11 actividades para fomentar la creatividad en educación infantil

Se dice que los niños son como una esponja que absorbe todo tipo de conocimientos a un paso acelerado. Pero también cuentan con una creatividad increíble que les permite participar de escenarios ficticios, pintar, dibujar y plasmar su imaginación en diferentes medios y formas. Entonces, al tratarse de una cualidad innata, durante la educación infantil, se establecen dinámicas para fomentarla, de tal manera que se contribuye con el desarrollo cognitivo. Se trata, con todo, de actividades para fomentar la creatividad en la educación infantil. A continuación, se presenta una lista de once actividades propicias para este fin.

Principales actividades para fomentar la creatividad en la educación infantil 

1. Dinámicas de cambio de roles 

En las dinámicas de roles, los niños logran explorar diferentes facetas de su personalidad y del mundo que los rodea. Para esto, ellos necesitan imaginar qué es lo que hacen, por ejemplo, ciertos profesionales o personas que tienen como referencias, ya sea un bombero, un médico o un ingeniero. En algunos casos, esto puede implicar un breve proceso de investigación para saber de qué manera actuar, lo que claramente también recurre a la creatividad, puesto que deben ponerse en el lugar de los otros sin necesariamente haber experimentado situaciones similares. Al asumir un nuevo rol, los niños practican la empatía y aprenden a ver el mundo desde distintas perspectivas. 

2. Actividades de escritura creativa 

La escritura requiere memoria, atención y concentración sin importar ni la longitud ni la complejidad del texto. Entonces, se trata de encomendar tareas de escritura creativa para que los niños en educación infantil puedan no solo echar mano del lenguaje para expresar sus ideas, sino también para plasmarlas de manera más elaborada, al mismo tiempo que exploran su imaginación. Pueden ser cuentos, cartas, pequeños mensajes o poemas. Gracias a esto, los niños enriquecen su vocabulario, mejoran sus habilidades en la sintaxis clara, aprender a jerarquizar sus pensamientos y cultivar su imaginación. Las historias que crean pueden ser reflejo de sus experiencias, alegrías y sueños, los mismos que ofrecen una ventana al vasto mundo interno de cada niño. 

3. Practicar artes plásticas 

A través de las artes plásticas, los niños pueden traducir sus percepciones y emociones en creaciones tangibles como la pintura o la escultura. Por ejemplo, un dibujo puede contar una historia, expresar un estado de ánimo o simplemente plasmar un momento importante. Pintar, esculpir o modelar con arcilla (o plastilina) también ayuda a desarrollar habilidades motoras finas. Además, enfrentar el desafío de plasmar una idea en papel o en cualquier otro medio les enseña a los niños sobre la perseverancia, la autocrítica constructiva y la satisfacción de ver una tarea concluida. La imaginación puede no tener límites con este tipo de materiales. 

4. Tocar instrumentos musicales 

La música requiere la comprensión del ritmo, la armonía y la melodía. Si bien esto es importante, también lo es la capacidad creativa que tienen los instrumentos musicales, sea cual fuere su tipo. En tanto ejercicio cognitivo, tocar un instrumento, leer partituras o apreciar piezas musicales puede mejorar diferentes habilidades junto con la creatividad. Esto es así puesto que se erige como un medio para expresar y procesar emociones. A través de las notas y ritmos, los niños pueden contar historias, compartir sentimientos y conectar con su propia cultura, o con otras.  

5. Visitar museos y exposiciones 

Cada visita a un museo es un viaje a través del tiempo y el espacio. Al enfrentarse a obras de arte, artefactos históricos o exhibiciones científicas, los niños desarrollan una apreciación más profunda del mundo y su historia. Estas experiencias también fomentan la curiosidad, el pensamiento crítico y la capacidad de hacer conexiones entre diferentes campos del conocimiento. Un retrato en un museo de arte puede llevar a preguntas sobre la historia, la cultura y las técnicas de pintura. 

6. Actividades de cocina 

La cocina educa: enseña a los niños sobre proporciones, química, física y, por supuesto, creatividad. Precisamente, experimentar con ingredientes les permite contemplar diferentes escenarios en la preparación de comidas, es decir, sabores, mezclas, texturas, colores, entre otros. Esto los lleva incluso a imaginar nuevas recetas, preparaciones y métodos para lograr que sus comidas se acomoden a sus expectativas. 

7. Narración de anécdotas 

Al incentivar a los niños a compartir anécdotas, ya sea de su vida diaria o historias imaginadas, se les proporciona una plataforma para practicar habilidades de oratoria y narrativa. Además, este proceso les permite reflexionar sobre sus experiencias, comprender la estructura de una buena historia y mejorar sus habilidades lingüísticas. Al compartir y escuchar anécdotas, los niños también desarrollan empatía así aprenden sobre las experiencias y sentimientos de otros. 

8.Viaje a mundos imaginarios

Un viaje imaginario puede llevar a los niños a cualquier lugar, desde las profundidades de un océano hasta galaxias desconocidas en el espacio exterior. Estas aventuras imaginarias no solo expanden horizontes y fomentan la creatividad, sino que también enseñan habilidades de planificación y resolución de problemas. Imaginar los retos y soluciones en un entorno desconocido puede inspirar a los niños a enfrentar desafíos similares en el mundo real con innovación y determinación. 

9. Ser parte de juegos al aire libre

Jugar libremente en la naturaleza no solo es esencial para el desarrollo físico, sino que también brinda un sinfín de oportunidades para el aprendizaje creativo. Los niños pueden inventar juegos, crear historias y personajes, o simplemente observar y aprender de la naturaleza. Cada piedra, árbol o charco puede convertirse en una herramienta o escenario para una historia. Estas experiencias al aire libre también promueven la colaboración, el liderazgo y la toma de decisiones, mientras los niños negocian reglas o enfrentan desafíos juntos. 

10. Participación en teatro de títeres

El teatro de títeres combina varios aspectos de la expresión creativa. Desde la fabricación y personalización de los títeres hasta la creación de guiones y escenarios. Al poner en escena sus propias producciones, los niños aprenden sobre narrativa, tono, expresión emocional y más. Es una actividad que implica trabajo en equipo y habilidades sociales, ya que los niños deben colaborar para que la presentación sea exitosa. 

11. Proyectos de ciencia y tecnología 

La ciencia y la tecnología, a pesar de su naturaleza lógica y estructurada, ofrecen un vasto campo para la creatividad. Ya sea construyendo un modelo de volcán, programando un robot sencillo o diseñando un puente con palillos, los niños son desafiados a pensar de manera crítica y creativa. Estas actividades también les enseñan sobre el método científico, la importancia de la precisión y la disciplina. Al enfrentarse a problemas y experimentar soluciones, los niños aprenden que el error es parte del proceso de aprendizaje y que la perseverancia es clave para el éxito.