Máster en Violencia Sexual: Contextos, Escenarios y Abordaje Psicológico, Familiar y Social + 60 Créditos ECTS
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En la sociedad actual, los términos "hembrismo” y “feminismo" a menudo se entrelazan en conversaciones sobre igualdad de género, derechos y movimientos sociales. Aunque ambos se relacionan con la lucha por la equidad, sus enfoques y significados difieren significativamente. Vamos a sumergirnos en estos conceptos y explorar sus matices.
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El feminismo es un movimiento social y político que busca la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. No se trata de una lucha contra los hombres, sino de una lucha contra las desigualdades basadas en el género. Su enfoque abarca demandas vinculadas tanto a la legislación como a las prácticas y hábitos de una sociedad que aún arrastra vestigios machistas debido a siglos de subyugación hacia la mujer.
El feminismo aboga por:
Conoce cuáles fueron las olas del feminismo:
Igualdad de derechos y oportunidades.
Erradicación de la violencia de género.
Derechos reproductivos y autonomía corporal.
Brecha salarial de género.
Empoderamiento femenino.
Conciencia feminista y educación.
Feminismo interseccional.
Lucha contra el odio y la discriminación sexual.
El hembrismo es una ideología radical que defiende la supremacía de la mujer sobre el hombre. Sin embargo, no debe confundirse con el feminismo legítimo. El concepto de hembrismo, se emplea para señalar una postura que justifica el menosprecio y los ataques dirigidos al sexo masculino simplemente por ser hombres. A menudo se compara con el término "misandria", que denota "odio hacia los hombres", aunque esta última expresión está más relacionada con una actitud que puede manifestarse de manera directa o indirecta, mientras que lo primero es algo que puede ser observado.
El movimiento feminista es un producto histórico que surge como respuesta a la desigualdad que ha afectado a las mujeres a lo largo del tiempo. A diferencia del hembrismo, que es una actitud individual, el feminismo es un fenómeno colectivo relacionado con los movimientos sociales que luchan contra el patriarcado. Aunque el hembrismo es más psicológico y el feminismo más social, en la práctica ambas esferas coexisten y se influyen mutuamente.
El feminismo, en general, se asocia con la Ilustración y su surgimiento como un movimiento social e intelectual. Por lo tanto, afirmar que existían personas feministas en la Antigua Grecia sería inexacto.
En contraste, el hembrismo puede encontrarse en cualquier momento pasado. Su existencia no está ligada a una secuencia histórica, sino que surge de manera espontánea cuando alguien, por diversas razones, rechaza o siente hostilidad hacia los hombres.
El feminismo no busca disminuir el bienestar y el poder de los hombres de manera indefinida, simplemente por ser hombres, como sí lo hace el machismo, que se apoya en justificaciones como “el orden natural de las cosas” o la tradición. Incluso las medidas de discriminación positiva defendidas por parte del feminismo se conciben como soluciones temporales para garantizar que las mujeres tengan igualdad de oportunidades en puestos de liderazgo, al igual que los hombres.
Por otro lado, el hembrismo implica un odio hacia los hombres basado únicamente en su género, sin importar el contexto. Es un sesgo esencialista, ya que no depende de las acciones de una persona ni de las circunstancias en las que interactúa con los demás; más bien, es la mera condición de ser hombre lo que provoca rechazo debido al sexismo.
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