Máster en Fotografía Artística Profesional + Titulación Universitaria
Índice
La luz es el elemento fundamental de la fotografía, ya que sin ella no podríamos capturar las imágenes que vemos. Pero, ¿qué es la luz? ¿Cómo se comporta? ¿Qué propiedades tiene? Estas son algunas preguntas que han intrigado a los científicos y filósofos desde la antigüedad, y que han dado lugar a diversas teorías y experimentos para explicar el fenómeno de la luz.
En este artículo, vamos a hacer un recorrido por la historia y la ciencia de la naturaleza de la luz, desde sus orígenes hasta la actualidad, y veremos cómo se relaciona con la fotografía.
La luz es una forma de energía que se propaga en el espacio y que nos permite ver los objetos que nos rodean. La luz se origina en fuentes luminosas, como el sol, las estrellas,las bombillas, las velas, etc., y se refleja o se transmite a través de los medios materiales, como el aire, el agua, el vidrio, etc.
La luz que percibimos con nuestro ojo humano es solo una pequeña parte del espectro electromagnético, que es el conjunto de todas las posibles radiaciones electromagnéticas que existen en la naturaleza. Estas radiaciones se diferencian por su longitud de onda, que es la distancia entre dos puntos consecutivos de la misma fase de una onda, o por su frecuencia, que es el número de veces que una onda completa pasa por un punto en un segundo.
El espectro visible es el rango de longitudes de onda que el ojo humano puede detectar, y va desde unos 380 nanómetros (nm) hasta unos 780 nm. Dentro de este rango, cada longitud de onda corresponde a un color diferente, desde el violeta hasta el rojo, pasando por el azul, el verde, el amarillo y el naranja. La luz blanca es la combinación de todos los colores del espectro visible, y se puede descomponer en sus componentes usando un prisma o un arco iris.
La luz tiene dos propiedades fundamentales: la intensidad y la dirección. La intensidad es la cantidad de energía que transporta la luz por unidad de tiempo y de superficie, y se mide en lúmenes (lm). La dirección es el ángulo que forma la luz con una superficie perpendicular a su trayectoria, y se mide en grado (º).
La intensidad y la dirección de la luz son muy importantes para la fotografía y para la labor del fotógrafo, ya que determinan la exposición, el contraste, la sombra, el color y la textura de las imágenes. Por ejemplo, una luz intensa y directa produce imágenes con alto contraste y sombras duras, mientras que una luz suave y difusa produce imágenes con bajo contraste y sombras suaves.
La física es la ciencia que estudia los fenómenos naturales y las leyes que los rigen, incluyendo la luz. A lo largo de la historia, se han propuesto diferentes modelos y teorías para explicar la naturaleza de la luz y su comportamiento, basándose en observaciones y experimentos.
Así, en el siglo XIX, James Clerk Maxwell formuló las ecuaciones que describen las ondas electromagnéticas, proporcionando las bases para comprender la luz como una onda electromagnética. La luz visible, una pequeña porción del espectro electromagnético, despliega su magia a través de campos eléctricos y magnéticos que interactúan en una danza armoniosa.
La teoría ondulatoria de Maxwell revolucionó la fotografía al explicar cómo la luz podía ser controlada y manipulada. Desde la velocidad de la luz hasta las longitudes de onda que determinan los colores, los principios de Maxwell se han vuelto fundamentales en la captura de imágenes.
La química es la ciencia que estudia la composición, la estructura y las propiedades de la materia, así como las transformaciones que experimenta, y la luz juega un papel fundamental en este ámbito.
La conexión entre la luz y la química se revela a través del fenómeno fotoquímico y el efecto fotoeléctrico, conceptos que Albert Einstein esclareció en el siglo XX. En la fotografía, entendemos que la luz puede comportarse como partículas llamadas fotones. Estos fotones, al impactar en un material fotosensible, desencadenan reacciones químicas que forman la base de la imagen capturada.
La luz blanca, compuesta por diversos colores, se descompone en el espectro visible al pasar por un prisma, proporcionando una paleta infinita para los fotógrafos. La interacción entre la luz y la química se convierte así en el alma de la fotografía.
Como hemos visto, la naturaleza de la luz ha sido objeto de debate y controversia a lo largo de la historia, y ha dado lugar a diferentes teorías y modelos que intentan explicar su comportamiento y sus propiedades. Estas teorías se pueden clasificar en tres grandes grupos:
Consideraba que la luz está formada por partículas que se mueven en línea recta y que chocan con los objetos. Esta teoría fue defendida por filósofos como Demócrito, Epicuro, Platón y Aristóteles, y más tarde por científicos como Isaac Newton y René Descartes.
La teoría corpuscular podía explicar algunos fenómenos ópticos, como la reflexión y la refracción de la luz, pero no podía dar cuenta de otros, como la interferencia y la difracción. Estos fenómenos consisten en la superposición de dos o más haces de luz que producen un patrón de franjas claras y oscuras, o la desviación de la luz al pasar por una rendija o un borde, respectivamente.
Sostenía que la luz era una onda electromagnética que se propagaba en un medio material llamado éter. Esta teoría se propuso para explicar la anterior y fue apoyada por científicos como Robert Hooke, Christiaan Huygens, Thomas Young y Augustin Fresnel.
La teoría ondulatoria podía describir la interferencia y la difracción de la luz, pero no podía explicar el origen y la naturaleza de las ondas electromagnéticas, ni cómo se relacionaban con el éter. Además, tenía dificultades para justificar la naturaleza corpuscular de la luz, que se manifestaba en fenómenos como la reflexión y la refracción.
Es la teoría que describe el comportamiento de las partículas subatómicas. Esta sopesaba que la luz es una radiación electromagnética que se comporta como una partícula o como una onda, dependiendo del fenómeno que se observe.
La mecánica cuántica también permitió explicar otros aspectos de la naturaleza de la luz, como la emisión y la absorción de radiación por parte de los átomos, el espectro de emisión y de absorción de los elementos químicos, la dualidad onda-partícula de la materia, el principio de incertidumbre, el efecto Compton, la difracción de electrones, etc.
Cada una de estas teorías tiene sus ventajas y sus limitaciones, y ninguna de ellas puede explicar por sí sola todos los aspectos de la luz. Por eso, se dice que la luz tiene una naturaleza dual, que combina los aspectos corpusculares y ondulatorios. La naturaleza dual de la luz tiene importantes implicaciones para la fotografía, ya que determina cómo se forma la imagen, cómo se registra la luz y cómo se procesa la información.
Así, la fotografía es una ciencia y un arte que se basa en el conocimiento y la aplicación de la naturaleza de la luz, y que nos permite capturar y transmitir la realidad que nos rodea de una forma única y creativa. A través de todos los aspectos que involucra esta temática, como la profundidad de campo y la distancia focal, el tiempo, el movimiento, el punto de vista, etc., y ahora también la naturaleza de la luz; podemos ser capaces de aprender a manejar una cámara a la perfección.
¿Te interesa el mundo de la fotografía? ¡No te pierdas este blog sobre qué hace un director de fotografía!
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.