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El secado de la madera es un proceso de reducción de la humedad de la madera para darle unas condiciones a dicha madera. Esto se suele utilizar para usar la madera y darle unas condiciones especiales. ¡Acompáñame a ver más a fondo este proceso!
Primero vamos a ver la importancia de este proceso. Posteriormente, vamos a ver como se hace el secado de la madera. Y para finalizar vamos a ver las condiciones que se le aplican a la madera una vez hayas pasado este proceso.
Primero la humedad de la madera es unas de las condiciones que tiene que estar ajustadas para que este material pueda utilizarse.
La madera verde es una madera la cual contiene mucha agua y tiene que pasar por el proceso de remoción de agua. Durante este proceso se puede producir cambios no deseados en la madera como por ejemplo la aparición de hongos o insectos. Si estos efectos no pueden ser controlados, puede que la madera pase a un estado de inutilización y se convierta en inservible.
También cabe a destacar que las aplicaciones industriales o artesanales de la madera indican que esta contenga un mínimo de humedad. Si te está gustando el contenido de este post, te encantará el de cursos de carpintería de muebles. ¡Entra ya!
En este proceso de secado de la madera podemos destacar dos metodologías a la hora de realizar el secado de la madera: secado natural y secado artificial.
Este secado es conseguido a base de la utilización del aire libre. Este depende de las condiciones climáticas donde se coloque la madera para realizar este tipo de secado.
Estos métodos se logran de una manera más o menos rápida. Entre estas metodologías podemos destacar la introducción de la madera en hornos o en cámaras de circulación forzada.
Siempre y cuando un profesional se encargue del secado de la madera. Ya sea de forma artificial o de forma natural. Se tienen que seguir los siguientes principios:
El presecado de la madera recién aserrada se realiza en un clima templado hasta alcanzar un contenido de humedad del 20 al 30%, evitando la decoloración y los daños causados por el secado al aire libre. Esta etapa inicial mejora la calidad de la madera y su principal ventaja es una menor tasa de degradación. En el proceso de secado, la vaporización en cámara se utiliza para mejorar el color y calentar suavemente la madera.
Hay dos tipos de cámaras de vaporización: con vapor directo e indirecto. Durante esta etapa, se aumenta la humedad relativa para acelerar el calentamiento y llevar la madera a la temperatura de inicio del secado. La madera se calienta a una velocidad determinada y cuanto menor sea su contenido de agua, más tiempo se dedica a esta etapa.
Otra opción es la vaporización por autoclave, que se realiza a presión y temperatura elevadas, acelerando el secado y esterilizando la madera. A través de un vacío prolongado, la humedad se libera como vapor, seguido del tiempo necesario para vaporizar y vaciar, dependiendo del tamaño de las tablas, la especie y la humedad de la madera. Este proceso permite un mejor control y un producto de mayor calidad.
El secado convencional se hace en cámaras u hornos de secado, donde se establecen climas artificiales progresivamente más cálidos y secos. Se utilizan fuentes térmicas como vapor de agua, agua caliente o aceite térmico para calentar la madera, y se controlan las condiciones ambientales como la humedad relativa y la temperatura.
Por otro lado, el secado acelerado (TCA) permite reducir significativamente los tiempos de secado mediante programas especiales de calentamiento y acondicionamiento. También existe la opción del secado a alta temperatura (UAT), que opera a temperaturas de 95 °C a más de 140 °C y es especialmente adecuado para maderas de construcción.
El proceso de secado debe comenzar con las condiciones ambientales correspondientes a la humedad inicial de la madera, y se deben controlar parámetros como la temperatura, la humedad relativa, la humedad de equilibrio higroscópico y el gradiente de secado.
Existen diferentes tecnologías para llevar a cabo el proceso de acondicionamiento y estabilización de la madera. El acondicionamiento se inicia una vez que se alcanza la humedad final deseada y tiene como objetivo reducir las tensiones en la madera. Se puede realizar vaporizado al final del proceso de secado, conocido como reacondicionamiento, para eliminar tensiones transversales y longitudinales y obtener una madera libre de tensiones. Estos procesos pueden integrarse en la cámara de secado o hacerse externamente.
Para la estabilización de la madera, se deben mantener condiciones específicas como una temperatura similar a la etapa anterior, una humedad relativa cercana a la saturación y un tiempo de tratamiento suficiente para asegurar la ausencia de gradientes de humedad. La duración de esta etapa depende del espesor de la madera y la habilidad del operador, generalmente oscilando entre 8 y 48 horas.
Después del proceso de secado, es importante enfriar la madera dentro de la cámara para evitar un secado adicional repentino que pueda causar grietas en la superficie de las tablas. Para ello, al finalizar la etapa de estabilización, se deben apagar los equipos y mantener abierta la extracción de aire.
Luego, gradualmente se abren las puertas del secadero cuando la temperatura de la madera se acerca a la temperatura exterior manteniendo una diferencia constante de temperatura. Una vez enfriada, la madera debe ser almacenada bajo techo y no utilizarse hasta después de al menos una semana de secado.
Este proceso consta de quitarle humedad a la madera. Lo que conseguimos con esto es proporcionarle unas condiciones extras a la madera. Como por ejemplo aumentar su vida útil o durabilidad natural.
Estas condiciones son las siguientes:
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