Actividades de estimulación temprana: ¿por qué son importantes y cuáles son?

La estimulación temprana es fundamental para el desarrollo óptimo de los niños en sus primeros años de vida. Estas dinámicas promueven el desarrollo cognitivo, psicomotor y socioemocional. En el texto, se abordan los beneficios de la estimulación temprana, así como actividades específicas y apropiadas para cada etapa del desarrollo infantil.

¿Qué es la estimulación temprana? 

Es un conjunto de técnicas y actividades que buscan estimular el cerebro, el desarrollo psicomotor y las habilidades socioemocionales de los niños desde el nacimiento hasta, al menos, los dos primeros años de vida. La estimulación temprana se aboca, entonces, a aprovechar la plasticidad y capacidad del cerebro del niño para aprender y adaptarse durante dicho periodo, considerado crucial para su crecimiento y desarrollo integral.  

Otros objetivos de gran importancia de la estimulación temprana son potenciar la capacidad de retener información, adquirir habilidades relacionadas con la motricidad y el lenguaje, así como desarrollar habilidades sociales del pequeño, quien debe lograr una plena adaptación al entorno y estar preparado para afrontar la etapa escolar.  

¿Cuáles son los beneficios de la estimulación temprana? 

Concentración y memoria 

La estimulación temprana refuerza la capacidad de retener información, mejorar la atención y la memoria, lo que facilita el aprendizaje y la adquisición del lenguaje en el futuro. 

Habilidades psicomotoras 

El desarrollo psicomotor es fundamental para que el niño aprenda a controlar su cuerpo, mejorar la motricidad y adquirir habilidades como el cuidado personal y la coordinación. 

Curiosidad 

La estimulación temprana fomenta la curiosidad y el deseo de explorar y aprender, lo que permite al niño interactuar con su entorno y enriquecerse con las experiencias vividas. 

Adquisición del lenguaje 

La práctica de la estimulación temprana facilita la adquisición del lenguaje, mejora la expresión oral, la articulación del habla y la comprensión del lenguaje. 

Habilidades socioemocionales 

La estimulación temprana favorece las habilidades sociales y emocionales, refuerza la autoestima y facilita la adaptación al entorno. 

Actividades de estimulación temprana según la edad 

0 a 3 meses  

• Acariciar y masajear suavemente las manos y pies. 

• Cantar y hablar al bebé con voz suave y arrulladora. 

• Mover un objeto colorido frente a los ojos para aprovechar la estimulación visual. 

• Colocar al bebé boca abajo y enseñarle objetos llamativos. 

• Estimular el reflejo de agarre colocando un objeto suave en la mano del bebé. 

4 a 6 meses 

• Hablarle por su nombre sonriéndole y de forma cariñosa.

• Colocar objetos alrededor del bebé para que este se mueva para buscarlos.

• Tomar sus manos para enseñarle a aplaudir o tocarse el rostro.

• Hablarle desde diferentes orientaciones para para que se oriente con la voz.

• Ayudar al bebé a sentarse sujetándole de las manos.

7 a 9 meses 

• Fomentar el gateo colocando juguetes atractivos fuera de su alcance. 

• Jugar a pasarse objetos de una mano a otra para mejorar la coordinación y el control de sus manos.

• Cantar canciones con gestos y movimientos, y hablarle con cambios de entonación.

• Estimular que diga sus primeras palabras con sílabas repetidas como mamá o papá.

• Brindarle instrucciones sencillas para que las siga, como pedirle que alcance o tome un juguete.

10 a 12 meses 

• Practicar la habilidad de agarrar y soltar objetos en recipientes, así como arrugar papeles 

• Hacerle preguntas sencillas para que busque la manera de responderlas. 

• Estimular que se ponga de pie y ayudarle a que dé sus primeros pasos. 

• Enseñarle a lavarse, por ejemplo, las manos o colocarse alguna prenda de vestir. 

• Fomentar que comparta tiempo con niños de su edad. 

13 a 18 meses 

• Fomentar actividades en las que el niño deba sentarse, pararse y caminar. 

• Enseñar a apilar bloques o encajar piezas para desarrollar la motricidad fina 

• Estimular el lenguaje a través de juegos de nombrar objetos y animales, o leer cuentos ilustrados 

• Pedirle que señale partes del cuerpo 

• Enseñarles canciones e incluirlo en conversaciones familiares 

18 meses a 2 años 

• Promover actividades en las que el niño corra, se levante, lance objetos o suba escaleras. 

• Fomentar el juego creativo y bailar. 

• Estimular el lenguaje mediante conversaciones sencillas y preguntas abiertas. 

• Incentivar la ayuda en casa con tareas sencillas. 

• Llevarle a diferentes lugares de la casa y llamarse siempre de por nombre.

Como se ha visto, la estimulación temprana es una herramienta valiosa para apoyar el desarrollo integral de los niños durante sus primeros años de vida. Al implementar actividades específicas según la edad y las habilidades del niño, es posible aprovechar la plasticidad cerebral y potenciar su capacidad para aprender y adaptarse a su entorno.