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Cada vez más, el estrés y la ansiedad aparecen con más frecuencia en nuestras vidas como malezas incontrolables en el jardín de la vida moderna. En este punto, surge un profesional con una perspectiva radicalmente natural: el terapeuta hortícola. Imagina un perfil profesional cuya oficina sea un oasis verde, donde cada flor y planta bailan al ritmo calmante de la brisa. El terapeuta hortícola cultiva salud mental y bienestar emocional a través del poder de la naturaleza.
Los programas de terapia hortícola ofrecen escenarios de senderos serpenteantes bordeados de margaritas, bancos de madera bajo árboles frondosos y rincones tranquilos. Aquí, los pacientes se sienten libres para dejar volar y conectar automáticamente consigo mismos y con la naturaleza que los rodea. El terapeuta hortícola representa una guía hacia el equilibrio y la plenitud. Sus combinaciones de habilidades terapéuticas y conocimiento botánico, ofrece una gran variedad de herramientas prácticas y técnicas de afrontamiento basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos de la vida. ¡Quédate y conoce más sobre el terapeuta hortícola!
El terapeuta hortícola usa la jardinería para ayudar a las personas a mejorar su salud y, aparte, a desarrollar sus propias habilidades y su autoconfianza. El terapeuta hortícola crea y ofrece programas de jardinería que mejoran la salud y el bienestar de las personas. Estos programas de terapia impartida por este perfil profesional les permiten desarrollar confianza y habilidades a sus pacientes en un entorno ideal donde conectarán con la naturaleza.
Trabajan con perfiles de todo tipo de discapacidad física, pacientes con enfermedades o lesiones, ex-delincuentes, ancianos y personas con drogadicción. La terapia hortícola puede ayudar a las personas en proceso de recuperación de lesiones o enfermedades. Gracias al terapeuta hortícola, estas personas pueden mejorar su fuerza y recuperar su movilidad a través del ejercicio físico. Las habilidades prácticas que se aprende de la jardinería, permite desarrollar habilidades sociales, al trabajar en equipo y hacer amigos. Además, los pacientes con problemas de aprendizaje también son beneficiarios de la estimulación sensorial que provocan los colores y los olores.
El terapeuta hortícola primero recaba toda la información posible del perfil del paciente. Esto le permitirá planificar las actividades que mejor se adapten a sus necesidades. A partir de aquí, se puede valorar si los pacientes pueden trabajar en grupos pequeños o de forma individualizada, pero siempre acompañados del terapeuta hortícola. Tiene que mantener un control de su trabajo y mantener un registro de su evolución para obtener los mejores resultados y cumplir con su objetivo de ayudar a las personas con la terapia hortícola.
El perfil de un terapeuta hortícola incluye una combinación de habilidades, conocimientos y cualidades personales para trabajar de manera efectiva. La formación académica que tiene un terapeuta hortícola está relacionada en áreas como la horticultura, la psicología, el trabajo social, la terapia ocupacional, la educación especial u otros campos relacionados. Además, puede haberse formado en cursos de especialización o capacitación en terapia hortícola y tener experiencia práctica en entornos terapéuticos.
El terapeuta hortícola tiene un profundo conocimiento de plantas, flores, árboles y hierbas, así como de sus propiedades medicinales y terapéuticas. Esto les permite seleccionar y utilizar plantas de manera efectiva en el proceso terapéutico. Tiene habilidades en diseño de jardines y planificación de espacios al aire libre que son terapéuticos y acogedores. Además, tiene una comprensión de la conexión mente-cuerpo-naturaleza para que influya de manera positiva en la salud mental y el bienestar emocional.
Es importante destacar que el terapeuta hortícola combina conocimientos sobre discapacidad cognitiva, sensorial y física, trastornos psicosociales, diversas patologías, y al igual que es experto en agricultura, jardinería, paisajismo, educación ambiental y actividades afines. El terapeuta hortícola evalúa a sus pacientes y elabora un programa de terapia personal o individual considerando el perfil, los objetivos terapéuticos para cada afección y las circunstancias del destinatario.
En el ámbito cognitivo, estimula la memoria, mejora la concentración y aumenta la capacidad de atención. Además, incrementa el funcionamiento cognitivo y desarrolla la capacidad creativa y la inteligencia estética. Psicológicamente, mejora el estado de ánimo, desarrollo la autoestima, la satisfacción y el sentimiento de logro con las actividades de los programas de terapia hortícola. Mejora el manejo de la frustración y la ira, y desarrolla la responsabilidad y la paciencia. Y, por otro lado, aumenta las endorfinas al mejorar la coordinación, la movilidad, la resistencia y la condición física.
Ya conocemos cómo es el trabajo de un terapeuta hortícola, ahora toca explorar qué se necesita para ser terapeuta hortícola. Tiene que tener conocimientos y habilidades en la horticultura, ya que es la base de la terapia hortícola. Debe ser paciente, tener tacto y sensibilidad al trabajar con todo tipo de pacientes con distintas necesidades. Debe poseer una capacidad de inspirar confianza y animar a la gente, y saber comunicarse tanto con los pacientes como con profesionales. Como terapeuta hortícola, sus habilidades principales deben ser de enseñanza y evaluación ante sus pacientes, y tener un sentido de la planificación y organización para crear los programas de terapia adaptados.
Otras de las competencias necesarias que tiene un terapeuta hortícola son:
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