generar texturas y apariencias atractivas con una sola aguja. Los bucles, nudos o puntos que el ganchillo permite crear toman el grosor o anchura según el tamaño de este. De hecho, cuando se busca crear un tejido de entramado ancho, se busca un crochet que permite crear los espacios justos entre cada uno de los hilos. De ahí que, asimismo, sea una técnica que permite proponer nuevos diseños y así explorar la creatividad. Es una técnica que va más allá de las prendas de vestir; lo que quiere decir que puede ser aplicada para producir otros tipos de elementos, como adornos para el hogar.
El crochet está presente en diferentes partes del mundo, donde ha tenido desarrollos y usos diferentes a lo largo de los últimos siglos. Sin embargo, no se conoce con exactitud su origen, sino que comenzó a expandirse a partir de los siglos XVI y XVII. Lo que sí se conoce con certeza es que el término crochet proviene de la voz crochet, perteneciente al francés antiguo, y esta de la voz alemana croc, cuyo significado es gancho.
Ahora bien, como se ha dicho, la historia de su diseminación por el mundo inicio en Europa y tomó protagonismo en Francia hacia el siglo XIX. En este siglo, precisamente, la reina Victoria de Inglaterra contribuyó con el gusto y el prestigio del crochet, el cual había sido desplazado de las esferas de la nobleza por otros métodos y técnicas más complejos de tejido más complejos y, por ende, costosos.
El arte del crochet requiere de un conjunto básico de herramientas para su ejecución. El gancho de crochet, disponible en diversos tamaños y materiales, es el instrumento principal en esta técnica. Además, el tipo de hilo utilizado es crucial, ya que su textura y grosor influirán en el resultado final. Herramientas adicionales como tijeras, una cinta métrica y agujas de lana son esenciales para rematar los proyectos y asegurar una ejecución precisa.
El crochet es una técnica versátil que puede ser fusionada con otras formas de tejido y arte textil. Por ejemplo, se puede mezclar con el tejido a ganchillo o con el bordado para crear piezas únicas y texturizadas. Además, la integración con técnicas de macramé o tejido en telar expande el horizonte creativo, lo que permite una exploración más profunda de las posibilidades estéticas y texturales.
Iniciar en el mundo del crochet implica adquirir una comprensión básica del manejo del gancho y la interpretación de patrones. En este sentido, es importante seleccionar el tipo de hilo y el tamaño del gancho adecuado para el proyecto en cuestión.
El aprendizaje de puntadas básicas como la cadena y el punto bajo constituye el fundamento antes de avanzar hacia patrones más complejos. La práctica constante y la paciencia son necesarios para alcanzar un dominio de esta técnica para que, con el tiempo, sea posible explorar patrones más avanzados o incluso la creación de diseños propios. Entonces, se debe tomar en cuenta lo siguiente:
Elegir el gancho y el hilo, este último en función del grosor y tamaño del primero
Practicar puntadas básicas hasta crear tejidos completos
Experimentar con puntadas más complejas para alcanzar experticia
Crear patrones más complejos para culminar el proceso de aprendizaje de la técnica
Por ejemplo, el crochet en el aire es una técnica avanzada que permite a los tejedores y tejedoras crear diseños tridimensionales y estructuras complejas.
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